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03

Narrador Omnisciente

«Jung EunJi»

La chica salió corriendo de aquella clase, sin importarle el aire que cada vez más desaparecía sin cesar. ¿Por qué aquel profesor quería saber todas esas cosas sobre ella? Le pareció raro, a decir bastante. Que un profesor nuevo se interesa de tu vida personal y amorosa era algo, como decirlo, fuera de lo común. Pero eso era lo que menos la preocupaba ahora mismo. Lo que no le gustaba nada era que no podía parar de mirar a él profesor Jeon a los ojos cuando hablaba. Sus ojos se iban a los suyos sin darse cuenta, por más que se dijese a sí misma que no debía, su mente no hacía caso. Y era normal, por más que le dijeras a tu mente que no haga algo, más lo va a hacer. Es algo inevitable ya que la mente humana funciona así. Y Le jodia de una manera desmesurada.

La propia mente de una persona hacia lo que le parecía o lo que sin darnos cuenta en verdad deseamos. Pero ella estaba segura de que no quería ver sus ojos, ¿verdad? Esos marrones, brillantes y profundos ojos. Sin evitarlo una sonrisa se dibujo en sus labios al pensar aquello, y rápidamente la retiro de sus labios. Tomo una gran bocanada de aire antes de salir por la gran puerta y dirigirse al coche de su hermano estacionado fuera. Solía pasar a recogerla los lunes y miércoles ya que salía antes del trabajo y le pillaba cerca.
Jung HoSeok era una persona ocupada. Pero siempre sacaba tiempo para su pequeña hermana.

Suspiro y se dijo a sí misma que fingiese una sonrisa, y así lo hizo. Puso la mejor sonrisa falsa que sabía en sus labios y entró a coche, dando un beso en la mejilla del chico sentado en el asiento del piloto.

—Buenas tardes hobi— dije una vez que se había apartado de él, volviendo a su espacio personal.

—Buenos días enana— le miró con su ceño fruncido, haciendo que el mayor la mirase enternecido, ya que no podía verse más adorable. Ella gruñio más por eso.

—No hace falta que me recuerdes todos los días lo de mi altura, ¿sabes?— se quejó ella haciendo un pequeño berrinche. Teniendo la edad que tenga, nunca había que perder esa chispa de inmadurez que hacía la vida de una persona algo más feliz.

—Sabes que eres adorable haciendo eso, lo menos que haces es intimidar. Tenía algo que decirte, Charlie quiere convocar una comida familiar el sabado, dice que quiere conocer a nuestras parejas y blah blah blah— dijo cansado de las mismas cosas de siempre. Rodo sus ojos con una notoria molestia. Eunji suspiro y se acomodo en el asiento, para luego girar su rostro y observar a su hermano.

Chico alto, 1'77cm. Cabello castaño, brillante y sedoso. Ojos rasgados y pequeños, de un color marrón oscuro profundo, en los cuales te pierdes sin darte cuenta. Labios gruesos y suaves, a la vista brillantes. Nariz perfilada y bien cuadrada a su rostro. Mejillas algo regorditas al sonreír. Cara levemente alargada. Era bastante guapo, para que mentir. Tenía buenos genes para salir así. Era un chico hermoso. Un ángel caído del cielo, que alguien puso en la tierra para hacerla un lugar mejor. Con una sonrisa o un solo comentario alegraba tu día. Era una persona con una personalidad bastante única.

—Hobi, ya sabes que él lo hace con la mejor intención, solo quiere que volvamos a ser una familia, aunque sea sin mamá. ¿Por qué sigues sin aceptarle?— frustrada soltó un suspiro. Charlie no era un mal tipo, al revés. Le parecía alguien encantador y con muy buen carácter. Pero su hermano seguía con la mirada fija y recta, en que él fue el causante de la muerte de su madre y la separación de sus padres.

—Eun, ya sabes el por qué. No entiendo por qué siempre haces las mismas preguntas.— soltó firme. Ella solo giro su cabeza para mirar por la ventana. Habían llegado. Soltó un suspiro y se giro de nuevo a ver a su hermano, dejando un beso en su mejilla.

—Gracias, nos vemos hobi. Ya te iré diciendo de lo del viernes.— sonreí y salí del coche sin oír ni un adiós de su parte. Al salir, las ruedas del coche contra el asfalto se pudieron oír con fuerza y rapidez. Soltó un suspiro y sacó las llaves de su bolsillo, para luego entrar a su apartamento.

No podía parar de darle vueltas a varios temas en su cabeza. El primero era claramente su hermano. Su hermano era uno de ellos, una persona con un trastorno obsesivo compulsivo era difícil de tratar, y nunca sabes cómo puede actuar. Puede darle un ataque de ansiedad, o simplemente perder los nervios con algo irrelevante. Obviamente, muchas de las veces sabía controlarlo y hasta ayudarle. Pero, ¿cómo sabes qué Le ocurre si no habla mucho contigo?  Lo único que hablo conmigo sobre el tema, fue cuando falleció mi madre. Simplemente necesitaba apoyo. Y sus cabezas resuenan una y otra vez en mi cabeza. "No quiero que me ayudes como psicóloga, necesito que me ayudes como mi hermana.'' Lo dijo tal cual. Y lo he intentado, os prometo que lo he intentado, pero al verle así, me es inevitable pensar en cosas para ayudarle de una manera profesional. Me viene solo a la cabeza. ¿Que debía hacer? Al fin y al cabo el también tiene razón, antes que psicóloga soy su hermana.

Y el segundo tema, era el profesor. Haga lo que haga no podía dejar de pensar en él, o más bien en su forma de actuar y de ser, le parecía una persona bastante atrevida y algo cotilla en temas de su propio interés. Pero en el aspecto laboral, Le parecía un buen profesor. La manera en la que dio clase y nos presentó, me deja una temprana impresión de alguien bueno y dominante en lo que hace. Pero no era eso en lo que no paraba de pensar, no. Era en sus ojos, en el por qué de esas raras preguntas de una hora atrás. El por qué de su introversión en mi vida privada en menos de un día de conocerme a mi o siquiera a Chanyeol.

Suspiró y se dijo a sí misma que dejase de pensar tanto en ello. Y eso hizo, se relajo y intento olvidarse de todo un poco. Dejo su bolso en la entrada con cuidado y únicamente cogió su móvil. Para programar una alarma en 2 horas, que era lo que tenía planeado dormir. Sonrió al ver un mensaje de su mejor amigo y otro de su hermano.

ChanYeol-ssi:
–Buenas tardes Eun, ya se que seguramente estés durmiendo a esta hora como sueles hacer, simplemente decirte que tengas un buen día y me llames más tarde. Adiós–  15:03PM

–Aigo, muchas gracias ChanYeol, luego te llamo que tengas buena tarde. Besos– 15:07 PM

Sonríendo salió del chat para ir al de su hermano, era algo raro que Le escribiera al móvil.

Hobiii:
–No te olvides de avisarme para lo del viernes, y siento haberme ido así, no se que me dio. Buen día– 15:03PM

–No te preocupes hobi, no es problema. Y si, te avise. Buen día a ti también– 15:09PM

Soltó un suspiro y apago el móvil, tirándose a la cama nada más llegar a su habitación. Coloco su iphone en la mesa de noche y se arropó con una manta que había a los pies de la cama. Miro el techo un par de minutos.

''Omma, Appa, os quiero mucho'' sonrió y cerró sus ojos.

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Aigoo, holaaaa. Gracias por esperar tanto por esta actualizacion. Pero de verdad no pude.

¡GRACIAS! GRACIAS POR EL 1K. De verdad ni yo me lo creo. Me es increíble. Y también millón de gracias por los 400 seguidores que llegamos ayer. Os amo mucho mucho. Sois increíbles.

Intentaré actualizar más seguido, os quiero mucho. Hasta la próxima

Saranghae,
Park AhnMi