Epílogo.

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Diez años después

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Diez años después.

—¿Has pensado en lo que te dije?—Sonrie buscando su mirada, lleva la mano a su mejilla acomodando su cabello castaño tras su oreja, viendo sus ojos dorados elevarse hacia los suyos e iluminarse al conectar, sin ser capaz de contener su sonrisa, rodeando su cuello con ambos brazos, girando levemente hacia el, aún sentados sobre el césped del claro, rodeados de tulipanes que crecían a su alrededor, siendo cubiertos del sol por las ramas de los árboles que había sobre ellos.

—La verdad no.

—¿Por qué no quieres casarte conmigo?—la atrae hacia el, rozando sus labios seductoramente.

—No quiero tener ninguna atadura humana, sé que estaremos juntos para siempre, eso es más que suficiente para mi.

— Conseguiré que te cases conmigo, no importa cuánto tiempo me lleve.

— Sigue intentando Cullen—acorta la distancia uniendo sus labios, sintiendo las manos del vampiro en su cintura siendo respondida al momento.

   Se aleja de él tras escuchar pequeños pasos y un sollozo a unos pasos de ellos.

   Un pequeño niño de seis años miraba a todos lados asustado, limpiando las lágrimas que crían por su mejilla.

—¿Estas bien pequeño?—Pregunta Camila levantándose de su lugar en su dirección.

—No encuentro a mi mama, ni a mi hermana—Solloza pasando sus manitas por su cara.

— Hey tranquilo campeón—se agacha a su altura—¿Como te llamas?

Alesandro, Alessando Stilinski

  Voltea hacia su novio con una mirada que no logro descifrar, y al entrar en su mente el bloqueo lo hizo jadear de dolor.

—Tranquilo campeón, todo estará bien, tu mama ya esta aquí— levanta la mirada.

—¡Alessando!—Ve salir a una señora con los ojos llenos de lágrimas, buscando a su hijo.

—¡Ahí esta Stiles!—Grita una niña pelirroja señalando a su hermano, soltando la mano de su madre para correr hacia él.

Nos veremos en unos años más—le susurra solo audible para el, recibiendo una sonrisa.

—Muchas gracias hija—le agradecer la mujer, se despide con la mano viendo a la pelirroja abrazar a su hermano.

—¡Stiles!

  Se abrazaron por unos minutos y comenzaron a caminar lejos de ella mientras discutían acerca de lo que cenarian el día de hoy.
  Gira sobre sus pies regresando con Edward, siendo recibida por sus brazos abiertos.


—Es extraño que se adentren tanto al bosque—voltea curioso—¿Me perdí de algo?

  Niega con la cabeza.

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