Una lady como tu | Manuel Turizo | 1 *Editando*

30.

Llegamos a mi casa y por suerte no había nadie, mi padre esta de viaje de negocios y mi madre de seguro esta en algún club privado con sus amigas.

Esta era nuestra ultima noche de novios ante el mundo, teníamos que disfrutarla.

—Bebe—dije con la voz mas sexy que salio de mi interior.

—Mande mi princesa— dijo Manuel.

—Hoy tengo ganas de ti.

—Me agrada eso que acabas de decir.

Estábamos en el living room, me acerque a mi hermoso novio, tome sus cachetes y los apreté quedando su boquita toda hermosa parada. Le di un pico y cuando me hice para atrás él me jalo con sus grandes manos y me tomo por la cintura.

—Debemos disfrutar esta noche—dijo muy cerca de mi oido.

—Yo me dejo.

Comenzó a besarme y nos fuimos caminando a mi habitación, subimos las escaleras como arañas, el calor y la intensidad de los besos aumentaba constantemente. Llegamos a la puerta de la habitación y nos separamos porque tenia que poner el pin para que se abriera, malditas puertas inteligentes te protegen de un ladronzuelo pero matan los momentos románticos.

—¿Esta puerta ya estaba la ultima vez que vine?—dijo Manuel.

—Las acaban de cambiar, por seguridad.

—Déjame te ayudo, ¿como es el pin?

—Informacion confidencial bombon— dije riendo.

Manuel voltio los ojos y gruño.

—Me encanta esa cara tuya, vuelvela a hacer—dije riendo.

—Abre la puerta, ya no aguanto.

Abri la puerta y entramos los dos enamorados, Manuel me tomo por la cintura y me lanzo a la cama, caí de espaldas y se monto encima mío, podia sentir a su amigo todo feliz.

—Me gusta mirarte, 24/7 acariciarte— decía Manuel mientras retiraba mi chandal.

Quede literalmente como Dios me trajo al mundo, Manuel seguía montado sobre mi, me gire y no era justo que yo estuviera desnuda y el no, cambiamos papeles.

Me monte sobre él y le di muchos besitos por toda parte, le quite su polo y su pantalón, hasta que quedo en boxer, podia sentir a su amigo mucho mas feliz.

Me deshice de los boxer y empezó la magia y la diversion. A este lo tienen que hacer santo.

A la mañana siguiente

Manuel Turizo Zapata alias mi novio, ya no estaba en mi cama, tampoco su ropa ni ninguna de sus pertenencias, baje las escaleras porque tenía hambre y no había absolutamente nadie en mi casa. ¿Que esta pasando? Yo no lo se.

Tome mi telefono y le llame.

—Hola princesa—dijo Manuel desde el otro lado del teléfono.

—Hola bombon ¿donde estas?

—Estoy en el jardín desayunando te estoy esperando.

—Pero yo ni sabia—dije riéndome.

—¿Como así? Si cuando me desperte te di un beso y te lo dije, me contestaste que te bañabas y bajabas.

—¿Si? ¿Entonces no estaba soñando que un guapo y atractivo caballero me invitaba a desayunar?

Manuel se estaba riendo a carcajadas.

—Desafortunadamente no mi lady, era yo.—seguir riéndose.

—Bueno, acepto, te veo ahi en cero segundos.—llegue y le di un beso.

—Mi amor, te amo porque estas loquita.

Llegue a donde Manuel y tenia de todos los desayunos que me encantan.

—En un rato me veré con Alexander, ya siento asco.

—¿Asco?—pregunto Manuel aterrado.

—Si, desde hace unos días que supe de esto, me siento rara.

—¿Mi amor no estarás tu embarazada?

Escupí el jugo de naranja que tenia en la boca.

—No, eso no puede ser posible.

—Como de que no, tu y yo tenemos sexo y mucho.—dijo riéndose.

Pensandolo bien, ya tiene mucho que no me baja. Podría ser por eso pero no creo, bueno si, desde que formalizamos la relación o sea hace mas de 8 meses no usamos protección.

—Mi amor debes hacerte pruebas.

—Lo hare después, ahora concentrémonos en atrapar a ese maldito.

—Nicky ya tiene todo es cuestión de que tu llegada digas a ese idiota que ya lo quieres ver.

Le llame a Alexander y le dije que ya lo quería ver y que no podia esperar hasta en la noche.

—Listo, ¿entonces me llevas tu o que me lleve mi chofer?—pregunte.

—Yo te llevo, solo déjame ponerme lentes y gorra para que no me conozcan.

Manuel se disfrazo que ni yo lo conocía, salimos en mi coche a donde Alexander.

—Mi amor te amo, cualquier cosa que se salga de control, la policia esta dentro del edificio en los apartamentos vecinos, hay micrófonos por toda parte y cámaras grabando todo lo que pasa.

—Estaré bien te lo prometo, se como manejarlo.

—Te amo mucho— me beso— cuídate.

Baje del coche y ahora si, que comience el juego.