Ayer tuvimos el último concierto de la gira y hoy he quedado con Anna. La miro con una sonrisa mientras me cuenta como lo ha pasado en el concierto. Observo con atención todos y cada uno de sus movimientos, como se coloca el pelo, su sonrisa, los movimientos de sus labios. Hasta que ella se me queda mirando ya que estaba más atento mirandola que escuchando lo que me decía.
- ¿Quieres parar? -me pregunta y la miro alzando una de mis cejas- vas gastar mi belleza.
- Ya como si eso fuera verdad -sonrío y beso su mejilla-
- ¿Y tú que sabes? A lo mejor si me miras tanto se me pega tu fealdad -dice riendo y yo la miro ofendido-
- ¿Acabas de llamarme feo? -le pregunto y asiente riendo-
- Estas me las vas a pagar nena -la aviso y comenzamos a correr por toda su casa-
Agradezco el estar solos ya que su madre nos tomaría por locos al estar por toda su casa corriendo de un lado para otro. Cuando pensaba que no iba a alcanzarla, la cojo por la cintura en el jardín, lo que a ella le pilla por sorpresa y se gira con una sonrisa a mirarme.
- ¿Y como se supone que te vas a vengar de mí? -susurra mirandome dejandome sin palabras-
- Eh... no sé, pero soy muy rencoroso -le advierto y ella pone ojitos-
- ¿Hasta conmigo? -pregunta inocente y me sonríe-
- Me lo tengo que pensar -sonrío y miro sus labios con deseo-
Cada vez nos acercamos más hasta rozar nuestros labios, muerdo su labio inferior y ella a continuación me mira y me besa.
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Joder, como la echaba de menos.
Esuchamos la puerta de su casa y nos separamos, sonríe e intenta limpiar mis labios tras haberlos manchado de su pintalabios.
- Cariño ya estamos en casa -dice su madre y ella alza una de sus cejas-
- ¿Estamos? -dice y se separa de mí para asomarse a la cocina ya que conecta con el salón-
La sigo y veo a un hombre junto a madre.
- ¿Te acuerdas de mi amigo Rick? -pregunta cuando su hija entra en el salón y yo la sigo, y ella asiente no muy segura-
- Un placer volver a verte Annabel -le dice ese tío y ella le sonríe tímida-
¿Que me estoy perdiendo?
Dani.
No paro de darle vueltas a la respuesta de Nayara, cuando le pregunté si era feliz. Me pongo nervioso tan solo al recordarlo.
