Love Is The Name (Sofía Carson y tú)

Capítulo 7

¡Por fin llegamos a México!

La gente de aquí era increíble y para nada me esperaba que al llegar al hotel hubiesen fuera tantísimos fans esperándonos.

Sofía se hizo sólo un par de fotos con sus fans y entró al hotel excusándose con que estaba cansada del viaje. En cambio, yo me quedé con los míos todo el tiempo del mundo, haciéndome miles de fotos, hablando con ellos, abrazándoles y firmando todo lo que me pedían. ¡Esto era genial!

Pero como he dicho, lo era, porque al final tuvieron que venir los de seguridad para hacerme entrar a la fuerza o sino me quedaría allí fuera todo el día.

Por mi lo hubiese hecho. Los fans son quienes me han ayudado a estar donde estoy. Lo mínimo que podía hacer por ellos era esto. Además de que tampoco quería dejar a ninguno de ellos sin cumplir uno de los mayores sueños que cualquier persona puede tener como es el de conocer a tu ídola.

- ___, sé que te encantan tus fans pero no puedes tirarte más de media hora ahí fuera con ellos cuando tienes que prepararte para la entrevista de hoy. Sin olvidar que cuando termines tienes que ir a ensayar para el concierto de mañana.

- Lo siento Ally, no quería dejarles sin más. Seguro han estado esperando durante mucho tiempo solo para verme y debía agradecérselo de alguna forma y esa es la mejor - la rubia me sonrió cálidamente.

- Me recuerdas tanto a Camila - negó divertida - Da gracias a que yo soy tu manager porque cualquier otro estaría poniendo el grito en el cielo y te tendría con una correa atada al cuello para que siguieras sus mandatos.

- Siempre he dicho que tuve la mejor de las suertes conociéndote y con que fueses mi manager - le sonreí - ¿Me da tiempo a ir a ducharme?

- La entrevista es dentro de una hora. Te espero aquí en 15 minutos ¿vale?

- No tardaré, lo prometo - salí corriendo en dirección al ascensor.

- ¡___! ¿No crees que se te olvida algo? - me giré y vi que sostenía en alto la tarjeta de mi habitación entre su dedo índice y corazón. Me lleve la mano a la frente. Que despistada soy.

Volví corriendo, tomé la llave y salí de nuevo disparada al ascensor.

Cuando llegué a la planta indicada, busqué mi habitación. Cuando la sitúe e iba a entrar, vi que de la habitación de al lado salía Sofía.

Llevaba el pelo liso y suelto e iba vestida con una blusa fina y negra de manga larga, con adornos en forma de pequeñas bolitas. Una falda de cuero negro con algunas tachuelas que le llegaba a la mitad de los muslos y unos botines con tacón del mismo color.

Aun siendo otoño, ya se notaba el frío del invierno, por ello, en la mano, llevaba también un abrigo negro.

Maldita sea, estaba preciosa.

- Gracias, no lo dudaba - me sonrió por una vez con sinceridad.

- Mierda, ¿he dicho eso en voz alta? - asintió ensanchando más su sonrisa - Doble mierda.

- ¿Y tú piensas ir así? - me señaló y miré mi atuendo.

- No, tranquila, me ducho y en menos de quince estaré ya lista.

- No sé si lo conseguirás en tan poco tiempo pero me vas a sorprender si es así - volvió a reír con suavidad.

¿Y a ésta qué le pasaba ahora para estar tan simpática conmigo?

Con una mirada de extrañeza entré rápido a mi habitación pensando el motivo de su repentina actitud agradable. Pero deseché la idea de seguir pensando en eso porque tenía algo más importante que hacer.