"El sueño del capitán"

Parte 19: Batalla perdida

19-Batalla perdida

A la mañana siguiente abro los ojos descubriendo que estoy tumbado sobre el frío suelo del baño. Después de lo ocurrido recuerdo haberme quedado dormido tras tanto llorar y al final no salí al dormitorio de nuevo....me incorporo tapándome con la toalla para salir y al hacerlo me encuentro con mi capitán sentado en el suelo, apoyado en la pared que hay al lado de la puerta esperándome. Abre los ojos cuando siente mi presencia y se incorpora raudo, a lo que yo retrocedo por inercia mirándole en silencio.

-Renji.... ¿estás bien?-

-S...si.... Lo siento me quedé dormido dentro...-

Veo que intenta acercarse a mí alzando una mano para tocar mi rostro y cierro los ojos con fuerza. Puedo sentir como sus dedos acarician con suavidad mi nariz y mejilla, oyéndole suspirar dolido.

-Lo lamento tanto Renji... por favor, déjame curar esa herida-

-Estoy bien, yo también le golpeé y no tenía derecho-

-No actué correctamente pero....es que ya no sé qué hacer...está claro que por mucho que lo intente, no me recordarás nunca....y no puedo retenerte contra tu voluntad-

-¿Qué quiere decir entonces?-

-Que puedes irte si lo deseas Renji. De verdad...eres libre-

-Pe...pero las niñas también son mías...no quiero irme...-

-Podrás verlas cuando desees, o hacerte cargo de ellas cuando yo no esté, porque verte aquí y no tocarte me supera. Entiende mi postura.-

-Gomen.....ojala yo....-

-Déjalo Renji. Saldré del dormitorio para que puedas cambiarte, tengo que ir a la sociedad de almas unas horas. Ya nos veremos-

Y ahí me quedo yo, sentado sobre la cama, volviendo a dejar que mis lágrimas surquen mi rostro. Soy tan patético. Voy a perder definitivamente a mi capitán, cualquier mínima oportunidad que tenga de recordarle es inútil, nada cambiará entre nosotros...

Y mientras yo me lamentaba, nuestras hijas se dirigían al colegio como todas las mañanas. Yume llevaba de la mano a Tsuki en todo momento y le iba contando varias historias para hacer el camino más llevadero. Pero las dos hermanas se detuvieron al sentir algo raro en el ambiente. Alguien estaba acechándolas desde hacía rato. Yume situó a su hermana tras ella para encarar al desconocido.

-¿Quién eres? ¿por qué nos sigues?-

Una figura algo familiar para yume aparecía en ese momento de entre las sombras para situarse frente a ellas y sonreírlas con superioridad. Yume había visto a ese hombre alguna vez...era tan cercano, del mismo porte que su padre Byakuya....y estaba claro que sus ropas eran de shinigami.

-Soy un viejo conocido de tus padres muchacha....gracias a mí, pudiste nacer...oh? Hay otra....que interesante-

Kouga no deja de mirar a la pequeña Tsuki escondida tras su hermana. Se pasa la lengua por los labios en señal de victoria y empieza a reír a carcajadas.

-Tú eres Kouga....¡¡mataste a mi padre Renji!!!-

-Así que la demonio pelirroja me reconoce juju, es todo un halago... ¿vas a decirle al tío Kouga donde se ha metido tu querido padre Byakuya? Quiero hacerle una pequeña visita-

-¡Jamás! Antes pasarás por encima de mi cadáver-

-¿Esas tenemos? Muy bien-

Yume se pone en guardia cuando ve desaparecer a Kouga ante sus narices. ¡shunpo! A ella no va a engañarla, ha entrenado miles de veces con su padre como para no poder seguir con sus ojos los movimientos de Kouga. Pero hay algo distinto....no puede localizarle. Intenta buscar en su mochila el trasformador pero a los segundos siente como un golpe en el estómago la deja sin aire y la lanza varios metros en el aire hasta estrellarse con una pared haciéndola dar un alarido de dolor. No puede moverse, por lo menos ese bestia le ha roto varias costillas....ve alarmada como Kouga se acerca peligrosamente a Tsuki y ésta retrocede algo asustada.