Capítulo 5

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Salimos del auto y nos encontramos con una no tan larga fila para los tickets. Miré a Madison y ví que suspiraba medio triste. Ella era muy desesperada por todo y le gustaba tener las cosas al instante. Adam la miró y le dijo:

- Vamos Madie, ni que fuera la cola de 1 hora. Esto no es nada, sólo unos quince minutos aproximando.

Madison parece que vio un poco de esperanza y fue a correr como si hubiera muchas personas que amenazaban por hacer la fila mucho más larga.

Adam tenía razón, no fue más de quince minutos y ya estábamos adentro.

- Y... ¿A qué juego quieren subir? - pregunté yo.
- ¡Montanas Rusas! - gritaron Madison y Adam al mismo tiempo.
- Claro... ¿Pero cuál? - pregunté casi con cara de obvia.

Madison dio una vuelta en su mismo sitio y dijo:
- ¡Al de allá!

Ese era una de las montañas rusas más famosas del parque, y, según reseñas que ví, uno de los más extremos del parque.
Fuimos a hacer fila e hicimos como unos mini retos que podíamos hacer ahí, para pasar el rato de la cola, y cuando estábamos por llegar.

- ¡Yo quiero estar sola! - dijo Madison.
- No señorita, tendrás que estar conmigo o con Adam pero nada de estar sola.
- ¿Porqué? - dijo alargando las palabras.
- Porque, que pasa si te pasa algo - yo me preocupo mucho por ella.
- ¿ Qué podría pasar? Además no voy a estar necesariamente voy a estar sola, sola, ya que, tienen que llenar todo el carrito y me va a tocar con la chica que está adelante - la susodicha volteó tratando de ser disimulada y Madison sonrió y la saludó. La chica parecía ser un poco tímida, ya que, levantó la mano un poco insegura, devolviendo el saludo. - otra cosa es que somos impares.

Dicho esto ya estábamos justo en el lugar en el que te dicen en qué asiento tienes que ir. Como dijo Madison éramos impares y cuando traté de hacer algo ya era demasiado tarde. Madison ya se había sentado y ya le habían puesto el cinturón. No tuve otra opción que sentarme con Adam. No sé si aluciné, pero por el rabillo del ojo me pareció ver cómo Adam le guiñaba el ojo a Madie. Siento, y estoy más que segura, que estos dos traman algo.
De pronto, empezó a andar el juego.
En este primero iba subiendo medio lento hasta llegar a lo más alto del juego y de ahí fuimos bajando poco a poco hasta ganar velocidad un poco antes de una curva. De ahí todo fue muy rápido. Muchas curvas y caídas se aproximaban. Levanté los brazos en un tramo alto de la montaña y empecé a gritar y a reírme, en menos de 2 minutos ya habíamos terminado el juego.

- Bonito peinado - dijo Adam - te queda bien.

Yo sólo me reí y salí. Miré a Madison y ella también estaba muy despeinada.

- Tú también tienes un bonito peinado - dijo entre risas.

Madison se miró en el reflejo de una ventana cerca y luego me miró a mí. Yo también me estaba mirando el reflejo, nos miramos y estallámos en risas, incluyendo a Adam. Cuando no se hace el tonto, llega a caer muy bien. La verdad que prefiero este Adam.
Después de esto nos dirigimos a los baños ya que queríamos arreglarnos un poco el desastre de nuestros cabellos. Cuando salimos vimos a Adam sentado con tres conos de helados enormes.

- ¡Helados! ¡Si! - gritó Madie. Ella corrió hasta llegar a la mesa. Los vi que estaban decidiendo los helados; a pesar de que el baño no está tan lejos, no lo puedo escuchar hasta que llego.

- ... Y este es para ti, querida. - me dijo entregándome mi cono. Él había acertado en mis tres sabores favoritos: fresa, limón y piña. Me encantan los sabores cítricos y dulces.

- Gracias - le dije - ¿A ti que te pidió, Madison?

- Fresa, chocolate y menta chip. ¡Mis favoritos! Gracias Adam.

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⏰ Última actualización: Feb 18, 2019 ⏰

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