[20] Final

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Cuando Minho salió del hospital, su relación con Jisung se volvió más y más fuerte. Hablaron de las inseguridades de Jisung, todo el amor que Minho le tiene a él, cómo está Chenle, por qué Han se fue y por qué Lee lo siguió. Ya todo estaba aclarado.

Pasaron cinco días desde que a Minho le dieron el alta en el hospital, y Jisung estaba demasiado intrigado de la sorpresa que le tenía, pero después se olvidó.

Entre esos cinco días, Minho consiguió un muy buen trabajo, le compró mucha ropa a Jisung y a Chenle, ya que se aproximaba un gran día y tenían que vestirse bien.

Era un día soleado, sin calor ni frío, más bien cálido. Minho le dijo a Jisung que lo acompañe a comprar cosas para su hijo, y Han aceptó. Minho estaba vestido con una camisa de seda blanca y unos jeans negros con zapatos del mismo color, mientras que Jisung tenía una remera roja con pequeños pollitos amarillos estampadas en esta, y un jean rasgado con zapatillas de lona negras.

– ¿Jisung?– Habló Minho mientras ponía en marcha su nuevo auto, llamando la atención del nombrado.

– ¿Qué pasa?– Él lo miraba desde el asiento del copiloto mientras le tomaba una mano, la cual estaba en la palanca de cambios.

– ¿Te pondrías esto?– Tomó una bolsa del asiento trasero y se la entregó a Jisung, quién estaba curioso de por qué quería que se ponga una camisa negra.

Asintió algo confundido, quitándose la remera roja que tenía para ponerse lo que Minho le dió. Este le miraba de reojo, ver el torso desnudo de su novio le causaba mucha ternura, ya que se veía muy pequeño.

– Listo, ¿por qué tengo que ponerme esto si ya me compraste demasiada ropa?

– ¿Será porque la ropa que elegiste está llena de dibujitos?

– Estaban en oferta y soy muy economista.

– No necesitas ser economista, Jisung.

– Es verdad, no lo necesito, pero lo quiero ser.

– Bueno, como sea– Volvió la atención a la carretera donde le llevaba a un lugar muy especial.

– ¿A dónde vamos?– Preguntó Jisung al ver que Lee cambiaba de camino.

– ¿Te pondrías esto, cariño?– Tomó una venda para los ojos que estaba en el asiento trasero, otra vez, y se lo dió a Jisung.

– No me sorprende si quieres que me ponga algún objeto sexual.– Han empezó a reírse al ver la cara de disgusto de Minho, quien lo golpeaba en el hombro.

– No vuelvas a decir eso, Han Jisung, y ponte eso– El auto se volvió silencioso, pero con un rubio bastante iperactivo que movía la cabeza para todos lados con la venda en los ojos. Después de cinco minutos llegaron al lugar donde Minho quería.

Bajó del auto para ir al otro lado y sacar a Jisung de su asiento, guiándolo a donde Minho quería.

– Lee Minho, llego a caerme o llegas a secuestrarme y juro que...– Jisung dejó de sentir la tela tapando sus ojos para ver la escena que tenía enfrente.

Un lago, pero no cualquier lago, sino donde Jisung tuvo sus mejores recuerdos junto a su padre. Frente al lago habían flores de todos colores, pétalos rojos tirados en la larga alfombra roja, una mesa llena de los dulces favoritos de él en un costado, y en el otro sus snacks favoritos. Al terminar la alfombra había un altar de flores rojas, blancas y celestes. Todo estaba iluminado con guirnaldas de luces o las luces navideñas que usan para los árboles de navidad. Todo era tan precioso, tan decorado, tan trabajado, tan elaborado.

– M-Minho– Se dió vuelta para ver a su novio arrodillado con una pequeña caja de color negra, mientras la abría podía ver dos anillos de oro. Después, amigos y familiares comenzaron a salir de atrás de los miles de árboles que habían con flores o hasta incluso regalos.

– Han Jisung– El nombrado puso toda su atención a Minho, los dos estaban a punto de llorar– Te amo como no te das una idea, perderte fue lo más difícil del mundo, no me importa cuántas veces tenga que estar en el hospital o buscando tu bonito culo, siempre voy a amarte y estar junto a tí.– Jisung soltó una leve risa, seguido de una gran cantidad de lágrimas– ¿Me harías el honor de casarte conmigo?

Han no podía hablar, lo único que pudo hacer fue asentir rápidamente, sin duda alguna, mientras abrazaba fuertemente a Minho, como si este fuera a desaparecer.

De toda la gente que había, salió Chenle, con un traje negro y moño blanco, mientras sostenía una canasta llena de pétalos y se los tiraba a su padre y a su nuevo padre.

– ¡Papis van a casarse!– Decía el niño mientras tiraba pétalos rojos por todos lados.

Toda la gente comenzó a aplaudir y algunos lloraban de emoción, o porque eran alérgicos a las flores.

Minho le dió los anillos a Chenle para que hiciera lo suyo. Fueron hacia el altar, donde había "un cura", quien en realidad era Jeongin.

– Es un honor anunciarles que por fin Lee Minho hizo lo que tenía que hacer hace meses– Gritó Jeongin para que todos los invitados, quiénes se sentaron en las sillas que habían al costado de la alfombra, lo escucharan.– Bueno, em...– Hojeaba la biblia para ver qué tenía que decir– Blablabla, amén amén, como sea– Tiró la biblia hacia atrás para hacerlo a su modo.– Han Jisung, ¿aceptas a Lee Minho como tu esposo?

– Acepto.

– Lee Minho, ¿aceptas a Han Jisung como tu esposo?

– Acepto.

– Ahora los declaro marido y... marido, puede besar a la... a el novio– Jeongin suspiró– Todo tan gay acá.

Todos los invitados rieron y después soltaron un "aw" por el beso que Minho le dió a Jisung.

Después de eso, Han busco a su ahora esposo para hablarle.

– ¿Cómo conseguiste que mis amigos vengan?– Preguntó el rubio gritando ya que la música que pusieron estaba bastante alta.

– Quería que tengas un lindo día junto a las personas que amas.

– Pero si vivo con esas personas.– Minho al no entender la referencia hizo una cara de confusión– Tú y Chenle, imbécil.

– Te amo, Han Jisung.

– Te amo más, Lee Minho.

Fin.

Just For You [Minsung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora