Pacific Rim: Alternative (Wattys 2019)

I: Nuevo Shatterdome

Hace unos años la humanidad había vuelto a sentirse más tranquila. La misión que se llevó a cabo en la base con respecto a los Jaeger, fue un éxito.

El portal se había cerrado y aunque muchos lugares –de la costa, principalmente– no lograron levantarse, las personas siguieron avanzando. Pero como era de esperarse, aún estaban los Jaeger’s, y se había vuelto un negocio para hacer unos ilegales.

No faltaban los niñatos que deseaban utilizarlos como armas, pero al estar fabricados con chatarra no servían de mucho.

Nicole Stubberud hace un tiempo fue admitida en el programa y ya formaba parte importante. Ya no era una simple cadete, se había “graduado” –sin resaltar en los exámenes, no era una prodigio– y de vez en cuando la enviaban a hacer vigilancias por las calles cuando captaban algún ilegal.

Tyler Stubberud, su hermano mayor, también había sido admitido. Él sí había resaltado, en especial en los exámenes de lucha cuerpo a cuerpo y en el simulador fue uno de los mejores.

— A levantarse —Nick escuchó la aguda voz de Jane, la chica que dormía en la habitación del frente, mientras golpeaba su puerta.

Entre murmullos se quejaba. Se levantó para ir a comer, luego debía ir a entrenar combate cuerpo a cuerpo. Además de algunas otras ocupaciones, como entrenar con su hermano a los nuevos y supervisar en el simulador.

Luego de haberse duchado y tal, salió de su habitación para dirigirse al comedor.

Tyler se había levantado desde hacía unos minutos, se encontraba desayunando con otros oficiales— Hey, Stubberud...

— ¿Sí, Jones? —Contestó éste mirando hacia su platillo con comida.

— Bueno, habrá una reunión mañana con el mariscal para discutir algunos temas, así que debes asegurarte de que tu hermana se ocupe de los cadetes. —Jones, un castaño de piel canela y ojos casi negro, 39 años de edad, era compañero de Tyler.

— Ya sabes, es como un papel de niñera... —Habló burlón Cox, un hombre de 40 años, cabello negro, ojiverde y piel bronceada naturalmente. Otro compañero de Tyler.

Ambos compañeros del joven Stubberud habían participado en la misión exitosa de cerrar el portal, además de ser los dos únicos –de esa misma misión– que no se habían retirado aún.

Él sabía que lo que más irritaba a su hermana era cuidar de los cadetes, porque eran niños, aunque ella se había graduado bastante joven y no había mucha diferencia en la edad.

— Veremos si no me mata cuando le diga... —Respondió finalmente él, suspirando.

Mientras tanto Nick...

La muchacha soltó un bufido al dejar la bandeja sobre una mesa. Bailey, uno de los cadetes, se sentó a su lado. Aquello la irritó bastante pero se limitó a seguir su desayuno.

— ¿Crees que vuelvan alguna vez? —Soltó de repente. Nick alzó una ceja sin comprender a que se refería.

Bailey Sokolov era un muchacho ruso de 15 años de edad, cabello rubio y piel pálida con unos ojos miel. Veía al hermano de Nick como una figura de ejemplo, por lo que siempre intentaba pasar tiempo con ella para acercarse al joven de 22 años.

— Quizás, pero estaremos listos para atacar... —Terminó su desayuno y, mientras ignoraba las demás preguntas del ruso, siguió caminando para ir a su entrenamiento.

Ya en su entrenamiento peleó cuerpo a cuerpo con otros, a veces empataba, perdía o ganaba. No tenía ninguna racha de suerte.

Tyler se encaminó hasta el gimnasio que había y se encontró a su hermana sentada bebiendo un jugo— ¿Ya terminaste? —La menor asintió— Vale, vengo a comunicarte algo...