Sentía como mi corazón bombardeaba a mil por hora. La sangre corría por mi cabeza como si mis venas fueran a explotar en algún momento. Estaba abrumada, aterrorizada.
-Que- que quieres de mi..-Tartamudeé incapaz de darme la vuelta, observando una sombra, una silueta tras de mi, la misma de las anteriores veces.
Uno, dos, y tres segundos pasaron, no hubo respuesta. Y si todo eran imaginaciones mías? causadas por el miedo, quizás sea eso, y yo sola me este imaginando cosas. O eso creía..
De repente una risa ronca resonó por toda la calle haciéndome dar un salto y girarme, pero nuevamente no encontré a nadie. como..? Hice una mueca con mi cara de no entender nada.
Abrí rápidamente la puerta y la cerré tras de mi, apoyando mi espalda en esta, calmando mi respiración. Todo estaba en silencio, mi madre y mi hermano estarían durmiendo ya. Me quite los tacones para no hacer ruido y subí las escaleras lo mas silenciosa que pude hasta llegar a mi habitación. Me despojé de mi ropa, me coloqué el pijama y lavé un poco mi cara. Me deje caer en la cama desplomada, soltando un gran suspiro, analizando lo ocurrido esta noche. Dylan me besa a traición, yo me pongo malísima con la bebida, y encima tengo alucinaciones con una sombra. Hay días en los que es mejor no despertarse. Me arropé con la acogedora sabana y me dispuse a dormir, mañana seria otro día.
-Sueltame! Que quieres de mi!-Grité forcejeando con las cuerdas que me ataban las manos.
No veía nada, todo estaba oscuro, solo escuchaba su risa y su presencia cerca de mi.
Las lágrimas brotaban sin control por mis ojos, estaba totalmente aterrada.
-Auxilio!-Grité en un intento de desesperación.
Noté una gran mano sobre mi boca, impidiendome hablar, mientras yo intentaba escapar..
Abrí mis ojos dando un salto sobre la cama, quedando sentada, gotas de sudor caían por mis sienes, y alguna lágrima por mi mejilla, acababa de tener una horrible pesadilla. Esa risa que oí en mi puerta no dejaba de sonar por toda mi cabeza. Respiraba hondo para intentar relajarme y ver que solo había sido una pesadilla. Un ruidoso golpe desde mi ventana me hizo dar un pequeño grito. Esta se abrió de par en par dando paso a grandes bocanadas de viento, asustada salí de la cama y me encamine hasta la ventana, asomé mi cabeza por esta dejando que la abrumadora oscuridad de la noche me causara escalofríos. Asegurándome de que no había nadie me dispuse a cerrar pero un ronco y conocido ruido llegó a mis conductos auditivos, colándose por mi mas interior. Temblorosa me volví a asomar para divisar como una esbelta silueta se iba por el final de la calle para desaperecer instantes después. Cerré los ojos con fuerza y me asegure de cerrar bien la ventana. Aturdida baje por un vaso de agua y volví a la cama.
...
-Que pasó anoche Ali? Te oí gritar desde mi habitación.-Dijo mi madre mientras me servía un vaso de zumo, ella y mi hermano eran los únicos que me llamaban Ali, cosa que me gustaba.
