Estaba tumbada en mi cama, escuchaba la canción Summer, de Calvin Harris desde mi móbil. No podía dejar de pensar en la sonrisa de Pol. Su manera de reír haciendo tal sonido que hasta las olas paraban de fluir, los pájaros dejaban de cantar, la gente dejaba de hablar, solo para poder oír su risa. Quedaban al descubierto sus dientes superiores. Seis de ellos. Aún los podía contar, tenia su imagen en mi cabeza. Me hipnotizaban. Convertían mis ojos en una lupa, una lupa que permitía enfocar tanto como se deseara el punto de fijación. En este caso era su maravillosa sonrisa. La lupa, además, parecía tener un tipo de murallas que sacaban de mi campo visual todo aquello a lo que no le diese importancia o lo que no quisiera ver.
And we could be together baby
As long as skies are blue
You act so innocent now
But you lied so soon
When I met you in the summer
Pol me había dicho que aquella noche podríamos ir a dar una vuelta... Tenía ganas de inspeccionar aquel sitio, me atraía la idea de descubrir todos los secretos del pueblo, y, aunque no entendía el porqué, me atraía más aún la de hacerlo junto a él. Pensé que debería llamarlo. "No es de buena educación presentarte en el hogar de otros sin antes avisar", recordé las palabras que mi madre siempre me decía de pequeña. Pero si lo llamaba, ¿que se suponía que le tenía que decir? <<Marta, ya esta bien, tu no eres así, no piensas las cosas dos veces, actúas y punto. Puede que te salga bien o puede que mal pero por lo menos no habrás dedicado más del tiempo suficiente para hacerlo.>> Me dije a mi misma. Tenia razón, siempre había sido espontánea y extrovertida y eso no lo iba a cambiar, lo tenia claro.
-¿Diga?- sonó al otro lado de la línea.
-Hola Pol, soy yo, Marta- respondí exageradamente efusiva.
-Marta... ¿Torres?
-No.- ¿Era broma? ¿Se estaba haciendo el interesante? ¿O realmente era así?
-Aaah, ¡Marta Espósito! ¿Qué tal?- dijo con tono confiado.
-Mm no, no soy Marta Espósito... Más bien Marta Piérdete. Adiós.
Colgué rapidamente. Un fuerte nudo empezó a crearse en mi garganta, algo me llevó a la necesidad de llorar, al deseo de dejar que tal nudo se deshiciera en lagrimas. Pero recordar lo poco que lo conocía impidió que mi necesidad durara por mucho tiempo. Así que... ¿Era mejor no conocerlo? ¿Si lo conocía más acabaría derrumbada y totalmente desesperada por amor... Otra vez?
Entonces sonó el telefono, al instante me di cuenta de que no sabía en que momento él me había dado su número... Cosa que me asustó... Pero ya tardaba en responder a aquella llamada.
-Hola, en este momento estoy ocupada haciendo cosas más importantes como limpiar el jabón o cortar el pelo a un calvo por lo que no te puedo atender, si lo deseas puedes dejar un mensaje después de oír la señal, gracias. Beeeeep.- intenté imitar al contestador.
-Marta, lo siento, ¡era una broma! Sé que eres la chica de la playa, la que tiene exactamente quince pecas en su espalda perfectamente visibles al ponerle crema.
-Pol...- estaba demasiado alterada para pensar en la frase acosadora que acababa de decir.
-De verdad, te prometo que nunca te habría podido olvidar.
-Porque soy encantadoramente maja, no?
-Bueno, iba a decir que es difícil olvidar a alguien a quien has conocido hace apenas cinco minutos... Pero también sirve lo tuyo.
¿Me estaba diciendo la verdad o era el típico mujeriego? Decidí creermelo. Parecía buen chico.
-Jajaja así me gusta, siempre dame la razón.- dije satisfecha.
-No lo dudes. Entonces, ¿el motivo de tu llamada era...?
-¡Aah sí! ¿Te parece bien si acepto tu oferta de ir a dar una vuelta contigo esta noche?
-¿A qué hora pide la señorita que la recojan por casa?
-Muy amable, pero paso de ese rollo de que el chico pase a buscar a la chica... No estamos en el siglo XIX, ya hace tiempo que las "señoritas" sabemos corretear por ahí sin ayuda de un machote.
-¿Me pegarás si te digo que no tengo puñetera idea de que se supone que tengo que decir?- dijo intentando sonar débil, pero con una fuerza interior del todo extravagante.
-En la playa a las ocho.- sonreía.
-No te pongas demasiado guapa para mí, haber si se te van a romper los tacones.- dijo con tono creído pero sarcástico.
-No te fíes tan sólo de tu voluntad, cierra la boca y pégatela con Super Glue, no sea que se te caiga la baba sólo de verme.- Repliqué veloz.
When I met you in the summer
To my heartbeat sound
We fell in love
As the leaves turned brown
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Querido Pol...
RomanceMarta llevaba años rogando por unas vacaciones tranquilas, aisladas del mundo, de la rutina, de todos esos profesores plastas y de esos compañeros idiotas. Pero cuando consigue que sus padres compren una pequeña casa de playa, se da cuenta de que lo...