Poison Kiss | Na Jaemin

t r e s

"Movies and pijamas"

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Jaemin pov.

— Mh, dame un beso.

No sé qué había sido eso, juré que sólo lo había pensado, pero mi bocota me traicionó.

Noté de inmediato la expresión de Soonnie, no le había gustado nada mi comentario, no pronunció palabra pero se alejó unos pasos de mí.

— Dame un beso en la mejilla tonta. — Reí de forma burlona intentando salvar la situación.

— ¡Eres un tonto Na! — Me dio un pequeño golpe en el hombro, del cual me reí pues fue más como una caricia.

— ¿En serio creíste que quería besarte? — Fingí dolor de estómago causado por carcajadas; sí quería besarle, quiero hacerlo ahora mismo, pero no quisiera espantarla.

— Con lo ocurrente que eres, no me sorprendería. — Sonrió antes de depositar un suave beso en mi mejilla, ahora enrojecida.

— B-bien, puedes acomodar tus cosas si quieres, llevaré la comida a la habitación, escoge una película y aprovecha de ponerte pijama. — Ella asintió y corrió hasta desaparecer por el pasillo.

Solté un suspiro; su beso en mi mejilla se sintió tan bien, ni me imagino cómo se sentiría uno en mis labios... Dios.

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Soo Yoon pov.

¿Una cama tamaño king no es demasiado para una sóla persona? Claro que sí.

Ordené un poco mis cosas, y antes de cambiarme de ropa cerré la puerta con seguro, quería evitar momentos embarazosos.

Justo en el momento en que me recosté en la cama escuché la voz de mi amigo tras la puerta pidiendo que le abriera; así lo hice, venía con una bandeja con la comida, pobre, venía tambaleando para que no se le cayera nada.

— ¿Necesitas ayuda?

— ¡Claro que no! Sólo necesito dejar esto en alguna superficie plana...

Quité la bandeja de sus manos de forma ágil y la dejé sobre la mesa de noche.

— Gracias, aunque no era necesario, podría haberlo hecho solo.

— No lo creo. — Me recosté en la cama y palpé el sitio vacío a mi lado para que Jaemin también imitara mi acción.

— ¿Has escogido la película? — Preguntó mientras quitaba sus zapatos.

— La verdad es que no, no he tenido ni tiempo de hacerlo.

— Bien, entonces la escogeré yo.

Como bien sabemos, la búsqueda de la película perfecta dura más que la película en sí. Ni cuenta me di cuando ya eran las 9 de la noche, al día siguiente tendríamos clases, lo cual indicaba que sólo podríamos ver una película y no una maratón como hubiésemos querido.