Two more | Caniff and Espinosa.

Maratón 1/4.

Camila.

Ví como Summer desaparecía por el pasillo. Mis ojos se volvieron a cerrar al escuchar una puerta cerrarse de golpe. Mis manos se cerraron en puños mientras que me giraba sobre mis talones. Abrí los ojos, encontrándome con la mirada de los nueve chicos.

- ¡Hijo de puta! - Le grité a Taylor.

Taylor, un tanto asustado, dio varios pasos hacia atrás. Los Jack's me sostuvieron de brazos, mientras que Matthew, Carter y Nash se paraban delante de Taylor.

- ¡Suéltenme! - Grité. - ¡Le daré a este sin vergüenza su merecido! -

- ¡No la suelten! - Gritó Taylor.

- Camila, trata de tranquilizarte. - Cameron habló.

- ¡No! Apenas llevamos unos tres días y este hijo de puta será castrado por mi. - Le propiné un codazo en el abdomen a cada uno de los Jack's.

Ambos por instinto me soltaron. Corrí hacia los tres chicos que protegían a Taylor. Le di un puño en el rostro a Carter y una patada en las bolas a Matthew. Nash simplemente salió corriendo de este pasillo. Ahora Taylor estaba a mi disposición. Tomé a Taylor del cuello y lo pegué a una pared. Lo chistoso era que Taylor era más fuerte que yo, pero él no podía quitarme las manos de encima de él.

- ¡Hijo de perra! - Le apreté más el cuello. - ¡No vuelvas a hablar de su madre! ¿Oiste?

Taylor asintió. Así que lo solté.

- ¿Por que actuó de esa forma? - Taylor de refirió a Summer.

- No te diré nada al menos que ella te lo diga. Lo único que te diré es que Summer tiene un trauma infantil por su madre. - Esta vez soné tranquila, no tanto.

Pasé por encima de Matthew y Carter, los cuales seguían sufriendo en el suelo. Giré a ver a Cameron, el cual se acercaba a Taylor. Los Jack's gemían del dolor. Me imagino que Nash aún sigue corriendo. Gracias al cielo que Aaron aún buscaba a Summer, ya que antes de que ella regresara lo habíamos enviado en busca de ella. Recuerdo haber visto a Shawn ir tras Summer.

Algo satisfecha, salí de ese pasillo hacia la habitación que compartía con Matthew. No iría hacia Summer ahora, ya que ella debe de estar descargando toda su ira. Sí, lo sé, soy su mejor amiga, pero ella sería capaz de partirme hasta la madre. Me tiré en la cama y cerré los ojos. Al recordarme de lo que ella sería capaz de hacer, me paré de la cama y salí corriendo hacia su habitación.

Summer.

Entré a mi habitación compartida con Taylor. Tomé mi guitarra con ambas manos y la tiré al suelo, rompiéndola en pedazos. Algo desesperada, abrí mi maleta. Comencé a buscar entre la ropa, a lo que le llamo, mi mejor amiga.

La puerta de la habitación se abrió de golpe. Salté del susto y lleve mi mano hacia mi pecho. Shawn estaba agitado, al parecer había estado corriendo. Intencionalmente, lágrimas comenzaron a salir de mis ojos. En un abrir y cerrar de ojos, los brazos de Shawn me rodeaban. Su camiseta negra era manchada por mis lágrimas. Mi nariz aspiraba el aroma que su cuello brindaba.

- ¿Que buscabas? - El susurro de Shawn rompió el silencio.

Entonces me recordé lo que buscaba. Mi brazo picaba, en busca de aquel ardor que hace unos meses dejé de sentir. Me separé de Shawn y comencé a rascarme el brazo izquierdo; mala idea. Los ojos de Shawn se abrieron como platos.