Fui hacia la ventana con la esperanza de que pasara algo de película, pero no. No era Álvaro. Me fui a la cama y a los minutos me quedé dormida.
Me desperté a las 10:30 y como era domingo decidí salir un rato. Salí con Natalia a dar una vuelta y a comprar.
-Oye, ¿y que tal con Álvaro?-me preguntó Nat. Me pilló de sorpresa su pregunta.
-Bueno... La verdad es que no sé, porque hay veces que es super cariñoso conmigo y otras que parece que me va a sacar un ojo.
-Exagerada.-rió.
-¿Y tú con Carlos? Que vi como aquella noche le mirabas con ojitos.-dije con cara de pillina.
-Tonta.-me dió un codazo.-Nos estamos conociendo, es buen chico.
Sonreí ante sus palabras y seguimos caminando. Pasamos por el parque donde siempre siempre estaba Álvaro y sus amigos y, efectivamente, allí estaban.
-Chicos, mirad, María me echa de menos.-dijo haciéndose el chulito delante de sus amigos.
-¿Quieres que enseñe un mensaje que me llegó anoche?-dije amenazadora por el mensaje que me envió la noche anterior diciendo que me echaba de menos.
-Mejor no.-dijo poniéndose serio.-Ven aquí.
Me cogió del brazo y me llevó a un banco vacío.
-Ahora enserio, ¿me echas de menos, verdad? Yo sé que te gusto.-dijo guiñándome un ojo.
-Tu estás mal de la cabeza. Está claro que no me gustas, eres muy agresivo, yo no podría estar con alguien como tú.-dije seria.
-Bueno, la verdad es que tampoco quiero gustarte, porque yo soy más de chicas de una noche y sin compromiso.-rió.
-Así te va...-dije intentado irme a donde estaba Nat.
-¿Qué has dicho?-me dijo cogiéndome de la muñeca. Me giré y miré mi muñeca. Él la soltó enseguida, al ver que me hizo daño.
-Te digo, que así nunca vas a saber lo que es querer y que llegará un día en que te verás solo, por no haber tratado a las chicas como se merecen.
-¿Tú crees que alguna chica no estaría a mi lado, aunque la hubiera tratado mal?-dijo haciendo que le mirara el cuerpo.
-Superficial.-dije marchándome.-Nat, ¿nos vamos?
-Claro, ¿qué pasa?
-Nada, cosas mías.
-María, ven, por favor.-me dijo Álvaro. Al ver que no iba, nos siguió. Natalia volvió con Carlos para dejarnos hablar a solas.
-Tú dirás.-le dije con los brazos cruzados.
-Perdoname.-dijo mirando al suelo.
-¿Qué? No te he escuchado.-dije para que el gran Álvaro Gango me volviera a repetir esa palabra que tanto le costaba decir.
-Que me perdones, por haber sido tan arrogante.-dijo mirándome.
-Pues ahora no te perdono.-reí.
-No te resistirías.-dijo. Con esas palaras no pude evitar ponerme colorada y él se rió.
-¿Me recojes mañana a la salida de clases?-le propuse avergonzada.
-Imposible.-dijo moviendo la cabeza.
-¿Por qué?-dije pensando que había quedado en ridículo.
-Estaré demasiado ocupado durmiendo.-dijo riendo.
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Ni contigo ni sin ti
Teen FictionMaría es una chica de 17 años que no cree en el amor. Lo que no sabe ella es que algo, o mejor dicho, alguien hará que cambie de opinión. Aunque hasta eso, pasará por varias cosas que le harán dudar más aún del amor.