E P Í L O G O.

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—¿Asustado?— preguntó Coira

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—¿Asustado?— preguntó Coira.

—No lo estaba desde la coronación.

Ambos rieron.

—No puedo creer que ya tenga quince. No puedo creer que ya sea tiempo de realizar la presentación de Anna en sociedad.

—Lo sé, querido— Coira tomó la mano de su esposo—. Ahora lo importante es que se sienta cómoda y no tan incómoda como yo en mis primeros días.

Evan sonrió ante la broma de su esposa y besó su frente.

—¿Mamá? —una joven con el cabello castaño oscuro y ojos azules entró a la habitación—. No puedo atar el moño de mi vestido.

—¡Anna!— exclamó Evan tomando los hombros de su hija—. Estás hermosa. Y cómo no vas a estarlo, si eres igual a mí.

Los tres rieron.

Evan tocaba los rizos de su hija mientras Coira arreglaba su vestido.

—Tengo miedo— dijo la joven. Coira río.

—¿Cómo puedes tener miedo? Estás preciosa, hija— Evan besó la cabeza de su hija—. Vamos, te están esperando.

Anna miró a su madre esperando que dijera algo, pero ella solo se limitó a sonreír y a tomar a su hija del brazo.

Bajaron, Coira y Evan tomando los brazos de Anna, y siendo recibidos con aplausos. 

Antes de pisar el último escalón, el vocero habló fuerte y claro.

—Presentamos a Su Alteza Real, la princesa Anna.

La princesa levantó el mentón.

—Heredera directa del trono, futura reina de Escocia.






Castillo de Mentiras.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora