-Capítulo 11

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Antes de morir,  Shinya le dijo “para amar a alguien primero debes amarte a ti mismo”,  algo que Yuuichiro  Ichinose creía imposible,  pensaba que esas palabras eran una fantasía,  hasta que se dio cuenta de la realidad.  Él jamás podría amar a alguien,  porque no se amaba a él mismo.

Tenía miedo de perder a la persona que amaba,  y,  todo lo que estaba sucediendo se estaba haciendo realidad.  Estaba cansado de llorar por alguien que parecia que no lo amaba.

Por otro lado,  Mikaela,  estaba cansado de que la gente lo juzgara sin siquiera conocerlo,  de que siempre de aprovecharan de todos los beneficios que el obtenía.  Ambos estaban cansados de la vida tan injusta que estaban llevando,  pero,  su falta de valor des impedía terminar con todo eso.

El silencio en el lugar no se iba,  todos miraban atentos al jurado,  el cual,  leía sin interrupciones la noticia obviamente falsa que salió en el periódico hace un mes.  Yuu estaba tenso,  al igual que Shindo,  mientras que Mahiru no dejaba de “llorar” para solo llamar la atención y hacer parecer la razón de la infidelidad absurda.

—Bien— Habló finalmente,  haciendo que casi todos dieran un leve brinco en sus lugares por los nervios. —Es hora de ver las pruebas.

Todos se miraron entre sí,  “¿cuales pruebas? ” murmuraban.  Como nadie había querido ser el abogado de Mikaela,  el azabache se ofreció para ayudarlo,  fue en ese entonces cuando se levantó,  y con un tono firme respondió

—Nosotros tenemos pruebas— Los murmuros llegaron,  y,  como si hubiese sido un milagro,  el llanto de la pelimorada cesó de golpe,  mirando con atención cada acción del Ichinose.  —Hice un trato con la editorial que público esa noticia,  y,  me prestaron las fotos originales—

Los nervios se fueron del ruso y de quienes lo apoyaban y se fueron a la esposa y su abogado,  el ojiverde abrió su portafolio y sacó y sobre amarillo,  lo abrió con delicadeza y sin sacar nada de adentro se lo dio al juez,  miro por unos segundos dudando de Yuu, pero después saco lo que había en su interior.

Analizó las fotos por unos segundos —Están alteradas— Dijo con cierta molestia

—¿Verdad? — Habló emocionado Yuu —Como la señorita Mahiru esta esperando un bebé,  ella quería lo mejor para su futuro heredero,  pero,  no estaba conforme con lo que Shindo Hyakuya  le daba,  por lo que decidió crear una información falsa,  para que todo se viera tan mal,  eso explica porque las fotos fueron publicadas en blanco y negro,  no querías que viera que esa foto es de cuando se casaron,  ¿verdad señorita Mahiru?—

—¡N-no es verdad! ¡Él me engaño! ¡Deben creerme!—.

—La evidencia dice lo contrario— Miro los ojos de la dramática y regresó a su lugar,  el juez continuo observando las fotos,  pero,  obviamente las cosas no se quedarían así,  ahora era turno de Mahiru,  su abogado se levantó con calma,  tratando de controlar a su clienta,  el Rubio y el azabache no dejaban de mirarlo,  camino hasta el centro,  robándose la atención de todos lo que que estaban en el lugar,  la tensión en Mikaela y Yuuichiro regresó.

—Tienen razón,  tal vez esa evidencia no sea real

—Hacer información falsa pública es un delito— Habló el juez —Puede obtener varios meses por eso—

—Lo sé,  pero,  ella no está del todo equivocada,  tengo evidencia,  que dice que Shindo Hyakuya realmente si la engañó,  pero no con una chica—

Nuevamente la gente comenzo a murmurar,  comenzaba a hacerse un escándalo,  por lo que el juez tuvo que alzar la voz —¡Orden! ¡Orden en la sala!— Todos finalmente guardaron silencio —Quiero ver esa evidencia—

'ιnғιdelιdad' мιĸayυυ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora