AMOR, HONOR Y JUSTICIA.

CAPÍTULO SIETE

CAPÍTULO ANTERIOR:

Sakura saltaba de tejado en tejado por la ciudad, las palabras de Hinata le habían quedado grabadas en su mente y no pudo seguir ignorándolas, sabía que Sasori se podía convertir en un desquiciado por su estúpida obsesión hacia ella.
"Él sabe defenderse", había mencionado en su mente, pero las ganas de verificar su estado por sus propios ojos fue mucho más fuerte.

Deseaba verlo, siempre, a cada momento.

La ventana de su habitación estaba abierta, había llegado tan sólo unos minutos antes, y no pudo evitar acercarse, debía verificar que estuviera bien.

—Iré a reportarnos con los guardias —declaró Kakashi saliendo de la habitación.

—Entonces, yo iré a hablar con el capitán de la guardia para notificar de nuestra ausencia para el día de mañana —declaró Naruto saliendo detrás de Kakashi.

Sasuke se había quedado completamente solo, y sin percatarse de la presencia de Sakura, comenzó a desvestirse, hasta quedar con su torso al descubierto.

"Bendito Dios", pensó al ver el esculpido y formado cuerpo del joven capitán, de un momento a otro comenzó a sentirse febril, lujuriosa, con el deseo indomable de querer acercarse y acariciar su piel. "¡Deja de mirarlo!", se gritó con urgencia.

Pero sus palabras no fueron escuchadas, absorta por la sensual imagen de aquel hombre, no se percató de que estaba a punto de pisar un teja que estaba suelta.
El sonido de la teja quebrándose reveló su posición y de inmediato Sasuke tomó su espada con dirección a la ventana.

AMOR, HONOR Y JUSTICIA.

CAPÍTULO SIETE

En el momento que abrió la ventana, ya no había nadie. Segundos antes, Sakura se dejó caer por el costado del hospedaje hasta la calle, donde se escondió en una de las sombras del lugar.
 "Mierda... eso estuvo cerca", pensó con la adrenalina fluyendo por sus venas.

Sasuke observaba el lugar con extrema atención, pero nada le indicaba que alguien estuviese en el lugar. Y después de unos segundos, cerró ambas ventanas con seguro y se encerró en la habitación.

-"Por Dios, ¿qué es lo que estoy haciendo?", se preguntó Sakura con aflicción, segundo error en el mismo día, aquello ya era demasiado, desde ahora debía mantener la cabeza fría sin importar si Sasuke estaba presente o no.
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AL DIA SIGUIENTE...

Los tres caballeros de la guardia del rey se preparaban para asistir a la mansión Senju.

—Los caballos están listos -declaró Kakashi entrando a la habitación, mientras Sasuke terminaba de poner su espada en su cinto.

—¿Es necesario que llevemos nuestras espadas? Digo, vamos a la mansión de la señora Tsunade, no a la guerra —preguntó Naruto mientras tomaba su espada.

 —Es por seguridad, esta vez no iremos en carruaje, iremos a caballo y no sabemos qué podemos encontrarnos en el camino —respondió Kakashi con seriedad.

—Está bien, está bien... yo sólo decía.

—Si ya terminaron de hablar, vámonos —ordenó el pelinegro para después salir de la habitación.

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EN LA MANSIÓN SENJU

—¿Estás lista? —preguntó Hinata entrando a la habitación.