El libro

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-¿Que tienes?
-No tengo nada.
-Ay por favor Dulce,tienes algo y el hecho de que estés molesta conmigo no quiere decir que yo no me preocuparé por ti.
-Cállate Fran,mejor siéntate ya,si el Maestro Cruz te encuentra parado te mata.
El regresó a su asiento.
Sadiel estaba platicando y riéndose con sus amigos e ignorandome y por un instante sentí que el antiguo Sadiel Valle,había regresado,aquel que se había encargado de matar el amor que de niña sentía,el que siempre fue arrogante,orgulloso y grosero,ese es mi mayor miedo que regrese ese Sadiel.
-Muy bien les tengo una muy buena noticia –dijo el Maestro Cruz –mañana tienen educación física y dentro de una hora todos los alumnos decidirán a que equipo entrar ya sea, basquetbol ,futbol,porristas, natación o los del equipo de atletismo y este año todos se tendrán que integrar a un equipo.
(¿Y si vuelvo a practicar básquetbol?)
Después de esta hora de clases tendríamos que incribirnos.
Como era obvio la mayoría de chicos iban a optar por fútbol y así lo hicieron.
-Bueno Antony ¿Y tú? –preguntó Andrés ya que tal parecía que se habían convertido en buenos amigos en un solo día.
-Como es obvio entraré al equipo de básquetbol.
Todos los que ya eran parte del equipo de básquetbol empezaron a aplaudir.
En la cara de Sadiel se notaba la felicidad que tenía de que Antony no se integrará al equipo de fútbol.
Cuando fue el turno de chicas,Florencia se unió al equipo de natación y sólo quedaba yo.
-Basquetbol –dije con una gran sonrisa en el rostro.
Los chicos que no me vieron jugar el año pasado contra Lisseth quedaron boquiabiertos.
-Muy bien desde mañana empezaremos a trabajar con todos ustedes,pueden irse hacia sus casas ya,nos vemos mañana.
Al empezar a salir todos empezaron a dirigirse a sus respectivos microbuses ya que ahora el colegio tenía transporte privado,Miel se había ido en su microbús hacia que me dirigí a uno de los microbuses de último año ya que eran tres para el último año.
Para mi desgracia Lisseth,Andrés,Karla,Por suerte Sofi,Fran,Yahir,otra chica llamada Hilda y Denis viajaban conmigo.
-¿Hay espacio para uno más?
El conductor volteó a ver y le dijo que si a...
(Antony)
El subió rápidamente,sacando un libro de romance HUELLAS EN LA PIEL.
(INCREÍBLE)
Ya medio leí ese libro es genial...
-Si quieres te lo puedo prestar –dijo él,al notar que yo estaba observando su libro.
(En realidad si quiero que me lo prestes,porque se han agotado en estas librerías y lo leí en PDF,pero no he llegado a los últimos capítulos –pensé).
-Ella no necesita que se lo prestes Tony...–dijo Sadiel tomando mi mano.
-No me llames Tony –dijo Antony entre dientes.
-No estés de buscón con mi novia y todo estará bien.
-No tengo porque obedecerte –contestó Antony y continuó con su lectura.
-Deja de leer esa mierda y mírame –Sadiel le arrebató el libro y lo lanzó por la ventanilla del microbús.
-Don Boris detenga el microbús –dije apresuradamente.
-No puedo señorita Dulce puede ser peligroso puedo parar al final de la cuadra.
Cuando paró corrí por la acera y cuando llegué al lugar donde estaba tirado el libro,hice señales para que una moto se detuviera y tome los restos del libro ya que muchos carros habían pasado sobre el.
-Ay...No –era la voz de Antony –levantate Dulce,solo fue un libro no vale la pena que arriesgues tu vida por una cosa material.
-Te lo pagaré Antony,fue por mi culpa.
-No Dulce,fue culpa mi por provocar a Sadiel y en todo caso tendría que ser el quien me lo tiene que pagar.
-Deja de llorón –Sadiel le tendió dos billetes de $20 –creo que con eso te alcanza para que compres el libro y un pañuelo para que saques tus lágrimas niñita.
Nos dirigimos hacia la acera.
-¿Niñita? –preguntó Antony riendo.
-Si,mírate tienes actitud de niñita,te vistes como niñita siempre con ropa delicada,lees eso solo es de mujeres.
-¿Las niñitas pegan así?
El puño de Antony se estrelló contra la nariz de Sadiel.
Sadiel sólo sacudió su cabeza y se defendió de la misma manera.
-Suficiente –tome de los brazos a Sadiel.
Su nariz estaba sangrando.
-Mírame –dije con voz pasiva.
-Tengo que matar a este imbécil.
-No,aquí nadie va a matar a nadie.
-Es increíble que aún tengas recuerdos y que esos recuerdos aún te causen dolor,un hombre se supone que tiene que tener la suficiente madurez para olvidar el pasado –dijo Antony levantando su mochila del suelo.
-¿De que habla? –le pregunté a Sadiel colocandome enfrente de él.
-Solo son tonterías.
-El motivo por el que Sadiel me odia tanto,es porque:
Número Uno:De niños le robé tu foto.
Número Dos:Sara lo dejo por mi.
Número Tres:No a tenido las oportunidades que yo he tenido de superarme.
-Las cosas no son así –dijo Sadiel llorando de rabia –cuentale la verdad.
-Esa es la verdad –dijo Antony con mucha tranquilidad.
-No Dulce,no le creas lo único que si es verdad es que se ganó mi desconfianza desde el día que supe que se robó tu foto y eso fue el dia que cumplí mis quince años,lo de Sara fue algo pasajero y el sabe que yo nunca la amé solo,me atraía y no le tengo envidia porque el haya tenido más oportunidades que yo en sus estudios,lo único que posiblemente pueda envidiarte es que tu al menos tienes a tu padre vivo.
Sadiel se sentó en la acera.
-Sadiel yo...
-Vete Antony,no te quiero cerca de mi y de Dulce,alejate de nosotros.
-Dulce perdóname tú,te juro que yo no soy esto –decía Antony señalándose.
-En buen plan Antony vete.
El empezó a caminar volviendo a ver varias veces y yo solo lo ignoré.
Puse mi mano en el hombro de Sadiel y me senté a su lado.
-No me dejes por el Dulce.
Lo abracé.
-Claro que no,tu eres al amargado que quiero en mi vida.
- Y tu eres a la celosa que quiero como esposa.
-Pfff,pfff,yo no soy celosa –mentí entre risas.
-¿A ver te acuerdas de la mesera?
¿Te acuerdas de las chica en la panadería?
-No,no me acuerdo –volví a mentir.
                      *****
Antony Valle.
Entré al salón,salude a la Maestra y al acercarme a mi asiento note un paquetito.
Acéptalo en buena onda.
De:Sadiel Valle.
Tome el paquetito y lo abrí.
HUELLAS EN LA PIEL
No sabía que hacer ¿Se lo devuelvo?¿Le pido disculpas por haberlo golpeado?
Nah...Mejor me lo quedo,total el fue quien me lo arrojó por la ventana.
-Buenos días –la voz más linda de todo el planeta haba dado los buenos días.
Al pasar por mi lado me ignoró.
-Dulce,Dulce shhh,shh.
Se dio la vuelta todavía no estaban muchos alumnos dentro del aula así que podíamos hablar.
-Mmm¿Que quieres?
-Dile a Sadiel que gracias por el libro.
Me dirigió una mirada molesta.
-Dile tu yo no soy tu mensajera.
Me levanté de mi pupitre para hablarle más de cerca.
-Oye,deja de ser tan pesada conmigo,yo que tu mejor dejara de defender tanto a Sadiel,porque el nunca va a valorar tu amor.
-Mira Antony es mejor que regreses a tu maldito asiento y me dejes sola no quiero que Sadiel se moleste al ver platicar contigo.
-Bueno,pues a mi no me daña en lo absoluto que Sadiel se moleste contigo.
-Vete Antony.
-No quiero.
-Regresa a tu lugar
-No quiero –repitió.
Se quedó parado y yo me senté.
-Eres muy fastidioso –dije haciéndome un moño.
-Y tu muy linda –me sonrió  rápidamente y regresó a su lugar.
-¿Muy linda? Si muy linda y tu un  maldito ofrecido deja de buscar a Dulce sino quieres que por accidente tu librito sea quemado o peor aún quemado página por página.
-¿No sería lo mismo?
-Si pero lo haría frente a ti idiota,no te acerques a Dulce.
-Hey tranquilo,no vale la pena pelear con tu primo otra vez –le dije con mi voz muy pasiva.
-Tienes toda la razón.
La Maestra entró al salón de nuevo,ni siquiera me había dado cuenta que había salido.
-Bien chicos esta mañana les tengo una noticia,se integra unos alumnos más,pasa –dijo ella llamando a los chicos que se encontraban afuera –bien ellos son...

Ella Es DulceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora