Narra Harry.
Cerré los ojos con fuerza, mientras apretaba uno de mis puños a la altura de mi abdomen.
-¿Que ocurre?-Su burlona voz me hizo reaccionar, abrí mis ojos rápidamente, encontrándome a pocos metros a esa asquerosa mirada, lo sabía, sabía que no tardaría en meterse en esto, maldita sea!
Caminé sin pensar hasta a él agarrándolo del cuello, mientras él intentaba zafarse de mi agarre, si por mi fuera, lo mataría aquí mismo.
-Escúchame bien, porque sólo te lo diré una maldita vez.-Escupí apretando su cuello con más fuerza, viendo su rostro de angustia, sonreí de lado, pero la sonrisa duró bien poco.
-Harry, suéltalo!-Teo gruño pero lo ignore por completo.
-Aléjate de ella, no la mires, no le hables, no la busques, no *tragué saliva* no la toques, porque si no tendré que matarte y no queremos eso ¿No?-Dije mirándolo fijamente, su rostro mostraba desesperación, me encantaba esto.
Aflojé un poco mi agarre y el cogió un poco de aire.
-Tu no me das ordenes, Styles.-Murmuró.
Lo sostuve con una mano y alcé la otra cerrando mi puño pero un brazo me agarró en esos momentos, haciéndome voltear y dejar libre a Clark.
-¿Que mierda haces?-Dijo Teo.
-Esto no es asunto tuyo.-Dije soltándome de su agarre y pasando una de mis manos por mi pelo.
-Contrólate, si no vas a terminar en la cárcel.-Negó con la cabeza.
Me giré volviendo a ver a Clark, el que pasaba las manos por su cuello, recuperando el aire.
-Ya me oíste, déjala en paz.-Ordené.
-Ella no es de tu propiedad, deja ya la manía de apropiarte cosas.-Vaciló.
-¿Quien ha dicho que no lo es? no estoy para tus tonterías, lárgate y que no te vuelva a ver el pelo.-Escupí y el rió mientras tosía.
-Me voy me voy, pero recuerda que tenemos algo pendiente.-Dicho esto se dió la vuelta y se esfumó del lugar.
Le di una patada a uno de los bancos tirándolo al suelo.
-Joder!.-Grité.
-Ni loco aceptes pelear con él otra vez.-Advirtió Teo.
-¿Por que? volveré a pisotearlo como la última vez.-Reí de lado recordando aquel combate en el que lo tuvieron que hospitalizar gracias a mi.
-Harry, él solo quiere vengarse por lo que le hiciste, pero esta vez no jugará limpio, hará lo necesario para dejarte tirado en el ring o incluso..muerto.-Dijo seguro.
-Vamos Teo, ¿que va a hacer? sabes perfectamente que puedo destruirlo una vez más-Reí.
-Las cosas no son tan fáciles, no conoces todo lo que se puede llegar a hacer en el mundo del boxeo para ganar, hazme caso..
Narra Alison
Abrí mis ojos con lentitud, un nuevo día comenzaba,
Salí de la cama y fui al baño, me lavé la cara y los dientes y comencé a vestirme, me coloqué unos jeans negros junto con unas converse blancas y una sudadera blanca, por último peine mi pelo y me rocié de colonia.
Bajé a la cocina pitando, mi madre ya no estaba asique se habría ido, cogí una manzana y me la comí casi sin masticar, agarré mi mochila y salí. Me encontré en la cera del frente un coche negro bastante familiar. Sonreí para mi misma algo nerviosa sin saber por que, caminé hasta llegar al coche, abrí la puerta y efectivamente comprobé que en el interior de este se encontraba..Harry el que me miraba atento esperando a que me subiera y así hice cerrando la puerta tras de mi.
-Buenos días Alison.-Susurró su ronca voz mientras arrancaba el coche.
-Buenos días.-Murmuré sonriente.
Y su rostró se fijó en el asfalto, concentrado en el volante, se adentró en las calles de Londres, yo observaba por la ventanilla todo a mi alrededor, los arboles, las infinidad de casas, y algun que otro perro vagabundo, la frialdad de la mañana, Londres era definitivamente ididilico.
-¿Qué tal con Clark?-Resonó esa última palabra por todo el coche haciendo que me incorporase de un bote en el asiento.
-Bien, por suerte terminamos el trabajo.-Dije pesada y el asintió con rostro serio. ¿Que pasaba ahora? Suspiré y me crucé de brazos volviendo a mirar por la ventanilla, desde luego no había por donde cojer a este chico, era imprevisible, cosa que..tampoco me desagradaba mucho.
El resto de trayecto fue de lo más silencioso, su coche estacionó frente al instituto, yo agarré mi mochila, abrí la puerta y salí del coche, perseguida por Harry.
Al llegar a la gran y horrible puerta de entrada su brazo me detuvo.
-¿Te dije que hoy estas guapísima?-Susurró en mi oído haciendo que todo mi pelo se erizase, que mi cabeza se abrumara.
Volteé temblorosa y choqué con su cálido aliento, algo familiar ya.
-Grac-gracias.-Dije lo más tímida posible, pero nunca nadie me había piropeado de esa manera.
-Y cuando te sonrojas, aún más.-Dijo agarrándome de la cintura, llevándome hacia él sin permiso alguno, sus labios tocaron los míos con suma delicadeza y suavidad, estaban algo fríos, mis labios se derretían al contacto con los suyos, podía notar el ardor, lo raro es que..me gustaba.
Nos separamos por falta de aire.
-Hoy no podré venir a recogerte porque tengo unos asuntos que resolver pero esta tarde pasaré por tu casa vale?.-Dijo observándome detenidamente.
-¿Que asuntos?-Dije curiosa, la verdad es que no sabía mucho de él.
-Unos, bebé.-Rió.
Ya empezaba, a que venía esa risa ahora, me alejé de él, que me miró serio,
-Tu siempre me andas preguntando, controlando y queriendo saber todo y sin embargo yo? ¿Que se de ti? poco más de tu nombre. Y cuando te pregunto algo me das largas, no me gusta nada esto.-Negué con la cabeza.
-Alison, relájate.-Ordenó.
-Mira, ¿sabes que? vete, si vete a resolver tus asuntos y lo que te de la gana, pero a mi déjame hacer mi maldita vida.
Me adentré en el centro sin darle tiempo a articular palabra, sentía rabia, impotencia de no saber nada, de que me trate a su antojo, de que..me tenga así.
Caminaba por los extensos pasillos buscando mi clase cuando una mano se posó en mi hombro, di un grito del susto y boté girándome.
-Clark..
