Butterfly

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Vante era temido, no porque fuera terrible o un malnacido, era temido por su capacidad de mostrarse frío en una misión, varios agentes han trabajado con él y no pueden seguirle la pista, mientras que un agente normal apenas estaba preparando su arma, Vante ya había disparado, era calculador y rara vez dejaba a su instinto dirigir, era tan temido que nadie lo llamaba realmente por su nombre y los que lo hacían o lo conocían de años o era el jefe del departamento.

Que Kim Taehyung estuviera a las 8:15 de la mañana, impecable, sin rastros de que el día anterior estuvo en una pelea era totalmente admirable, su aroma era totalmente masculino y a pesar de que no supieran nada más de ese hombre que lo que mostraba a todo el mundo siempre había dudas de quién era en realidad.

—Agente Vante, ¿Qué lo trae por aquí a estas horas?—habló la secretaria de turno

—Vine a ver al Agente Park, ¿Se encuentra?— no dijo más, y es que no lo necesitaba, la presencia de Kim hacía que la misma secretaria estuviera a sus pies si este se lo pidiera, ¿Cómo era posible que logrará eso? Nadie lo sabía porque ese hombre solo tuvo que mirarla, ni siquiera tuvo que coquetear con ella, simplemente esa mirada la consumió.

—Si Agente, le diré que está aquí

—No te molestes, iré sin avisar.

Él podría vestir nada más que un traje, o ropa interior, o como era en ese momento con unos pantalones ajustados y una camisa blanca que se ceñía a su musculoso pero elegante cuerpo y podría seguir siendo el temible Vante.

Kim Taehyung fue hasta la oficina de su compañero y una sonrisa rectangular salió de los labios de este mismo, hasta el punto que Park Jimin se levantó de su lugar y lo abrazó, todavía la oficina no comprendía que el único que lograba descongelar el corazón del agente era el adorable Jimin, muchos decían que eran pareja, otros que crecieron como hermanos pero nadie sabía la verdad y eso les desesperaba, no saber nada del intimidante Agente Kim era desesperante.

—Vaya Chim, me extrañaste—Soltó un poco burlista

—Cállate idiota ya te he dicho que no me digas así, y si te extrañé, has estado dos semanas fuera, nunca nos habíamos separado tanto.

—Te contaré todo, pero creo que te debo un café

—Si me lo debes, ahora vámonos, me pondrás al tanto de todo

Se dispusieron a salir, había una cafetería justo enfrente de la comisaría, no irían muy lejos, cuando entraron el aroma de café inundó sus fosas nasales y se sentaron en la primera mesa que se encontraba sola.

—Bueno dime, ¿Qué se trae el capital enviándote a Japón y solo?

—No te alteres Chim, estoy bien.

—A veces tengo miedo que no regreses por esa puerta, estoy acostumbrado a que las personas se vayan de mi lado, pero de lo que sí estoy seguro es que si te pierdo, pierdo todo, eres mi única familia, por lo menos la única que me queda viva, y que tu vayas solo a esa misiones sin mí me deja con un mal sabor de boca, temo por ti y...

—Jim —Interrumpió — Estoy bien, no me perderás, no te perderé, hicimos una promesa hace mucho tiempo y sabes que yo cumplo mis promesa, tranquilo.

Antes de continuar su tensa conversación un mesero se acercó a la mesa pidiendo su orden, ambos pidieron, Taehyung un capuchino de Vainilla y Jimin un café negro, sus gustos eran la simple comparación con el otro.

—Ahora sí, escúpelo— espetó

—Hay mucha información sobre que el cartel que perseguimos aquí está haciendo sus movimientos también por Japón, fui a dar un vistazo aunque creo que ya viste mis nudillos, me atraparon y bueno lo demás es historia, pero estuve rastreando un poco y solo me lleva a un lugar, el House of cards

— ¿El club? No me sorprende, la cantidad de personas que suben a ese club es impresionante, igual es raro que tenga todo bien con la ley

— ¿Los investigaste?

—Amigo, claro que los investigue, fui hace unas noches con un tipo de la oficina, todo era terriblemente perfecto, además de que muy pocos suben al segundo piso.

— ¿Por qué?

—Según dijo el oficial es porque si te ven muy sexy o tienes palanca te dejan entrar, pero yo supongo que hay algo más, no encontré mucho, pagan sus permisos, están prácticamente limpios y para un club de ese nivel pues está en duda su criterio tu y yo conocemos de esto.

Poco después llegaron sus cafés, ambos estaban pensando en que se estaban metiendo, ambos tenían una idea, a pesar de que les excitaba la idea, tenían que pedir permiso como si de dos niños se tratará

—Se lo que estás pensando Chim—Taehyung fue el primero en hablar

—Entonces si lo sabes ¿Por qué no estamos ideando el plan?

—Sigues herido, no iré al campo así contigo.

—Solo vamos a echar un vistazo, podremos divertirnos en el proceso no haremos nada más, lo prometo.

—No sé cómo tienes ese efecto en mí, pero está bien lo haremos, pero con la condición que solo hagamos eso, nada de sacar tu lado de investigador o tratar de sobornar a nadie, vamos como civiles.

— ¿Eso significa que no le diremos al jefe?

— Tal vez, no me hagas cambiar de opinión, me haces romper las reglas y sabes que no me gusta pero, si el jefe no está de acuerdo no podemos esperar a que maten a alguien o peor que nos tachen como incompetentes.

***

8:30 a.m.

Era terriblemente temprano, estaba cansado, había dormido pocas horas y se quedó con ganas de al menos un polvo rápido desde noche pero su trabajo era más importante, llevaba en el negocio desde los 16 años, era el mejor según su jefe, casi llegaba al puesto de mano derecha, desde que escapó de casa su jefe es su única familia, le debe la vida y todo lo que tiene.

El día anterior le habían entregado una misión pero primero debería de encargarse de algo, algo con dos brazos y dos piernas.

— Enserio necesito respuestas dulzura —habló por segunda vez

— Ya te dije que no se nada, el tipo salió de la nada

Jeon estaba furioso, el grupo que había mandado a Japón había sido atacado y el idiota que estaba enfrente de él era el único que tuvo el valor de enfrentarlo.

— No me jodas la existencia, debes de saber por lo menos su apariencia, quiero su cadáver — Jeon estaba tan enojado que golpeó al sujeto que estaba de rodillas enfrente de él.

—Yo —escupió algo de sangre antes de continuar —sólo se su apodo, o es lo que creo que es, tuvo el descaro de contestar una llamada telefónica

—Su nombre, dime su maldito nombre

—Según oí Vante.

Jeon no espero más, no lo necesitaba, no podía tener cabos sueltos, sacó su arma y apunto a la cabeza de su acompañante

— ¡Ya te dije todo lo que se no me mates! —grito no quería morir

—Confío en ti, eras un hombre leal pero ya no te necesito.

Disparó.

—Sáquenlo y limpien —se dirigió a los dos tipos que estaban detrás de él

Ahora Jeon tenía más problemas y si no los resolvía su jefe pondrá su cabeza en la cena de esta noche.

"Así que ¿Vante? Que nombre tan curioso, lástima que va a ser una piedra en mi zapato" pensó.


House of Cards | TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora