Capitulo 5

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De nuevo han pasado semanas donde el único contacto recibido de su parte ha sido minimo. Aún voy a la habitación para prepararme y me mantengo despierta hasta que el cansancio me arrastra en sus brazos. No llega, ya no lo hace y me gustaría decir que no me afecta pero no. Mi aspecto no es el mejor, las ojeras son mucho más notables y hasta he bajado de peso. Prácticamente paso toda la semana en este gran y fantástico lugar pero mi rol como sumisa lo ejerzo por gusto y también por necesidad. Soy independiente o quizás más solitaria de lo normal pero el seder el control a otro ser humano me ha sido necesario para mi bienestar. Se controlar mis sentidos durante todos estos años pero nunca me había encontrado en una situación como ésta. Mi ansiedad ha aumentado por lo que el luchar contra mis emociones me es más cansado que estar aquí trabajando, eso sin dejar atrás la duda de si llegara o no alguna de estas noches. Me he comenzado a preguntar el si aún querrá seguir siendo mi Amo o si es que tendré que plantearme está situación por otro tiempo más. No me siento incómoda cuándo estoy cerca de él por eso no he querido solicitar un cambio, además soy consciente de todas las mujeres que están a su disposición por lo que es un Amo muy ocupado pero mi ansiedad me hace malas jugadas.

Continuo mi recorrido por los amplios pasillos del tercer piso hasta entrar a la habitación indicada la cual está hecha un caos, hay una chica en un estado bastante cruel en el piso miéntras que el hombre que le da la espalda parece estar tratando de recomponer su coraje. La joven de no más de 18 años rápidamente acude hacia mi por lo que la ayudó a sentarse en la cama y me dedico a hacer la revisión como de costumbre, las marcas en su piel están a punto de sangrar y los hematomas en sus pómulos me dejan saber que esto se ha pasado de control. Mis ojos van hacia el hombre y el mismo nos observa de reojo miéntras toma un trago de su oscuro licor, veo sangre en sus manos y pecho el cual lleva descubierto. Se quien es, se trata de  Marko uno de los Amos más sádicos y extremistas pero nunca la había visto a ella. No lleva nada que la identifique como  sumisa y una simple acompañante no puede ser porque estás no tienen acceso a este piso o alguno de los superiores. En sus claros ojos puedo ver angustia y entiendo que es un vínculo más personal. Me percato de que la joven tiene otros hematomas mucho más claros en su espalda pero la misma no dice nada cuando le cuestionó si quiere ser removida de la habitación por lo que Marko me toma del brazo y me encamina hacia fuera de la habitación.

-Ella estará bien, sólo...- Su tenso agarre en mi brazo me lástima por lo que rápidamente lo retiró, el piensa que  lo jusgare  pero lo interrumpo.

-Ella se recomponer en poco tiempo pero no se si tu lo hagas Marko, hace años tuviste una recaída igual por lo que ambos sabemos cómo eso término. Dale su espacio, es joven no la arrastres tan pronto contigo.- Luego de decir eso le doy la espalda y me dirijo hacia mi sector, debo terminar el informe y quizás tenga que trabajar horas extras ya que mi suplente no ha llegado aún y dudo que lo haga con la fuerte tormenta que se está produciendo allá fuera.

Aquí estoy seis horas después frente a la misma puerta que todas las noches observo por si finalmente se abrirá y está vez me debato entre sí debería entrar o no. Son las 3 de la madrugada y mis ojos se siente mas cansados y vacíos que antes, al igual que mis extremidades, mi cabeza duele ante todas las situaciones de emergencia que tuve que atender y apenas creo tendré fuerzas para un baño. Aún así entró por la misma y arrastro mi bolso por el pequeño corredor hasta dar con la sala donde para mi sorpresa un alto y fornido hombre se encuentra parado junto al ventanal mientras bebé de un trago todo el contenido que tiene su vaso. Su rostro se gira tres cuartos y unos ojos esmeralda oscura escrutinan el mío a la par que dirige hacia mi no sin antes depositar el vaso de cristal contra la pequeña mesada de un fuerte golpe que me hace dar un respingo y soltar el bolso que mi mano sujetaba.

Se detiene frente a mi y una de sus manos rodea mi cuello para que pueda observarlo, su agarre es firme y me debato contra algunos temblores que mi pobre estado mental provoca a mi cuerpo. No veo amenaza en sus ojos pero si algo de preocupación tal vez por lo que caigo en cuenta de mi terrible y deploroso estado en el que me encuentro y por primera vez en años quiero ocultarme. La tension en mi cuerpo aumenta y mi visión se hace borrosa, siento verguenza de mi misma ya que pensé jamás llegaría al mismo de nuevo.

Su otra mano se dirige a mi mejilla donde retira un mechón de cabello y lo coloca lejos de la misma para luego tomar mi despeinada coleta y soltarla dando paso a mechones de cabello castaño oscuro y un poco de alivio a mi terrible dolor de cabeza. Deja el agarre en mi cuello para soltar los botónes de mi camisa y pantalón de talle alto, mis acciones sólo son limitadas a observarlo con atención y moverme si el así lo pide. Se coloca sobre sus rodillas y baja mi pantalón para deshacer el nudo de mis botas y quitarlas al igual que el resto de la ropa que tenía en mi parte inferior, la verguenza me invade ya que he estado trabajando todas estas horas y no estoy presentable pero sus manos rozan suavemente mi parte más íntima y cierro mis ojos intentando no llorar por tal razón. Finalmente está de pie otra vez junto a mi y se toma su tiempo en soltar el agarre de las mangas al igual que mi sostén, una vez mi cuerpo es liberado de toda tela que se interponga a su vista nos dirige hacia el baño donde se desnuda a si mismo y entra conmigo para que la caliente agua arrope nuestros cuerpos.

No dice nada, sólo se dedica a observarme como si buscará algún daño en mi pero sólo encuentra mi debatiente estado mental. Sus manos hacen un suave recorrido por todo mi cuerpo mientras me lava y me doy la libertad de cerrar mis ojos por un momento y disfrutar de su toque y pronto son sus labios los que lo acompañan. Los mismos viajan por mi cuello y torso y todo pensamiento en mi se nubla por deseo y placer. Mis manos toman vida propia y viajan por su cuerpo hasta dar con su duro miembro, lo acaricio suavemente disfrutando de su tacto contra las mismas y del pequeño suspiro que de su experta boca escapa. Una pequeña mordida en mi barbilla me hace abrir los ojos y ver al hombre hambriento frente a mi, admiro la tension en su cuerpo y disfruto de como me mantiene firme contra el mismo pero esto dura poco y sus palabras me lo dejan claro.

-Tu estado no es el mejor y soy consciente de ello por lo que quiero que descanses.-Su seriedad me deja saber que no está bromeando o que lo ha hecho con mala intención así que dejó que me seque con una suave y gran toalla para luego llevarme a la cama donde minutos después vuelvo a quedar rendida otra vez.

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⏰ Última actualización: Apr 11, 2019 ⏰

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