Capítulo 7

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El nefasto ruido del móvil irrumpió en mi sueño, con los ojos pegados alargue mi mano hasta la mesita de noche, tenteando en esta hasta coger el móvil y sin mirar quien era lo cogí.

-Si?-Dije con pocos ánimos.

-Por fin te dignas a contestar.

-Dylan..lo siento. Que hora es?- Dije apartando alguna legaña que otra de mis ojos e incorporandome en la cama.

-Son las 10 de la mañana. Solo me preguntas la hora? Alison! Desde que ayer aquel tipo te llevó he estado muy preocupado, no respondías a las llamadas.-En su voz se notaba el enfado y la impotencia, cosa que comprendía.

-De verdad perdoname, no oí el móvil y anoche vi tus llamadas pero era tarde y pensé que ya estarías durmiendo.-Suspiré.

-Estas bien? Te hizo algo? Quien era?

-Estoy bien, tranquilo. Raramente no me hizo nada, y.. no se quien es.-Dije mismamente confundida.

Al otro lado pude oír un gran suspiro.

-Sea quien sea, no me gusta. La manera en como te trató, como me habló. No me da buena espina.

-Dylan, tranquilo.-Intenté calmar la situación.

-No, no me puedo tranquilizar si alguien que ni te conoce te trata como de su propiedad y hace lo que le da la gana. No lo quiero ver cerca de ti.

Suspiré.

-Mira porque no mejor, mañana en la Universidad, hablamos de esto con mas calma?

-Esta bien, pero cuidate Alison.-Advirtió.

-Hasta mañana.-Susurré.

-Adios.

Solté el móvil con brusquedad sobre la mesita de noche y fui hacia el baño. Me coloqué frente al espejo, y llené mis manos de agua del grifo para echarmela en la cara, repetí la acción un par de veces más y me seque con una toalla. Recogí el pelo en una coleta alta, para darme un baño y relajarme de una vez.

Una mancha algo amoratada lucía en un lado de mi cuello. Me acerque mas al espejo y lleve la yema de mis dedos hasta la zona afectada, rápidamente los quité al notar el pequeño dolor que me causaba. Cerré los ojos con fuerza, llena de rabia. Maldito imbécil, ese tal Harry! Gritó mi interior. Pero quien se creía para marcarme como si yo fuera un animal. Negué con la cabeza y me metí en la bañera, dejando que todo mi cuerpo se liberase.

...

-Que tal anoche?

La pregunta de mi madre me hizo volver al mundo, dejando de mover el colacao con mi cuchara.

La mire y pensé tres veces que decir. Porque obviamente no iba a contarle lo sucedido.

-Bien, ya sabes.-Sonreí y ella alzó una de sus cejas.

-Eso no suena muy convincente jovencita.

-Mama, bien y yasta, no hay mas.

Ella asintió y yo me terminé de beber el colacao para volver a mi habitación. Hoy no haría nada, y si hacia algo sería estudiar.

Una vez llegué a mi cuarto, mi móvil comenzó a sonar, miré la pantalla y era un número que no tenía guardado.

-Quien es?

-Ya veo que no guardaste mi número.

Aquella inconfundible voz solo podía ser de...él. Enseguida mi cuerpo se tensó y los escalofríos comenzaron a invadirme.

-Que quieres.-Susurré nerviosa, era inevitable.

-Lo primero es que cuando colgemos, guardes mi número.-Ordenó. Ya empezamos, me dije.

-Algo más?-Dije impaciente.

-Que tal tu cuello? Te gustó mi regalo?

-Eres imbécil.-Bufé y el comenzó a reír.

-Eso es que te gustó.-Afirmó.

-Dejame en paz, no me llames ni me busques más.-Dije cansada y colgué. Tiré el móvil a la cama y fui hacia mi escritorio, donde me pasaría gran parte del día.

....

Caminaba como cada lunes hacia la Universidad, me faltaban pocos pasos para llegar a la entrada.

-Alison!-Gritó Conny mientras me acercaba a ella.

-Hola.-Sonreí.

-Hola no, tenemos que hablar, más bien tu me tienes que contar cosas.

Me agarró del brazo y me arrastró hasta el interior, ella y yo estudiabamos lo mismo.

Llegamos a la primera clase y entramos, ya se encontraban algunos allí, nos sentamos al fondo donde siempre.

Después de las tres primeras clases, por fin nos dirigiamos al comedor.

-A que esperas para contarme? Saliste con Dylan el sábado no?-dijo mientras nos acomodabamos en nuestra mesa.

-....Y eso es todo.-Finalicé después de contarle mi trágica y extraña noche. Su cara era un poema.

-Conny, dime algo.-Dije pasando mi mano por su cara.

-Osea que un chico que no conoces te acosa, te lleva apartando a Dylan.-Dijo incrédula.

-Y eso no es todo.-Aparté un mechón de mi pelo dejando al descubierto el morado que había en mi cuello.

-Dios santo.-Llevó sus dedos a este.

-Quita, duele!-Grité apartando su mano de ahí y volviendo a taparlo con mi pelo.

-Alison, no tienes miedo? Es muy raro todo.-Negó con la cabeza.

-Si, al principio tenía mas miedo. Ahora es mas el no saber quien es, de donde viene, no se.-Suspiré.

-Te gusta?-Dijo alzando sus cejas.

-No Conny! Estas loca? Así no se conquista a nadie, a nadie normal.-Bufé.

-Vale vale, solo preguntaba.-Asintió rápidamente.

-Ya dejemos este tema, me pone de mal humor.

-Esta bien. Te has enterado de la fiesta de Clark?

-No.

-Pues es el Sábado, en su casa. Vamos a ir, no?

-Ya sabes que lo mío no son esas cosas Conny.

-Vamos, tienes 19 años! Alison tienes que divertirte, no pasa nada por una vez.-Insistió.

-No se..me lo pensaré y ya te digo algo.-Dije finalmente.

-Espero que sea un sí.

El timbre que avisaba del regreso a las clases me salvó de aquella conversación, salimos a continuar la jornada del día.

....

Después de despedirme de Conny fui hasta la salida para volver a casa.

-Alison! Espera.

Volteé encontrándome a Dylan que venia algo acelerado hacia a mi, y en ese momento recordé que quedé con él en hablar lo del sábado.

-Dylan! No te vi  en todo el día.

-Vine solo a las dos últimas clases.-Dijo poniendose ya a mi lado.

Comenzamos a caminar hasta salir del instituto, mi gesto cambió cuando me encontré aquella cabellera perfectamente rizada, y esas esmeraldas mirandome espectantes.

-Que hace él aquí?-La voz de Dylan me hizo dar un respingo.

-No-nose.-Me encogí de hombros.

-Te esta persiguiendo Alison?

Y sin darme tiempo a reaccionar, Dylan comenzó a caminar a paso ligero hacia Harry.

Mierda

ShadowsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora