Toxic

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Montecarlo hace 5 años

El sol pegaba en la ventana de la habitación del hijo del jefe, Jimin se removió un poco entre las sabanas, Jin lo había buscado a medianoche y había sido una de las mejores noches de su vida, cuando el hijo del jefe le confeso estar locamente enamorado de él no podía creerlo, los primeros besos robados, los regalos misteriosos que ya sabía de quien era, poco a poco Jin se metió en cada uno de sus huesos, pensar que lo conoce desde hace tiempo, y que la atracción que sentía era prohibida, pero todo lo olvidaba cuando estaba entre sus brazos, con Jin respirando en su cuello, amaba locamente a este hombre.

Seokjin despertó y sonrió como siempre lo hacía, beso su cuello y suspiro en su cabello, la sensación de tenerlo cerca era lo mejor. Su amor era el mejor.

Despertar contigo Jimin, es lo único que quiero hacer toda mi vida

Te amo Jin, con toda mi alma

***

Seúl actualidad

La respiración de Jimin estaba acelerada, el rostro de Seokjin seguía siendo el más hermoso que conoció nunca, sus labios ligeramente carnosos estaban tan cerca que por un momento Jimin olvido que era un sujeto peligroso y él era un policía.

Seokjin no estaba mejor, no había visto a Jimin en 5 años, preguntándose el porqué de su partida, sintiéndose enojado porque lo dejara sin una explicación y fingiera su muerte como si él no le importara, como si realmente no lo amara, seguía demasiado guapo, había cambiado su tono de cabello, ya no era naranja como cuando era un crío, era plateado y un poco más largo, la madurez le sentó demasiado bien.

Tenía tantas ganas de juntas sus labios con los suyos pero algo en su interior decía que no era el mismo hombre del que se enamoró y que esa persona murió en un accidente hace 5 años.

—Dame una buena razón para no matarte Park —voz fría como su padre le enseño.

—Porque, porque si me matas no hay marcha atrás, y si querías ser invisible matar a un policía no es el mejor método— con voz temblorosa intento amenazarlo

—No le tengo miedo a tu placa Jimin, dame algo mejor.

—No hay nada mejor, esto que vez es lo único que hay.

— ¿Dónde está Vante?

— ¿Crees que te lo diría? —rio sin ganas

—Eres un policía, eso significa que él también, dámelo y quedaras con vida.

—No soy estúpido Jin—se removió —me matarás en cuanto él este contigo y él es la única familia que me queda.

Jin presiono más a Jimin contra la pared, sus instintos primarios estaban a punto de salir, sus labios eran demasiado tentadores y recordó lo que su padre le dijo cuándo le obligo que se alejara de Jimin, definitivamente este nublaba su juicio.

Y lo beso. Fue desesperado e intenso, en ese beso se mostró todo lo que guardo por años de ausencia, Jimin en cambio estaba conmocionado y lo beso con todos los sentimientos que enterró por él, todas las noches que se arrepintió de irse, todas las noches que lloro por el hombre que más había marcado su alma, ese beso era todo, no se dio cuenta en el momento que puso sus manos en sus mejillas y Jimin comenzó a llorar, no sabían cuánto se extrañaban hasta que sus labios volvieron a juntarse.

Se separaron por falta de aire, juntaron sus frentes y suspiraron, el dolor en sus corazones estaba presente y el juicio nublado, un policía y un jefe de la mafia, que irónico.

***

Los amantes de la pista terminaron en el baño más cercano, sus labios estaban en todas partes posibles de ambos, dejando marcas donde podría haber espacio, era curioso como la tensión sexual los hiciera llegar ahí, las estocadas se oían entre el eco de la música, y los suspiros de satisfacción fue lo último que se escuchó, en aquel baño.

—Taehyung ¿Quién te invito a la fiesta? —dijo mientras se acomodaba la ropa

Los pensamientos de Taehyung estaban hechos un lio, si el pelinegro estaba ahí era porque tenía un contacto en ese edificio, por lo tanto no podría decir que trabajaba ahí, piensa se dijo

—Tengo un contacto que me dijo que estaban reclutando modelos— fue lo mejor que se le ocurrió.

—Mmm. Genial. —Miro su reloj, tenía cosas que hacer como encontrar a Vante— me tengo que ir pero, tienes mi número, háblame cuando quieras. —le entrego una tarjeta de presentación y un número escrito al ya puesto en la parte de atrás.

No tuvo tiempo de contestar, el pelinegro salió de ahí, Taehyung seriamente se estaba preguntando ¿qué le pasaba con ese chico? Cada vez que lo veía sus pensamientos eran dispersos, no se podía concentrar en algo más que en esos labios ligeramente rojizos, ese chico rompería todo a su alrededor y él lo estaba dejando.

Salió del baño arreglándose la camisa, odiando estar desordenado pero sonriendo un poco por el motivo del desorden, ahora tendría que buscar a Jimin, esperando que estuviera haciendo el trabajo que él tendría que estar haciendo.

Siguió su camino por el lugar donde Jimin fue, era un pasillo estrecho y poco iluminado, no había rastro del peligris, y por lo que oía no había nadie, le mando un mensaje y se comunicó con los demás por si acaso algo había pasado. Y salió de ahí.

***

"Soy adicto a ti", sería la definición perfecta de lo que Jin estaba sintiendo besando a Jimin, eran tan apetecibles y tan suaves, que podría pasar toda su vida besándolos, joder era el jefe de una maldita mafia, un corazón frío que no le temblaba la mano al matar a alguien, pero termino llorando en los brazos del que fue su amor y siempre lo ha sido, derrumbando todas sus barreras que creo por años.

Jimin no estaba mejor que él en ese momento, no podía dejar de tocar su cabello y sus hombros, tuvo que separarse para ver el desastre que eran, ahora estaba en un gran problema, no solo con su trabajo, sino también con su corazón. 

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⏰ Última actualización: Jul 22, 2022 ⏰

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