Nuestras respiraciones se habían normalizado y mis músculos comenzaban a ceder ante el peso de mi cuerpo. Mis piernas aún se estremecían producto de las sensaciones anteriores y mis brazos se sentían acalambrados de la forma que siempre me ha gustado. No puedo negar que me gusta el dolor, decidí ser adiestrada para el mismo y he de decir que lo disfruto tanto como el placer. El zumbido en mis oídos disminuye y el ligero cosquilleo de sus dedos a mis costados me dan esa única sensación de calidez que el suele brindar. Su perfume ha sido impregnado en mi cuerpo y disfruto del mismo así como el sabor de sus labios que aún puedo degustar. Conservo la venda en mis ojos lo que me deja en una penumbra llena de paz. Uno de sus brazos sostiene mi cintura contra su torso y siento como mis brazos son liberados y como la debilidad se adueña de los mismos, mis piernas aún seguían enroscadas en su cintura y no pretendo soltarme ya que no podré sostenerme por mi cuenta. El movimiento de su cuerpo me deja saber que ha tomado el rumbo hacia alguna parte de la habitación la cual ha sido habilitada con todo tipo de comodidades para la recuperación luego de una sesión. El sonido del agua corriendo y el vapor que se comienza a impregnar me calma un poco más ya que siempre retengo un poco de tensión mientras mi cuerpo y mente van canalizando que ya no hay sesión pero sobretodo que mi adiestramiento como una sumisa más ha terminado y que ahora podré ser sumisa sólo y únicamente en horarios nocturnos y podré denominar mis comodidades o quizás ya es tiempo de ser una nocturna acompañante como a el le gusta llamarle. Lo que significa que se estará al lado del amo y se le complacerá de la forma que se nos adiestre no por los pedidos del mismo.
El agua nos recibe tibia y fresca a la vez y poco a poco logro componerme hasta lograr estar de pie, mis movimientos son guiados por el ya que aun tengo la venda en mis ojos y es el quien se encarga de lavar mi cuerpo y de paso dejar algunos besos esparcidos por el mismo los cuales disfruto a diferencia de años atrás cuando sólo era una chica totalmente cohibida y me hubieran hecho sentir avergonzada y temerosa pero sobretodo culpable ya que en mi mente sólo existía la negatividad pero he aprendido a aceptarme y sobretodo aceptar lo que el me da, porque es por el que he crecido como mujer y como persona en sociedad.
Una suave toalla envuelve mi cuerpo y luego de estar completamente libre de agua soy depositada en una muy cómoda y acogedora cama la cual me invita a soñar sobre la misma pero sus manos en mi espalda y trasero me hacen querer estar un rato más despierta. Sus dedos hacen una danza sobre toda mi piel asegurándose de que este bien a pesar de que no podré sentarme del todo bien en una semana. La suavidad de sus caricias me hacen sonreír al igual que el beso que siempre deja en el centro de mi espalda para luego acostarse a mi lado y quitar la venda. Mis ojos se resisten a ser abiertos pero al hacerlo la tenue luz me recibe al igual que unos oscuros ojos que determinadamente observan mi estado, sonrió como siempre y tomo mis últimas fuerzas para acercarme a su costado y apoyarme en su pecho a la vez que el decide jugar con mi cabello y deslizar la punta de sus dedos por mi espalda y un poco más allá dejando una sensación de ardor y alivio a la vez.
- Me solicitan en Francia, ya es hora de volver. - Su profunda voz lleno el pequeño murmullo que se escuchaba de la fiesta en el piso de abajo y mis ojos conectaron con esas orbes oscuras y no pude ignorar la tension de mi cuerpo al escuchar dichas palabras.
Sabía que debía volver pero ha sido mi Amo por siete años y le tengo mucho amor, si amor, no como el de una mujer debe sentir hacia un hombre pero de alguna forma si lo amo. El sentimiento es recíproco ya que ha sido un vínculo muy largo y sobre todo difícil. Un camino llenó de experiencias las cuales me han llevado a ser la mujer que soy hoy y la cual nunca pensé podría alcanzar. Sus dedos van a mi mejilla y limpian la primera lágrima escurridiza para luego a traerme hacia sus labios y envolverme en sus cálidos brazos. No dice nada al igual que yo, me limito a retener la angustiosa sensación que se instaló en mi pecho al no tener certeza sobre que pasará en esta nueva etapa. Tendré un nuevo Amo.