-¡María, si no bajas ya a desayunar llegarás tarde!-gritó mi prima.
Bajé corriendo a la cocina, desayuné lo más rápido posible y me fui a lavar los dientes. Al terminar, me despedí de mi prima y cogí las llaves de mi coche. Arranqué y me puse dirección al instituto, que veía un poco imposible llegar a tiempo.
-¿Pero que haces, niñata?
Mierda, había chocado con una moto y el conductor de ésta fue quien me dijo eso. Bajé del coche y el chico vino hacia a mi.
-Lo siento, lo siento. De verdad, yo no quería.
-Me dan igual tus palabras. Quiero recompensa, ¿vienes esta noche a mi casa?
-¿Pero de que vas? Ya te gustaría a ti.
-Está bien, si no quieres..., tendré que vengarme de ti.
-¿A que te refieres?
-Atenta, porque vas a conocer quien es Álvaro Gango. Chao guapa.
Y se fue, así, sin más. Vaya chico más imbécil. Algo guapito, la verdad. Era alto, moreno, ojos verdes y tenía barbita, también tenía musculitos. Aunque estaba un poco asustada con eso de la venganza. Me subí en mi coche y fui al instituto. Allí me encontré con mi mejor amiga,Natalia.
-¿Como es que has tardado tanto? ¡Vamos a llegar tarde a clase!
-Lo siento, he tenido un pequeño problema. Luego te cuento.
Entramos en clase, las horas se pasaron muy lentas. Al salir, nos fuimos a la cafetería y le conté lo que me había pasado esta mañana.
-¿En serio? ¿Sabes quien es Álvaro Gango?
-No, ¿qué pasa?
-Todas las niñas van detrás de él. Tiene 19 años y va a nuestro mismo curso, ya que ha repetido un par de veces. Y creo que este año le tendremos en algunas clases. Es un chico muy temido, ya que no le gusta ni que le toquen, y si se meten con él, siempre tiene una venganza.
-Ya será para menos...
-No, María. Siento desanimarte, pero has dado con un tipo que no te lo tendrías que haber cruzado. Además, falta muchísimo a clase porque se ve que anda en tema de drogas y casi ni se pasa por el instituto.
Tragué saliva. La verdad es que mi amiga como para animar a alguien no tiene precio. Me despedí de ella y me fui a casa.
Mi prima me había dejado una nota diciendo que había tenido que irse a trabajar horas extras. Sí, vivo con mi prima. Mis padres..., se marcharon. Y ella, asumió el cargo de cuidarme y tiene mi custodia.
Subí a mi habitación, me duché y después me estiré en la cama. Me quedé pensando en lo que había pasado hoy y en como salir de ésta.
Me llegó un whatsapp de un número desconocido. Fui a mirar.
-Hola preciosa, ¿estás preparada para mi venganza?
¿Pero como había conseguido mi número? No sé, pero cada vez me asustaba más. Decidí contestar.
-¿Como has conseguido mi número? Ah, por cierto, no te tengo miedo, si es lo que pretendes.
-Que valiente eres, nena. Y bueno, tengo contactos, ya sabes.
Me acosté en mi cama, con intención de dormir aunque di unas cuantas vueltas antes de conciliar el sueño.
A la mañana siguiente, mi prima me había preparado el desayuno, que buena es. Desayuné y me fui para el instituto. Al bajar del coche...
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Ni contigo ni sin ti
Teen FictionMaría es una chica de 17 años que no cree en el amor. Lo que no sabe ella es que algo, o mejor dicho, alguien hará que cambie de opinión. Aunque hasta eso, pasará por varias cosas que le harán dudar más aún del amor.