Capítulo 3: [✅]

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Pasaron las semanas, Verónica y Federico se seguían encontrando, cada vez más seguido y cada vez más cerca el uno del otro, pero siempre estaban los insultos y burlas por parte de él. Y de vez en cuando alguna respuesta sarcástica emitida en susurros por parte de ella.



Ya era viernes por la mañana, Verónica se levanto rápido, se puso unos pantalones vaqueros negros, una camisa a cuadrille con cuadros negros, blancos y grises, zapatillas negras, sus gafas y se hizo un moño en el cabello. Desayuno ligero. Y en menos de diez minutos ya estaba haciendo su recorrido diario a pie desde su casa hacia la escuela que estaba a diez cuadras exactas.

-Primitaaaa -Llego corriendo una chica rubia, alta, de tez blanca y de ojos marrones claros. Vestía unos pantalones a la altura de la rodilla, unas zapatillas blancas y una remera rosada estampada, el cabello lo llevaba suelto; mientras la estaba abrazando.

-Hola Adelina -Sonrió siguiéndole el abrazo -. ¿Qué paso? -Le pregunto Verónica a su prima. La conocía tanto, sabía que cada vez que la saludaba tan animadamente, quería un favor, o estaba demasiado feliz, lo cual era más probable que sea la primer opción la mayoría de las veces.

-No te voy a mentir -Dijo mirándola con un ligera risa. ¡Mierda! Esta chica era demasiado perfecta y simpática -. Hoy hay una fiesta y mi mamá dijo que no podía ir ya que estaba media castigada, conste que dije media. Y le rogué tanto que dijo que si tu ibas, me dejaba ir. Según ella tú no querrás ir, pero en el caso que vayas sabe que me cuidaras bien. Así que, por favor ven -Dijo exageradamente y poniendo ojos de cachorro -Y ni intentes evadirme, ya sabes que te molestare hasta que digas que si -Dijo levantando la ceja derecha y mirándola divertida.

-Tienes razón, mejor ni me niego porque será peor para mi, seguramente mi mamá me deje ir, tengo buenas notas y ya he hecho todos mis deberes, solo me faltaría ropa para ponerme, sabes que no voy a esas cosas. I deja de hacer ese gesto que vendrá un viento y te quedaras así siempre -Dijo riendo cansadamente mientras miraba el reloj en su muñeca derecha, sabía que si se demoraba demasiado llegaría tarde a la escuela. A su prima no le importaba, ella iba a otra escuela que entraban más tarde, una privada.

-Muchas gracias -Dijo abrazándola -. Por la ropa no te preocupes, yo me encargo. Y a ese gesto lo haré siempre ahora que me sale, así que acostúmbrate -Deshizo el abrazo.

-Lo único, no quiero ir como una cualquiera -Dijo mirándola severamente dejando atras el tema de la elevación de una sola ceja.

-No te preocupes, te prometo que será algo "santito" -Decia mientras hacia comillas con los dedos. Luego de eso se fue corriendo en dirección opuesta de la cual vino.

Verónica llego a la escuela con cuatro minutos antes de que tocara el timbre, para ella era demasiado tarde. Entro en su clase de matemáticas, se sentó en su lugar y espero a que llegara el profesor junto con los alumnos que aún no llegaban.

La jornada escolar transcurrió normalmente, salvo que no se cruzo con Federico y sus amigos. Solo una vez, desde lejos, pudo visualizar a Emma junto con Daniel, ellos no la notaron, lo cual Verónica agradeció, aun que ellos casi nunca le decían o hacían algo, igual Verónica no le gustaba cruzarse con ellos, era fiel creyente que en donde estaba uno de ese grupo los otros no estarían muy lejos.

Luego de la escuela paso dos horas en la biblioteca haciendo la tarea que le asignaron ese día. Siempre hacia la tarea ese mismo día así luego podia dormir y leer totalmente tranquila.

Misterioso Cliché ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora