Parte 8: Una aplastante realidad

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8º Una aplastante realidad

-Taichou.... ¿taicho? ¿Qué ocurre, algo va mal?-

Abro los ojos de golpe intentando ubicarme en espacio y tiempo. Estoy en mis aposentos, en la mansión.... ¿cómo? si acabo de huir de allí....estoy sentado frente a mi escritorio y ante mí aparece una taza humeante de té servido por una mano ajena a la mía. Sigo la mirada subiendo desde esa mano hasta un brazo fuerte, donde empiezan a aparecer unos tatuajes tribales negros. Conozco ese olor corporal tan familiar, esa presencia....alzo la cabeza y ahí está Renji, con el torso descubierto dejándome ver su hermoso cuerpo, la bandana negra en su frente con el pelo recogido y una mirada de incertidumbre o más bien de preocupación. No....esto no es real, no puede serlo...

Me levanto con tal impetuosidad que la silla cae al suelo con un ruido seco y antes de que Renji pueda opinar le estrecho entre mis brazos con fuerza y termino empujándole hasta mi cama donde caemos juntos conmigo encima. Tomo su rostro entre mis manos para asegurar que es de verdad y le beso con fervor sin dejarle apenas respirar. Toco su torso, le acaricio nervioso, aspiro el aroma de su cabello....cuanto le echaba de menos. Por fin....podía tenerle entre sus brazos....Renji parece confuso ante tanta efusividad pero se limita a reír dulcemente sin dejar de mirarme con un brillo especial en sus ojos.

-¿A qué viene esto? Normalmente no eres tan cariñoso por la mañana-

-Renji ¿eres real? Puedo tocarte, sentirte....no me creo que estés conmigo...-

-Claro que lo estoy....siempre estoy contigo capitán, en tu mente, en tu corazón...pero a veces no te das cuenta-

-Perdóname...por no haberme dado cuenta de lo mucho que te amo. No habrá más barreras entre nosotros, no quiero perderte...-

-Nunca me perderás. Siempre estaré a tu lado, eso no cambiará-

Cierro los ojos cuando pasa una mano sobre mi rostro y me dejo hacer. Deseo su contacto, el tenerle solo para mí. No siento dolor, nada que enturbie esta felicidad que me embarga al estar con mi amado teniente. Nos besamos de nuevo y comienzo a desatar el cinto de sus pantalones para dejar su hermoso cuerpo desnudo a mi deleite. Él me imita mirándome con lujuria y amarra sus manos a mi yukata dejándole entreabierto mientras deposita lascivos besos y maneja su lengua sobre mi piel haciendo círculos. Nunca le he dejado tocarme tanto, es delicioso ver lo que puede llegar a excitarme con solo sentir sus labios. Se me enturbia la mirada de placer con solo gozar de ver como jadea ante mis caricias, tanto que su pene se endurece deseoso de recibir mi atención. Le masturbo ayudándome de mi mano con dedicación, torturándole lentamente los primeros segundos para ir aumentando el ritmo, pero sin que llegue al orgasmo. Oigo un gruñido de fastidio por su parte mientras cojo sus piernas para que rodee mi cintura y tomar sitio para mi siguiente movimiento.

-quiero....que lo hagamos a la vez...-le susurro jadeante.

-Lo sé....yo también lo deseo...por favor, déjame recibirte...-

Ninguno podemos esperar. Me muero por hundirme en su interior y recibir todo el calor de su cuerpo y así lo hago. Ambos jadeamos intensamente al sentir esa magnífica sensación de compenetración y comienzo a embestirle lento y algo desesperado por querer tomarle sin control, impaciente, ardiente....nuestros gemidos de placer se pierden por las paredes de mi dormitorio hasta que gritamos gloriosamente al llegar al clímax. Caigo sobre Renji jadeando y él se ríe juguetón abrazándome y acariciando mi cabello, húmedo del sudor por el esfuerzo. Es un momento tan relajado y mágico....hasta que todos mis acontecimientos recientes me hacen incorporarme y sentarme en la cama sintiendo nauseas. Renji se levanta y me acaricia la espalda suavemente.

"El sueño del capitán"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora