Poison Kiss | Na Jaemin

v e i n t i o c h o

"Descontrucción"

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Omnisciente:

Soo Yoon no recordaba haber visto a Renjun tan... ¿Decepcionado? Ella lo conocía, sabía cuando él estaba triste, enojado o molesto, pero jamás había sentido la decepción en él.

Vio la cara de sus amigos, de Jaemin, sintió vergüenza de su actuar y de sí misma, pensó que, si Yeon estuviese ahí, se estaría riendo de ella. No recordó en ese entonces cómo fue que llegó a casa de Yena, se detuvo en la puerta de entrada, analizando lo tarde que era como para tocar el timbre. Sin pensarlo bien le mandó un mensaje, esperando a que estuviera despierta.

"Estoy abajo, necesitamos hablar"

Para su ¿buena? Suerte, Yena bajó a los pocos minutos, pensando ingenuamente que su amiga venía a pedir consuelo.

- ¿Qué ha pasado? Sea lo que sea, me tienes aquí. – En un torpe intento de abrazarla, se llevó un suave empujón, apartándola unos pocos metros de Soo Yoon.

- Necesito explicaciones Yena. No quiero mentiras, te sigo considerando amiga mía, es por eso que confío en que esta vez me dirás la verdad con respecto a Jaemin. – Su mirada se notaba fría, pero en cierto modo tenía un poco de fe en que Yena pudiera decirle lo que deseaba escuchar, la verdad.

- Creo que es necesario que hablemos adentro, te prepararé un café, de seguro tienes mucho frío.

Omitió comentarios, Yena se hizo a un lado para que Soo Yoon pudiera pasar a su casa. Se sentaron en la sala de estar, esperando a que los cafés estuvieran listos. Yena se sentía intimidada por la mirada de su amiga, quién la observaba desde el otro sillón, casi intentando comunicarse por telepatía con ella.

No era necesariamente lo que Yena esperaba para esta noche, claramente no habían salido las cosas como quería y su afinidad por crear planes le había costado muy caro. Su única y mejor amiga se notaba distante a ella, en ese entonces supo que no podía hacer nada más que decir la verdad, esperando que Soo Yoon la perdonara.

Se levantó en busca de los cafés, dejándolos en la mesita de centro junto a unas galletas, que jamás fueron tocadas.

- Café con leche como te gusta – Quiso reducir la tensión creada en el ambiente dedicándole una incómoda sonrisa a su amiga.

- Al grano Yena. – Bebió de su café sin quitar la mirada sobre ella.

- Yo... No sé qué es lo que te han dicho, pero sé que tienes razones para desconfiar de mí. – Bajó su mirada observando el humo del café que tenía entre sus manos. – Prometo Soo Yoon, que nada de esto fue con malas intenciones. No tengo nada en contra de Jaemin, Jeno, Renjun o Yeon. No espero que sientas empatía por mí, ahora que veo lo que he causado sé que he actuado mal. Yo sólo quería una amiga. – Soo Yoon supo que decía la verdad, Yena jamás se mostró vulnerable con ella hasta este momento, sintió el dolor por el que su amiga pasaba cuando vio las lágrimas en sus mejillas.

Sin embargo, sabía que esto no estaba bien. El fin no justificaba los medios, aunque sus intenciones fueran muy nobles, había sido muy egoísta.

- Hice lo que tenía que hacer, te vi tan vulnerable y sensible, sé que suena como un aprovechamiento, pero encontré mi refugio en ti, sabía que si Jaemin te perdonaba te olvidarías de mi amistad y volvería a estar sola.

- Gracias por ser sincera conmigo Yena. – Bebió por última vez de aquella taza celeste, tomó sus cosas y sin decir nada más caminó con rumbo a casa de Jisung.