Excitación

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Felix cometió muchas travesuras en su infancia.

Lamentablemente siempre era atrapado y solían castigarlo mucho en Australia.

Sus amiguitos reían, decían que tenía una maldición.

Por muchos años lo creyó, hasta que a Corea se mudó.

Ya no lo atrapaban como antes y pensó que no existía tal cosa como una maldición.

Al menos, hasta aquella noche.

Quizás, si estaba un poco maldito.

(...)

El sonido de la lluvia se dejaba escuchar al caer sobre el balcón de su habitación. La humedad era bastante alta y la lluvia no impedía el calor infernal de aquella noche.

Por primera vez en mucho tiempo, Felix decidió dormir con el ventanal que daba hacia el balcón abierto, por lo que el sonido de afuera era más notable, a pesar de estar en el sexto piso del edificio de estudiantes.

Y estaba todo en orden, a excepción del viento que comenzó a tomar fuerza, poco a poco, hasta hacer revolotear la cortina con fuerza. La tormenta iba tomando forma y el frío llegaba a enfriarle los pies. Con pesadez, se levantó de su cómoda cama para cerrar el ventanal, volviendo a acurrucarse en su manta otra vez.

Pospuso seguir viendo su serie y apagó su móvil, colocándolo bajo la almohada, y cerró los ojos intentando dormir. Cosa que no consiguió cuando oyó el ruido de la puerta abriéndose con fiereza.
Estuvo a punto de levantarse y verificar qué había sido eso, hasta que un ruidito agudo lo detuvo.

- Ahh... Hyunjin...

Apretó los labios, undiéndose en su cama cada vez más, cuando los sonidos antes indescifrables comenzaron a cobrar sentido. Pequeños gemidos entre besos se oían desde la puerta y pudo imaginar rápidamente que su hyung había vuelto... y bien acompañado.

Guardó silencio, con la vergüenza a flor de piel y decidió fingir dormir cuando los sintió llegar a la habitación. La cama de su hyung dio un pequeño rechinido y pudo imaginar que ambos habían caído sobre ella.
Los sonidos que reproducían eran obscenos y Felix deseó morir en aquel momento; si tan sólo hubiera decidido irse a dormir una hora antes...

- ¿Seguro que él no... que no está?

- Ah, n-no... Seguro está con Seungmin no... no pares, dios...

Los roncos gemidos de Hyunjin y los suaves de Changbin entraron por sus oídos como mil ametralladoras. Ni siquiera el ruido de la lluvia podía apaciguar lo que sentía en aquel momento.
Una mezcla de emociones invadió su cabeza en un segundo y no sabía realmente como sentirse al respecto.

Sentía celos por todo lo que estaba sucediendo frente a él, enojo por ni siquiera ocurrírsele a su hyung que él estaría allí esa noche, comprensión ya que Felix aún no le había mencionado a nadie su ruptura con Seungmin, y aquella parte más depravada de su mente sentía excitación. Se excitaba sólo al escuchar a Changbin gemir y pensar que fuera él quien lo estuviera tocando ahora mismo.

Mordió su labio inferior con fuerza, culpando a su debilidad cuando una erección se asomó por sus pantalones de pijama. Nunca se perdonaría por lo que estaba a punto de hacer, pero aprovecharía este momento. ¿Cuándo habría otra oportunidad de masturbarse con los gemidos de su hyung de fondo?
Siendo los roncos sonidos de Hyunjin un plus, que aunque sintiera celos por ser la pareja de Binnie, no iba a negar que ¡Madre mía, estaba buenísimo! Nadie se enteraría de esto, ¿Verdad?

Bajó su mano con lentitud hasta posarla sobre su miembro, aún por encima de sus pantalones, tocando con parsimonia, imaginando que su pequeña mano se había transformado en la de su hyung, metió su derecha dentro de la suave tela, buscando su propia piel.

- Ahh... s-sólo hazlo ya...

Comenzó a estimularse desde la punta, tocando la cabeza con tres de sus dedos, lentamente bajando y subiendo su mano, una y otra vez.

- ¡Ahh! Hyu... Hyunjin...

- Y-Ya... está dentro.

Los gemidos eran más sonoros y se moldeaban a su ritmo, como si estuvieran complementados. Oía a Bin demasiado excitado al mismo tiempo que movía su mano con rapidez, como si fuera a él a quien estuviera estimulando.
Se llevó la otra mano a su boca, acallando los pequeños gemiditos que amenazaban con salir.

- No hagas eso... quiero oírte.

La voz de Hyunjin sonó en la habitación y, si no fuera porque Changbin había puesto el puño en su boca, Felix juraría que estaban hablándole a él. Suspiró, con el corazón latiéndole a mil. Sentía la cama de al lado rechinar con furia y a Changbin disfrutar más que nunca. Estaba a punto de llegar.

- Yo... ya estoy... casi...

- Y-yo también.

Y con un gemido imposible de contener, los tres se corrieron casi en sincronía, terminando con respiraciones agitadas y una confusión algo extraña.
El silenció inundó la habitación y Felix no oía ni siquiera los besos que la pareja debería compartir. Tragó grueso, algo asustado y sin poder evitar que su corazón casi se salga de su pecho.

En medio de aquella habitación, en un silencio algo incómodo, Felix oyó finalmente la voz de su hyung.

- ¿F-Felix...?

...

Fuck.

- B e s t   F r i e n d ; Changlix & ChangjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora