Parte 4: Y entonces...te perdí

272 28 0
                                    

4º Y entonces...te perdí

**Renji**

En la penumbra de mi pequeña habitación, absortos de la realidad que nos rodea y lejos de toda mirada curiosa, el capitán Kuchiki y yo yacemos en mi lecho como cada noche desde que lo hicimos por vez primera. Pero las cosas habían cambiado entre nosotros. Yo había perdido cualquier esperanza desde que Kouga me raptó y la incertidumbre de saber lo que había hecho con mi cuerpo me tenía aislado del mundo. Mi capitán era ausente de mis temores y mi dolor, pues no quería compartir con él una angustia o puchero infantil según él, y porque seguramente lo desvaloraría. Sería el fin de nuestra relación, que aunque solo compartiéramos minutos de sexo y cortas palabras, me servían como aliciente de sentirme deseado y olvidar mis pesares. Esto es a lo máximo que puede aspirar un perro. Debería estar orgulloso de ser follado por un ser superior y tan deseado como mi capitán.

Un gemido ahogado brota de mis labios cuando siento a mi espalda que mi taicho me penetra de una embestida tras dilatarme con dedicación. Estoy a cuatro patas a su merced, y él detrás embistiéndome con dominio, escuchando sus graves jadeos de placer mientras aprieta mis caderas para pegarme todo lo posible a su cuerpo. Yo abro las piernas extasiado y le suplico más. Se ha vuelto tan adictivo que deseo tener siempre su polla en mi interior, palpitante, caliente y gruesa, sintiéndola toda mía. Lo único que no le permito mientras lo hacemos es que me bese. Porque con un beso suyo me derrumbo. Me desmorono. No quiero demostrarle la debilidad que siento hacia él, lo que le deseo...lo que le amo. Porque a la larga, cuando esto acabe, quiero poder recoger los trozos que queden de mi alma y volver a reconstruirlos como un muro al que no dejaré nadie saltar para volver a enamorarme. Siento sus manos sobre mi pelo y se inclina obligándome a girar la cabeza para besarle pero le rechazo con un gruñido.

-Renji....- su voz ahogada y entre cortada me hacen polvo.

-Apúrate...me vengo....-

Gimo lascivamente cuando se descarga en mi interior y mis músculos se contraen ante la llegada gloriosa del orgasmo. Oh sí...es lo mejor de todo. Su semilla caliente deslizándose por mis piernas, su voz sofocada tras de mí observándome....me incorporo y doy la vuelta acercándome a él para acercar mi rostro a su entrepierna y lamer su polla con mimo para volver a endurecerle. Pese a su leve resistencia la engullo en mi boca moviendo frenético mi cabeza para que reaccione de nuevo.

-Renji, basta por favor....-

Me incorporo dejándole al borde del orgasmo de nuevo y me preparo para que me tome de nuevo. Pero esta vez le veo incorporarse del lecho y tomar su yukata echándoselo por encima. Le miro suplicante y nervioso. Se va a ir.

-No hemos terminado-

-Para mí sí, Renji-

-¿qué significa eso? ¿No vas a volver?-

-Desearía hacerlo...pero me está superando. No quiero tenerte así-

-¡Es lo máximo que puedo ofrecerte capitán! Tú mismo lo dijiste ¿Qué demonios te pasa ahora?? Te has cansado y te vas, ya tenías lo que querías ¿no? –

-Si seguimos como hasta ahora...no responderé de mis actos-

-¿Es una amenaza? ¿Vas a matarme?-

-Me tientas de hacerlo. No soporto que me trates con esa indiferencia, ni que rechaces mis besos o caricias, no soy de piedra renji. Te has equivocado de hombre, para fornicar puedes tener a quien desees. Pero a mí no.-

-¡No puedo hacer más joder!! Tú me metiste en esto, no puedes dejarme así ¿tanto te cuesta terminar de follarme? ¡Te deseo! ¿Qué más quieres que te suplique? ¿Qué te diga que te quiero? Si ni siquiera puedo llamarte por tu nombre delante de nadie, o tocarte o sonreírte sin que te pongas tenso por el que dirán, no puedo confiarte nada, ni hablar cuando tengo problemas, no somos pareja, solo un polvo de vez en cuando...-

"El sueño del capitán"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora