Capitulo 31

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A la noche fuimos a comer al centro, era un lugar muy bonito, por suerte no hacía tanto calor pero estaba empezando a refrescar un poco.
Después de comer, hablar y reírnos de lo que habíamos hecho en el día se nos pasó rápido las horas y Will no dijo para ir a caminar y seguir conociendo, fuimos al Centro Cívico que también estaba el Museo de la Patagonia pero al ser de noche las agencias de turismo ya estaban cerradas así que nos fuimos más para la cuidad que habían chocolaterías, locales de artesanías, bares, restaurantes, librerías, casas de música, galerías, que por cierto Will nos tuvo que amenazar para que salgamos del primer lugar mencionado, ¿quién se puede resistir a esas maravillas?
Después de recorrer toda la cuidad ya nos fuimos para la cabaña porque ya era tarde y al otro día teníamos que seguir conociendo según Will. La mejor parte de todo es que se portó como un caballero, en ningún momento me soltó la mano y estaba muy atento a mis hermanos.

-Vayan a ponerse la ropa para dormir que en un rato subo -les digo a los peques apenas entramos -Gracias por todo -le digo a Will abrazándolo -Se divirtieron mucho y eso me pone muy feliz

-No me las des, yo también la estoy pasando bien, los años que vengo para acá nunca me gustó tanto como ahora -me da un beso en la cabeza, en la frente, en la nariz pero se detiene antes de llegar a mi boca -No te das una idea de lo que me gustas morena -escucharlo decir eso me hizo poner más feliz de lo que ya estaba, tenía ganas de ponerme a saltar como esas nenitas cuando le dan el regalo que tanto quería

-Vos tampoco te das una idea de lo que a mí me pasa cuando estoy con vos y besame de una vez que me están esperando arriba

-Como la señorita mande -me dice y me empieza a besar y dios!! Nunca me voy a cansar de esta boca que me vuelve loca cada día -Es mejor que subas antes que me empiece a enloquecer por tenerte así tan cerca -yo tampoco sé si me voy a poder contener y más sabiendo cómo se pone su amigo cuando me pego mucho a su cuerpo

-Está bien, pero en un rato bajo, no te vayas a dormir, ¿eh? -le tiro un beso y subo

Por suerte los peques ya están acostados en cada cama, les doy un beso a cada uno pero Luca me dijo si le podía contar un cuento como solía hacerlo antes de dormir así que no me pude resistir a esa carita que me pone cuando sabe que me va a comprar. Después de veinte minutos pude lograr que se duerman y sin pensarlo dos veces salí rápido porque me acordé de la persona que me esperaba abajo, cuando llegué al último escalón me di cuenta que estaba dormido, me acerqué sin hacer ruido y me senté al lado

-Qué lastima que te dormiste porque quería darte muchos besos -hago amague que me voy a levantar pero sus manos me agarran de la cintura y me hace sentar en sus piernas

-No estaba dormido, estaba pensando con los ojos cerrados

-Pero parecía que sí, sí estás muy cansado podemos dejarlo para mañana si quer... -No me dejó terminar de hablar cuando me empezó a besar
-Para tus besos nunca voy a estar cansado -me levanté un poco para poner mis piernas a sus costados y le empecé a hacer caricias en el cuello seguidas de besos, a quién quiero engañar, éste hombre me puede mucho, pero cuando se da cuenta de mis intensiones hace que me detenga -Emma, no quiero que pienses que te traje para acá para que pase esto, juro que te voy a esperar todo lo que quieras, no estás obligada a nada

-Lo que menos pensé fue eso pero no puedo más Will, no sabes cuánto te deseo -lo empecé a besar otra vez pero me detiene otra vez

-Morena, de verdad, no quiero que pase algo que después te puedas arrepentir

-¿Acaso no querés hacerlo Will? -al ver que no me contesta nada, ya está todo dicho, no me quiere. Me levanto y me acomodo la ropa -Que vergüenza, perdón y hasta mañana -pensé que me iba a seguir y decir que no fue lo que quiso decir pero nada de eso pasó, no sé de cómo no me caí de las escaleras cuando subía por cómo me templaban las piernas, por suerte pude llegar, me cambié de ropa lo más rápido que pude y me tiré en la cama, ¿cómo no me di cuenta que no soy su tipo? De qué sirve que me diga todo lo que me dice si me va a demostrar otra cosa; qué boba fui! Seguro quedé como una desesperada.
No me di cuenta que ya estaba llorando pero trataba de no hacer ruido por los peques que estaban en la misma pieza, no sé cuánto pasé así, pensando así que decidí bajar por un vaso de agua, lo único que rogaba que se haya ido a dormir aunque por la hora seguro que si.
Termino de tomar el agua pero cuando me doy la vuelta está parado junto a la mesada qué hay en la cocina, por suerte no solté el vaso

El Robo Equivocado (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora