Sin pensarlo un segundo me puse a cavar de nuevo.
No me daría tiempo a llegar al teléfono, y aun menos a abrir la puertecita que lo ocultaba, pero no tenía otra opción que escoger.
Sin fuerzas y con las manos heladas casi petrificadas me eché a llorar.
¿Por qué haces esto Doctor? me dije entre sollozos. ¿Crees que siempre estaremos por ti, a tu disposición? No tienes ni idea de las ganas que tengo de abofetearte.
Me sequé la cara con la manga de la americana llena de nieve, haciendome daño en la piel quemada por el frío.
Activé de nuevo el destornillador, que me ayudó a llegar hasta la puertecita. Pero el teléfono cesó. Todo en vano.
Chillé para desahogarme y di una patada al farolillo del techo, intentando no caer por el agujero que habia cavado.
Pensé en volver a llenar el hueco, pero eso sería una estupidez.
Ya que no pensaba alejarme de la Tardis al ser mi único punto de referencia de aquel lugar, descolgué el teléfono.
Me sentí tan humana haciendo eso (como diría él).
¿H-hola? ¿Sigues ahí?
Nadie respondió al otro lado de la línea, pero una voz habló en mi oído:
Sigo aquí, Amy Pond.

ESTÁS LEYENDO
One Last Time
FanfictionAmy y el Doctor deberán reencontrarse para una última aventura, esta vez afrontando la nieve y la piedra; el invierno y los ángeles llorones.