48. Deberías saberlo

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¡Hola! ¡Tenemos una buena noticia!

Estamos en la recta final y por tanto queremos proponerles una dinámica:

¿Cuántos capítulos creen que faltan para terminar? 

Los que adivinen entre hoy y el sábado 2 de febrero (fecha en que publicaremos el próximo capítulo, ya que adelantamos este que era el del jueves) se ganarán una dedicatoria. 🤩

Ojo, sólo vale una respuesta por persona.

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Me aproximo a la mesa del grupo, lleno con cerveza un vaso y la bebo hasta acabar.

Bruno y Stacy están sentados a mi lado, hablan y ríen en voz baja, como perdidos en su propio mundo. Ambos parecen haberse olvidado por completo de Malcom.

Al final, soy yo quien se encuentra solo.

Ya no veo al pelirrojo por ningún lado. Pero es normal, Francis siempre encuentra con quién pasar un buen fin de semana. Al otro lado de la mesa, Vane comparte una amena charla con Tadeo y Gustavo, quienes parecen estar entendiéndose bastante.

Brenda y Malcom se aproximan por un costado y se sientan al lado de estos. Tadeo los presenta ante Gustavo, y pronto Stacy y Bruno se unen también a la conversación general. El único que se mantiene en silencio soy yo, mientras comentan trivialidades.

El estúpido con cara de ganso me lanza una mirada cada tanto, satisfecho de verme tan serio. De hecho, se lo ve tan alegre que no tarda en encabezar la conversación.

—Entonces Brendy le dijo, "Ya que no has pasado la prueba, no puedes ser novio de Stacy" —termina su extenso relato, haciendo que todos estallen en carcajadas, excepto yo.

Lleva al menos media hora contando una absurda historia de algo que ocurrió dos años atrás.

—Por culpa de ella, perdí la oportunidad de salir con un chico muy lindo —se queja Stacy entre risas.

—Muy lindo, pero muy tonto —Brenda se defiende y todos ríen de nuevo —. Lastimosamente, eso no te impidió salir con alguien peor, después —le lanza a Bruno una mirada acusadora, pero él no se da por aludido.

Continúo tomando, mientras ellos siguen hablando. Ya está empezando a fastidiarme que todos los relatos de Malcom giren en torno a Brenda... A lo bien que se lleva con Brenda... A las cosas que hacía con Brenda... A todo lo que compartieron juntos... bla, bla, bla.

Y lo tolero. Me contengo y espero que pase el tiempo para que Vane decida por fin que vayamos a nuestras casas. Porque ni Bruno ni yo trajimos vehículo y volveremos con ella.

Pero todo tiene un límite, y él mío llega cuando Malcom se pone de pie y se inclina hacia Stacy con sorpresa en el rostro.

—¿Aún lo tienes? —pregunta, apuntando a su pecho.

A ella le toma un segundo entenderlo, hasta que parece hacerlo, porque sonríe y sujeta entre sus dedos el colgante que tiene en el cuello.

—¡Sí, por supuesto! Sabes que es mi favorito —le sonríe.

Bruno la mira con desconcierto.

—¿De qué hablan?

Stacy se vuelve hacia él y pretende aclarárselo, pero el otro se adelanta, respondiendo primero.

—El año pasado, me preparé durante meses para regalar en sus cumpleaños, a Stacy y a Brenda, lo que más querían en el mundo —comenta, con ese gesto de superioridad que me tiene cansado.

Por culpa de un instante (Completa✔ y en físico 📚)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora