No soy la chica que tu crees

5.- Visitas inesperadas

Sam y Dean lo miraron impactados, para luego ponerse de pie y empuñar sus armas, acto seguido se dirigieron hacia la puerta la que comenzaron a mirar impacientes, esperando la llegada de su amigo...quien, y esa era la parte que los ponía de los nervios, no venía solo.

La puerta del búnker se abrió de pronto y Cas ingresó con los ojos muy abiertos, observándolo todo, al ver a las mujeres apuntándolo con las armas, entrecerró los ojos y ladeó la cabeza unos segundos.

- ¿Dean? ¿Sam?- Preguntó Castiel mirándolos atentamente, al tiempo que alguien entraba tras él; Sam y Dean afirmaron el agarre en sus armas.

- Somos nosotros Cas- Respondió Dean -. Solo que en otros cuerpos. ¿Quién es tu amigo?-

- ¿No me reconoces Dean-o?- Se escuchó decir tras Cas, una voz que los chicos no creyeron volver a oír, para luego salir de atrás del ángel -. Soy yo muchachos, he vuelto. -

Dean y Sam bajaron las armas, despacio. En sus rostros se dibujaba la sorpresa y el asombro.

- ¿Gabriel?- Dijo Sam por fin.

- El mismo que viste y calza- Respondió el arcángel -. ¿Me extrañaste Samantha?-

-Será mejor que nos sentemos- Dijo Cas pragmático, para luego cerrar la puerta del búnker y bajar las escaleras, seguido de Gabriel.

Los cuatro se sentaron alrededor de la mesa mirándose con atención, frente a frente seres celestiales y humanos estudiándose en silencio. La situación era extraña y tensa, el ambiente se podía cortar con un cuchillo.

-Te ves tan extraño Dean- Dijo Cas de pronto -. Sé que eres tú, ya sabes, por tu alma... pero por un instante no te reconocí, a pesar de saberlo de antemano. -

- Espera... ¿Qué?- Dijo Dean con una voz demasiado aguda -. ¿Cómo es que lo sabías?-

- Cas estuvo estos días cautivo muchachos- Sam y Dean miraron a Gabriel estupefactos -. Y ya que nadie pregunta por mi resurrección, les contaré que ... -

- Cálmate truquero, tu resurrección es algo que definitivamente debes contarnos. - Gabe se enfurruñó en la silla con los brazos cruzados -. Pero primero...-Dean miró a Cas a los ojos -. ¿Dónde diablos estuviste los últimos días?- Cas miró a la mujer atento, sintiéndose extraño al oirle levantar la voz y le respondió aún analizándolo, por lo que su voz salió plana, como en los primeros días que Dean le conoció.

- Amara- Dijo Cas, parpadeando un poco, como saliendo de un trance -. Se apareció ante mí cuando volvía del cielo, para luego apresarme en algún sitio cercano al mar.-

-¿Amara?- Dean no salía de su asombro -. ¿Fue ella quien nos hizo... esto? - Dean señaló a Sam y él mismo con las manos, a lo que Cas asintió -. ¿Te dijo algo? ¿Cómo revertirlo?-

- Me dijo: Ellos necesitan aprender esta lección. - Cas no quiso repetir la parte en que Amara le dijo" Especialmente tu humano favorito", por lo que calló a propósito -. Luego habló acerca de las ventajas y desventajas de ser una mujer, y de cómo a lo largo de la historia habían sido omitidas, sometidas y olvidadas. Señaló que ella misma había sufrido opresión por parte de su hermano, que ahora las cosas se habían resuelto, pero que le llamaba la atención la fuerza de las mujeres, la forma en que manejan sus sentimientos. Dijo también que si ella hubiera estado presente en el tiempo en que Chuck creó la tierra y a los humanos, todo sería distinto. Al terminar, me dijo que Sam y tú necesitaban pasar por esto para definir ciertas conductas internas de las cuales renegaban, que para volver a tener su forma masculina debían vivir todas las experiencias humanas de una mujer, excepto tener un hijo. - Sam y Dean botaron el aire -. Que debían dejar fluir su feminidad. - Cas suspiró de manera audible -. Por último dijo que estaría atenta a ustedes, y que si intentaban cualquier truco sucio, ella vería como hacerlos pagar. -