House of cards

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(Se recomienda la canción para entrar en ambiente) 


Siempre a las 12:00 am se toca la canción de House of cards en el club, ya es una tradición que esta hermosa y tortuosa canción este sonando en honor a su propio nombre. House of cards es el club más peligroso y visitado de este último tiempo, ubicado en una parte de la ciudad muy acomodada, de dos pisos, con casino incluido y mucho más, mucho más.

—Vamos Jeon seguramente estás aburrido de solo estar sentado aquí

— ¿Tan interesada estás en mi como para no dejar que tome mi whisky?

—Solo digo lo que veo

—Preciosa, no estoy interesado, ahora déjame y ve a hacer algo de provecho

La preciosa rubia no menciono palabra, si eras rechazado por Jeon Jungkook no había vuelta atrás nada lo convencería de llevarte a su cama, por lo menos no en esa noche, el pelinegro estaba esperando a su jefe, pero tal vez este ya estaba retrasado, constantemente su mirada se dirigía a la entrada de ese segundo piso, pero nadie que conociera aparecía, ya se estaba arrepintiendo de no aceptar a esa rubia.

Por la entrada principal entró un chico, Jungkook no es exigente, puede meterse con hombres y mujeres sin ningún problema y este chico se veía jodidamente sexy, pantalones entallados, alto, con un cabello ligeramente despeinado, camisa abierta del pecho sin duda su tipo, este se fue acercando hasta la barra, ya casi eran las 12:00 am, ya casi era la hora de que sonara la popular canción, ya era hora de echar un polvo rápido.

—Nunca creí que los chicos guapos subieran al segundo piso—Jeon atacó ligeramente mientras con su mirada recorría al su próxima víctima

—Nunca creí que los chicos guapos se quedarán en la barra bebiendo—contraataco— Soy Hyun encantado

— Puedes llamarme Jeon


12:03 a.m.

Los labios de Jungkook estaban en el cuello de su acompañante, dejando pequeñas marcas y besos húmedos, sus erecciones estaban en su límite, no llevaban ni 10 minutos en el baño de aquel fascinante club, los besos eran demasiado húmedos, demasiado calientes, las manos de Jeon recorrían la cintura y los muslos del chico que estaba encima del lavabo, los gemidos se escuchaban levemente entre la canción.

Ambos disfrutando, ambos deseando más, mientras más pasaba más rozaban sus cuerpos, anhelando más, la ropa fue sobrando, la piel necesitaba más contacto, no podían siquiera respirar con normalidad, necesitaban más.

— ¡Jeon!—interrumpieron en el baño

—Ahg Mierda— se separó de su acompañante— ¿Qué quieres maldita sea?

—Llego el Jefe y está preguntando por ti

—Ya voy— contestó un poco molesto —Bueno dulzura, lo siento pero me tengo que ir, tal vez puedas buscarme otro día para continuar lo que dejamos.

Salió, Hyun el chico que terminó encantado por Jeon Jungkook seguía sin digerir lo que acababa de pasar, solo que lo dejaron son una erección en sus pantalones muy dolorosa. Pero tampoco Jeon salió muy limpio de ello.

El camino hasta la oficina del jefe era corto pero oscuro, la música seguía escuchándose cada vez un poco más lejos hasta llegar a una puerta color rojo que Jeon no tardó en abrirla

—Jefe ¿Me buscaba? —preguntó con calma.

—Si Jeon, tengo un trabajo para ti.

—Cuente conmigo —sonrió

Escuchó atentamente la misión, era fácil pero si no la hacía bien podía arruinar todos los tratos que el Jefe tenía y por ende su cabeza terminaría rodando.

House of Cards | TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora