「Amar y Servir」 [TaeKook-VKook]

• Primer Extra •

— Kim Taehyung.

—Jeon Jeongguk, ¿o debería decir Kim?

—¡Deja de ser un fetichista! No sé... ¿tal vez no es una buena idea?

Estábamos en una pequeña tienda de vestidos y trajes de boda. Solo yo, él y el pequeño joven que se encontraba en el medio de la diminuta discusión.

—Te quedaría bien. Inclusive hable con tus amigos y están de acuerdo.

—¡Tae! ¡No me pondré un vestido! —tomé un pequeño respiro para calmarme —Menos uno que es casi idéntico al de tu madre.

—Lo correcto sería decir el vestido soñado de mi madre, —Taehyung me corrigió con su gran tono varonil de "yo lo sé todo" —la diferencia está en que en su momento no encontró a quien le hiciera aquellos detalles.

—No creo que sea buena idea.

Suspiró algo largo mientas sonreía. —Ven, te voy a mostrar que te quedaría bien.

Habló con el pequeño hombre y él nos ofreció un pequeño cuartito que se utilizaba para mostrar el vestido a varias personas, pero ya que en la tienda solo éramos Taehyung y yo nos dijo que podíamos utilizarlo sin pena alguna.

El pequeño cuarto consistía en dos sillones largos, una pequeña mesita y un gran espejo.

—Quítate la ropa —ordenó con voz grave.

Lentamente, me quite mi camisa para luego proseguir con los pantalones y por último mis zapatos. Cuando miré a mi pareja me di cuenta de que llevaba todo el rato observando como me desvestía y mi escasa ropa interior, algo que me causó muchísima vergüenza.

—Eres hermoso, ¿sabías? —depósito suaves besos en mis hombros al acercarse a mí, bajo el zíper del vestido y bajó hasta mis pies —por favor, entra.

Deslicé ambos pies dentro del vestido y Taehyung se dedicó a subir despacio, asegurándose de tratarme con cuidado. Al llegar arriba cerró el vestido con el mismo cuidado. Me acerqué al espejo y no me gustó lo que veía.

Me quedaba grande en ciertas partes.

—Uh, um... Tae... y-yo no tengo pechos... —ese era el gran problema —no tengo una cadera tan voluminosa como la de tu madre, mi retaguardia es algo mas pequeña. No estoy súper dotado como Victoria solía ser.

No podía soportar la vergüenza que estaba sintiendo, me veía muy extraño en el vestido.

—Tenía la pequeña idea de que podríamos cogerle al vestido, —apretó con sus manos los extremos —quitarle la tela de más que se le puso en la área del pecho y darle un corte más varonil, o tal vez una linea recta —trazo con sus largos dedos lo que me acaba de explicar. —Ya sería agregarle la joyería y aquel largo velo que mi madre quizo.

Aquella idea no resultaba tan descabellada y ahora que Taehyung sostenía que el vestido y me "quedaba a la medida", me veía bien en el.

Las grandes locuras que hago y haría por este hombre.

—Está bien —accedí. —Por favor quítamelo, vamos a hablar con Kyungsoo —no tenía ninguna intención o motivo para quedarme más tiempo con el puesto. Además hoy prepararía la cena y no quiero llegar tan tarde a casa.

—Como desees, bebé —contestó tiernamente.

Cuando terminó de sacarme el vestido se dedicó a pasar sus ojos de extremo a extremo en mi cuerpo, deteniéndose en cada parte. Tomándose su tiempo mientras se acercaba con calma hacía mí, quedando cara a cara.