Suegro.

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Le abrí la puerta a Don Miguel un trabajador antigüo de la panadería.
-Buenos días señorita Dulce.
-Buenos días Don Miguel.
-¿Castigada?
-Asi es.
-Solo serán tres semanas.
(Claro viejito como no es usted al que han castigado)
-Ajá...sólo tres.
Los demás trabajadores empezaron a entrar minutos después.
6:00am.
-Levantate Miel,es hora de que te bañes.
-No quiero Dulce.
Se cubrió de pies a cabeza.
-Vamos Miel apresúrate o te...
-Déjala.
-Solo trataba de animarla para que fuese a la escuela.
-¡Huy si! la señorita ejemplo –dijo mi mamá apartandome de un empujón.
-¿Que te pasa mamá?
Se dio la vuelta y comenzó a gritar.
-¿Que me pasa? Aún te atreves a preguntar –estaba segura de que sus gritos se escuchaban hasta la panadería.
-Baja la voz mamá.
-Tu no eres nadie para ordenarme que hacer,¿Acaso tú fuiste obediente conmigo?.
Bajé la cabeza.
-Mírame y contéstame.
Mi cabeza siguió abajo.
-Mírame y contéstame Dulce Herrera.
Lentamente dirigí mi mirada hacia ella y contesté con mis lágrimas a punto de brotar.
-No mamá,no lo fuí.
-Ahí lo tienes.
-Pero mamá yo...
-Dulce yo sé que tú estás harta de estudiar en ese colegio definitivamente no fue buena idea cambiarte.
(¡Alto señora! Yo no quiero irme del colegio).
-¿Nos cambiarás de colegio mami? –preguntó Miel tristemente.
-No.
-¡Ay que alivio!
-Y Dulce báñate tenemos que ir de compras ahora.
(Noooooooooooooooooo compras,pero...para la panadería).
-Esta bien mamá.
Se retiró del cuarto de Miel y cerró la puerta.
-¿Sera que papá va a llevarme al colegio?
-No lo sé pequeña.
-Hazme unas trenzitas por favor.
-Primero báñate.
-Dulce porfavor,hazme las trenzas y te prometo que a escondidas de mamá,tomaré su teléfono y te lo traeré para que hables con Fran y con Sofi.
-La oferta es tentadora pero tienes que bañarte.
-Noooo.
-Al baño.
-Eres una fea.
-Y tu una cerdita.
Me sacó la lengua y se dirigió al baño.
Yo salí de su cuarto y me dirigí al mío.
-Dia 1 de 22 –dije y caminé a mi baño.
                         ******
¿Es en serio? El tiempo estaba pasando muy len...to...
Bajé a la panadería talvez ayudar a vender me animaría,un poco.
Me puse un delantal que tenía el nombre de la panadería y comencé mi labor apenas eran las 9:28 de la mañana,estas 3 semanas serían algo largas.
La campanita sonó y una chica muy linda entró al lado de una niña.
-Buenos días –dijo la chica
-Buenos días ¿En que les puedo ayudar? –dije amablemente (cosa que no hacía muy seguido).
-¿Tienes pan?
(No idiota vendemos ladrillos).
Levanté una ceja con una mirada incrédula.
-Si...claro que tenemos pan.
-Bien entonces quiero un pan de trigo con miel y...
-Unas galletas –le interrumpió la niña.
-Podrías darme unas galletas.
-¿Sabor?
-Dulce Miel –dijo la niña.
Yo sonreí al escucharlo.
-Asi que te gusta la especialidad de la casa,pequeña.
-Me encantan son mis favoritas.
Tome unas cuantas galletas y salí del mostrador.
Me puse a la altura de la niña,se las entregué y le dije:
-Tambien son mis favoritas.
La chica mayor me entregó un billete de $5
-Serían $2.25.
-¿$2.25?
-Las galletas son un regalo para esta pequeñita hermosa.
-Me llamó Diana.
-Yo me llamó Dulce.
La niña sonrió al oírlo.
-¿Eres la dueña? –preguntó la chica.
-No,yo soy hija de los dueños.
-Ah eso lo explica todo.
-¿Todo?
-El nombre de la panadería Dulce Miel.
(Esa historia me gusta,en parte)
-Ah si,es mi nombre y el de mi hermana.
-Es lindo.
-Gracias.
-Bueno Diana nos tenemos que ir,despídete.
-Adiós Dulce.
-Adiós Diana.
-Gracias por las galletas.
-Fue un placer preciosa,cuidate.
La campaña sonó de nuevo como señal de la salida de las chicas.
Sonreí pues para ser sincera me había encantado atender a estas chicas fueron muy lindas conmigo.
-Dulce¿Ya desayunaste? –preguntaba papá.
-No papá aún no.
-Aquí hay café recién hecho.
-Gracias papá pero aún no tengo hambre.
-Como quieras,pero no olvides comer.
-Si papá,esta bien.
Se dirigió de nuevo a la zona de los hornos y yo saqué una libreta para distraerme un poco haciendo mandalas.
Le dí un vistazo al lugar y estaba un poco desocupado sólo estaban unas chicas casi de mi edad y nos ancianitos desayunando,ya que también vendiamos desayunos.
La campana sonó y Berta se apresuró a recibir al chico extremadamente guapo que había entrando yo hice un mohín.
Y me coloqué un mechón de cabello detrás de la oreja.
Si hubiese sido más rápida yo lo habría atendido.
(Vamos Dulce¿Que te pasa?tu no eres así).
Berta empezó a atenderlo y yo lo observaba como una completa idiota.
Era alto,piel bronceda,ni moreno ni blanco,ojos cafés,cabello alboroto,sonrisa Colgate(perfecta), llevaba puestos unos shorts holgados hasta la rodilla y una camiseta playera verde y unas sandalias.
Un oufith playero para ser sincera.
-Te demandará por acoso de observación –pegué un brinco y me dí la vuelta para ver a mi mamá la cual reía.
-Que dices no.
-Al menos esta guapo.
-Mamá no.
-¿No está guapo?
-Ya olvídalo.
-Es tiempo de que te enamores Dulce.
(Andrés y su sonrisa)
Sonreí.
(No Dulce tu no estas enamorada de Andrés).
-El amor sólo es para personas con un hueco en la cabeza.
-Yo me enamoré y no soy ninguna cabeza hueca,hija.
-Pero papá es un gran hombre,los chicos de esta época sólo utilizan a las chicas como un pasatiempo,se fijan en todo lo exterior.
-Tu eres linda por dentro y por fuera.
-Me dices eso porque eres mi madre,yo no soy linda ni exterior ni interiormente,no me arreglo,no me peino,no me maquillo,soy amargada,soy sarcástica,todo me aburre,mamá... –hice una pequeña pausa.Yo no soy linda.
-Eres hermosa –dijo una voz muy linda a mis espaldas,me di la vuelta y observé a Andrés sonriendome.
Me quedé helada.
Mi mamá le sonrió y dijo:
-Tengo que ir de compras.
(Siiiiiii,ella no me llevaría).
-An... drés,¿Que haces aquí?deberías estar en tu casa descansando.
-Querida conocer la panadería y de paso verte.
(¿De paso verme? Este chico va a matarme).
-Pues ya conociste y ya me viste.
-¿Acaso quieres que me vaya?
(No,no quiero que te vayas).
-No es eso.
-¿Te expulsaron verdad? –preguntó cambiando el tema.
-Asi es.
-¿Por cuanto?
-Tres semanas.
-¿Y que se supone que haré sin ti?
-¿Sin mi?
El se puso nervioso y no dijo nada.
-¿Nuevo amigo Dulce? –preguntó papá.
-El es Andrés Bermúdez un compañero de clase.
-Mucho gusto señor Herrera.
-Vamos...dime Suegro –dijo mi papá al borde de un colapso de risa.
¡ALTO! Papá está loco.
Andrés me dió un vistazo con una sonrisa arrogante y pude notar su mejilla aún morada.
-No señor solo soy amigo de Dulce.
-Bueno si no quieres llamarme suegro dime:Rodrigo.
-Muy bien señor Rodrigo.
-Nada de señor,dime Rodrigo.
-Esta bien Rodrigo.
-Asi está mejor Andrés.Dulce no seas grosera muestrale la casa –me ordenó.
Yo estaba asombrada por la actitud de papá.
-Ven Andrés.
El me siguió muy obediente y empecé a mostrarle mi casa,que suerte que yo era ordenada.
-¿Tienes una PS4?
-¿Y quien no?
-Yo no.
-¿Porqué?
-Mi papá no me quiso comprarme nada después de que deje tres materias en un año, apesar de recuperarlas no quiso,luego cayó en quiebra y no pudo comprarmela.
-Entiendo.
Nos dirigimos al jardín o patio trasero.
Y nos sentamos en la grama como niños pequeños.
Se acercó a mí y dijo:
-Me agrada mi suegro.
-¡Ay! Que gracioso.
-¿No quieres?
-No es tu suegro tu mismo lo dijiste eres mi A-MI-GO.
-Me estas partiendo el corazón Dulce.
-¿Yo?
-Si tú –fingía tristeza.
-Por favor no me vengas con eso Andrés.
-Dulce tu me encantas,yo te amo.
(El espacio se detuvo)

Ella Es DulceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora