11/04/2016
La vida de las personas está encaminada a buscar la felicidad, he ahí el porqué de que todos tengamos objetivos diferentes pues cada quien tiene su concepto de felicidad y de que es lo que llena sus vidas de inspiración. Muchos encuentran la felicidad en el dinero, otros en las amistades que se vinculan durante años, unos encuentran la felicidad dañando a las personas y otras en ayudarlas con todo lo que pueden. Yo soy un caso aparte pues encontré la felicidad en un ser que a la vista de cualquier persona puede ser algo insignificante y tal vez un estorbo.
Hoy te escribo a ti maravilloso ser pues tu presencia en mi vida fue mucho más valiosa que todo el dinero del mundo, mucho más cálida que una amistad y mucho más especial que ayudar a cualquier persona necesitada. Hoy te escribo a ti bello felino pues aunque ya no pueda sentir tu presencia ni tu cariño cada recuerdo que llega a mi mente sobre ti me cubre con un mar de felicidad que ahoga mis penas
Hoy te escribo a ti Panchita pues a pesar de ser solo un gato tu compañía es algo que agradeceré hasta el final de los tiempos, me enseñaste a preocuparme por alguien más que no fuera yo, me sacaste el instinto paterno a mi corta edad, me enseñaste que las cosas perfectas se acaban cuando menos lo esperas y no hay que acomplejarse por ello.
Hoy te escribo a ti Rodolfo, me enseñaste a valorar los momentos por muy cortos que puedan parecer, me enseñaste que por más solo que te sientas siempre vas a tener a alguien a tu lado que de alguna manera entienda tus problemas.
Tal vez pocas cosas en la vida logren causar lo que ellos causaron y eso los hace ser unos seres maravillosos pues entraron en mi vida en el justo momento que creía que me iba a derrumbar por completo, con cada maullido y ronroneo me levantaron poco a poco el ánimo y me ayudaron a seguir adelante