Capítulo I:

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Lila se miró al espejo, mientras que sus manos alisaban su vestido color verde manzana, que llegaba un poco más debajo de sus rodillas. Tomó un saquito blanco y sonrió. Se puso sus aretes de perla, que su madre le había regalado a sus quince años, y luego se puso un poco de gloss en los labios. Estaba lista.

La noche en Lisboa era cálida. Todo estaba preparado, para que la final de la Champions League comience.

– Vuelvo pronto Lisa. – murmuró a su gata que estaba sobre el sofá del living observándola. Ella le acarició sus orejas lentamente, se la había llevado al viaje, porque su madre estaba de viaje y no tenía con quien dejarla. La gata le maulló, estirándose, clavando sus uñas en el tapizado del sofá, mientras movía con energía su cola. Le puso un poco de agua y de comida.

Su celular vibró, sus compañeros ya estaban abajo esperándola. Cierra la puerta y corre al ascensor, allí presiono el botón para llamarlo. Pocos segundos después, se estaba adentrando a él. Se miró una vez más en el espejo, verificando su aspecto. Aliso unos mechones de cabello con su mano, y luego verifico tener los pases en su cartera. El ruidito del elevador indicándole que habían llegado a destino la hizo volver a la realidad.

Dejo la tarjeta en el mostrador del hotel y salió corriendo a la camioneta de sus compañeros, sonrió y se pusieron en marcha rumbo al estadio.

Al llegar, paso la credencial por su cuello y caminaron al vip de los periodistas y se acomodaron.

– ¿Emocionada? – preguntó uno de sus compañeros mientras se quitaba el saco del traje y lo ponía sobre sus rodillas.

-Demasiado. – Respondió

La charla prosiguió entre ellos con tranquilidad, hasta que los equipos salieron a la cancha.

El primer gol, fue al minuto 36, siendo convertido por Diego Godín. Todos los madridistas le gritaban insultos, mientras los colchoneros gritaban emocionados. Estaban cerca de la primera champions.

– Maldición. – susurró Lila mientras suspiraba frustrada. Había crecido en un ámbito de merengus y les había cogido cierto cariño.

Parecía que la Champions se iba para los colchoneros, hasta que en el tiempo suplementario, Modric saca un tiro de esquina, y Sergio Ramos lo empata con su cabezazo. Empate, y a seguir jugando.

– Odio cuanto los partidos son así. – comentó Lila. – Me ponen muy nerviosa. – mordió sus uñas, mientras miraba a su alrededor. No era la única nerviosa. Todos estaban en el mismo estado que ella.

El juego volvió a reanudarse, y la hinchada comenzó a cantar, y a alentar con todas sus fuerzas.

Los gritos de la multitud hicieron que levanté su rostro del móvil, y lo guarde en su campera, mientras Walter la abrazaba.

– Bale marco Lila. Bale nos está haciendo ganar. – Su compañero abrazó fuertemente, mientras ambos daban pequeños saltos, mientras en la cancha, el autor del gol era abrazado por todos sus compañeros. Lila olvido responderle el mensaje a su amigo.

El partido siguió con tranquilidad, hasta que Marcelo y Cristiano convirtieran un gol sobre la final, haciendo que el Real se asegure de la décima copa.

– Que felicidad. – comentó Lila mientras caminaba detrás de Walter rumbo al lugar donde tendría lugar la entrevista.

Allí estaban todos los jugadores siendo entrevistados al finalizar el partido. Todos tenían una gran sonrisa en su rostro.

– ¿A quién entrevistaré? – consultó nerviosa, y un poco emocionada.

– A Gareth Bale. – murmuró Walter mientras hablaba con el camarógrafo. – Tranquila. Es un chico bastante gentil. – le palmeó la espalda.

Lila suspiró, mientras jugaba con un mechón de cabello. Sintió unas fuertes pisadas, y segundos después una fuerte presencia frente a ella.

– ¿Lila Stone? – murmuró él chico mientras aferraba con más fuerza la bufanda a su cabella.

– La misma. Un gusto Bale. – murmuró mientras estiraba su mano para que él la estreche.

Bale sonrió de lado, mientras se acercaba un poco más. Tomo su mano y la estrecho con fuerza. – El gusto es mío, Lila. –

La chica mordió su labio, y respiro hondo. Aunque él fuera tan solo tres años mayor que ella, le infundía respeto, y estaba nerviosa.

Deshizo el agarre de las manos, y cuando quiso caminar hacia atrás, sus piernas temblaron, y resbalo. Dos fuertes manos sujetaron su pequeña cintura evitando la caída. Levantó su mirada y los penetrantes ojos azules estaban sobre ella. Puso su mano sobre su pecho, mientras él le sonreí.

– Gracias. – murmuró tímidamente, avergonzada.

Él se encogió de hombros. – No hay de que, ¿Empezamos con la entrevista?

Lila asintió con la cabeza y sonrió, mientras tomaba el micrófono entre sus manos, y aclaraba su garganta, pero tuvo que volver a hacerlo, porque la mirada de Gareth Bale, la estaba distrayendo y no lograba concentrarse.

<<Por favor, deja de mirarme así>> Rogaba internamente.

La entrevista finalizó y ella le agradeció con una sonrisa. La cámara se apagó momentáneamente y luego siguió entrevistando a los demás jugadores.

Ya quería volver al hotel, transcribir la entrevista, darse una ducha y dormirse. 

All Of The StarsWhere stories live. Discover now