El día siguiente.

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Jesús.

Me despierto y miro a mi alrededor y no reconozco donde estoy hasta que recuerdo que anoche Anna nos invitó a dormir a su casa. Veo a Dani durmiendo a mi derecha en un colchon inflable con Nay.  Me levanto del sofá y voy hacia la cocina encontrandome con una mujer atractiva de unos 40 y pocos como mucho, y luego caigo en que es nuestra nueva fotografa, es decir su madre. Me mira con una media sonrisa desde el taburete de la isla de su cocina y veo que Anna está preparando zumo, haciendo tostadas, hay unos cuantos platos con frutas, café, entre otras cosas. 

- Jesús ¿verdad? -me dice su madre y me fijo en que Anna mira de reojo-

- Sí -le digo y me vuelve a sonreír- 

- Anna, cariño, me voy a la oficina que tengo que hacer papeleo -le dice su madre y besa la mejilla de su hija-  

Se escucha la puerta de la calle cerrarse y Anna me mira. Me fijo en lo guapa que está sin maquillaje, con un moño mal echo y un pijama de Minnie Mouse.

- Vaya, no sabía que esto venía con desayuno incluido -le digo y me sonríe-

- Hombre ¿esperabas menos? -me pregunta orgullosa-

- ¿Y la chica que prepara el desayuno también viene incluida? -le pregunto alzando las cejas-

- Tus ganas bro -me responde Dani entrando a la cocina- por cierto, buenos días.

- Lo dirás por ti -dice Nay desde el salón- que de vueltas das durmiendo hijo mío, y como roncas -dice mientras entra a la cocina-

- Dios, ahora mismo te quiero Nayara -le digo y se ríe- menos mal que no soy el único que se queja.

- Te entiendo amigo, tranquilo -me dice Nay y Dani nos mira mal-

Tras desayunar, Anna decide que es una buena idea que bañarnos en la piscina. Bueno en todo caso ellas porque nosotros no tenemos ni un solo bañador.

- Puede que haya alguno que mi madre haya comprado para mi primo cuando viene -dice la morena- ¿Jesús me acompañas? -me pregunta y asiento-

Subimos a la planta de arriba, a la habitación de invitados, y si que tiene bañadores de tío sí.

- Aun no me has respondido, ¿venía la chica incluída en el desayuno? -le pregunto y nos miramos-

- No digas tonterías Jesús -me dice y acaricio su mejilla izquierda-

- No es ninguna tontería -le aseguro y se aleja de mí-

- Oye -me llama- ¿puedes cantarme algo de lo que habeís compuesto?

- Pero que Dani no se entere, que luego se chiva -le digo y se ríe-

Comienzo a cantar y ella me mira.

 - Y apareciste de repente en mi vida...

 Y me gasté toda mi suerte en conocerte, 

Nunca pensé que encontraría una salida...

Y te metiste en mi rutina,

Cambiaste el orden de mis días...


Mentiría si no dijera que en parte esta canción me recuerda a ella...






Nay.

¿Destino o casualidad? {Gemeliers}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora