"El sueño del capitán"

Parte 12: Aún no es tarde...

12-Aún no es tarde....

**Narrador: Renji**

Al volver a hueco mundo siento un vacío en el corazón. Cierro los ojos con fuerza intentando que mis lágrimas no recorran mi rostro, he abandonado a mi capitán en el peor momento ¿pero ¿qué otra cosa podía hacer? Las palabras del viejo yamamoto aún retumban en mi cabeza como si aún las estuviera diciendo:

-Abarai. Caíste en los infiernos, en las manos de nuestro peor enemigo y has vivido bajo sus órdenes estos años. No hay duda de que sobreviviste al senka de Kouga y aún conservas tus poderes de shinigami, pero no podemos obviar el hollow que habita en tu interior....sé que el shinigami sustituto, Kurosaki Ichigo también está en tu misma situación, pero no puedo permitir que un vizard viva en la sociedad de almas. Si llegaras a descontrolarte tendríamos que matarte, tarea que le sería asignada al capitán Kuchiki. Dime... ¿es lo que realmente quieres para él?.....-

No. Claro que nunca permitiría que su capitán le viera en su forma monstruosa, bastantes años he estado entrenando para controlar esa parte maldita y aún así tengo momentos en que pierdo la lucidez por completo. Grimmjow es el único que me enfrenta cuando estoy en mi forma hollow, pero ¿transformarme delante de mi hija y mi amante? No....es una visión muy dolorosa, jamás les pondré en ese aprieto. Entro en el edificio blanco donde seguramente Aizen me estará esperando. En cuanto accedo a la sala de su trono me recibe con una sonrisa en los labios.

-Abarai-kun. Sabía que regresarías....-

-Aizen. Te he servido durante estos últimos años, me has manipulado a tu antojo y por desgracia he tenido que ser tu perro fiel. Pero eso se acabó. No quiero seguir con esto-

-Sabes a lo que te expones ¿verdad? El hollow de tu cuerpo terminará consumiéndote y morirás. Perderás toda tu capacidad y poderes de shinigami como huyas de mí. No solo experimentamos contigo para hacer que dieras vida, sino porque yo sabía que algún día me traicionarías y tendría que hacértelo pagar. –

-Ya da igual....vivir aquí es como estar muerto. Para lo poco que me quede, quiero hacerlo en paz. Fuera de los límites de la sociedad de almas y de hueco mundo. En el mundo humano....es un buen sitio para morir.-

-Bien....entonces te dejaré ir. Pues podré apresar tu alma cuando tu cuerpo se desintegre y jamás escaparás de mí. En toda la eternidad....en cualquier reencarnación....siempre serás mío.-

Cierro los ojos resignado ante sus palabras y le doy la espalda alejándome de él lentamente. Por un momento tengo un atisbo de lucidez o más bien de locura al ocurrírseme una idea que no tenía en mente hasta ahora. Me giro de nuevo para mirarle y esbozo una sonrisa.

-Dime Aizen.... ¿aún sigues teniendo esas bacterias que usas para procrear? Hay un último favor que quiero pedirte, tómalo como una compensación por servirte eternamente al fin y al cabo....-

Mientras tanto en el mundo humano, Grimmjow mira el cielo estrellado por la noche desde el tejado de la casa de Ichigo. Está tan ausente que no siente mi presencia cuando aparezco a su lado, vestido con ropas humanas y usando mi gigai.

-Vaya...has vuelto al fin.... ¿qué ha pasado? -

-He renunciado a ser shinigami y hollow.-

- ¿Aizen te ha dado permiso para escapar??-

-Jaja, mira quién me lo dice, su traidor número uno-

-TCH! Olvídame mientras me deje en paz me doy por satisfecho, no pienso volver-

-Yo tampoco. Voy a vivir aquí, Grimmjow. Al menos lo que mi alma aguante-

Grimmjow traga saliva al escucharme. Él lo sabe, sabe todo lo que Kouga y Aizen hicieron con mi cuerpo y el límite que tengo. Le oigo maldecir en voz baja y preguntarme enfadado: