AMOR, HONOR Y JUSTICIA.

CAPÍTULO DOCE

En la Mansión Senju.

—¡Sakura, espera! —exclamaba Hinata tratando de alcanzar a la ojijade.

—¿Qué sucede?

—¿A qué te refieres con acabar con todo esto?

—Asaltaré el carruaje con los impuestos, y se lo entregaré a Sasuke, así él verá realmente lo que hace el gobernador, verá que las recaudaciones son mucho más de lo que el rey solicita y se lo informará, y así Orochimaru será condenado.

—Pero qué pasará si el gobernador se las arregla y sale libre.

—Si sale libre, lo mataré —respondió Sakura sin vacilar.

—Sakura, es una locura, una cosa es que asaltes la recaudación de impuestos, que de paso estará fuertemente custodiada y entre ellos estará Sasuke, pero de ahí a matar al gobernador... —mencionó la pelinegra con preocupación.

—Lo sé, pero es algo que debo hacer. Si logra evadir la justicia, deberé matarlo; sé que mi vida se acabará y me convertiré en una verdadera criminal.

—¿Y qué pasará con Sasuke?, ¿qué pasaría si por error Sasuke te captura en el asalto a los impuestos?

—¿Qué pasará?, ya sabes la respuesta Hinata, todo se acabaría.

—¿Estás dispuesta a tirar todo lo que sientes por Sasuke por detener al gobernador?

—Hinata, tú sabes que mi relación con Sasuke era como un cuento de hadas, uno muy hermoso pero que tarde o temprano tendría que tener un final, sin mencionar que desde un comienzo no fui sincera y sé que Sasuke jamás me perdonará por ello —declaró tratando de que sus lágrimas no humedecieran sus mejillas.

—Oh, Sakura —mencionó atrapando a su amiga en un abrazo —. Espero que todo salga bien, que el robo sea un éxito y que el gobernador pague por sus delitos, y finalmente puedas ser feliz.

—¿A qué te refieres?

—No has pensado que si todo sale a la perfección, con el gobernador condenado, tú con tu identidad a salvo, ¿podrías dejar de ser la ladrona y ser feliz junto a Sasuke? —preguntó Hinata dándole a Sakura aquella esperanza que había dado por perdida.

AMOR, HONOR Y JUSTICIA.

CAPíTULO DOCE

—Te mentiría si te dijera que aquella idea no me emociona, pero aquel deseo sería a base de una mentira, y es algo que no puedo hacerle a Sasuke, tarde o temprano terminaría diciéndole la verdad y él me odiará por ello.

—Eres demasiado honesta y sincera.

—Así parece.

—A decir verdad, yo tampoco tengo un destino diferente, aunque no he querido pensar en ello, sé que Naruto también me terminará odiando si se llega a enterar de la verdad. No hay que ser muy vivaz para darse cuenta que si tu identidad es revelada, Naruto me apuntará como tu cómplice.

—Aunque así sea, debes negarlo, jamás debes decir que sabes de mi secreto, ante los ojos de Naruto y Sasuke, tú no sabes absolutamente nada.

—Saku, sabes que aunque lo mencione nadie me creerá.

—De eso me encargaré yo, pero sin importar que suceda, júrame que negarás todo acerca de mi secreto, para los demás, tú eres mi prima y no sabes nada. No puedo permitir que alguien salga lastimado por mis acciones, mucho menos mi familia.

—Está bien, lo juro —respondió la ojiperla, al mismo tiempo que Sakura soltaba un suspiro de alivio.

—Entonces tenemos sólo dos semanas para disfrutar de nuestra historia de amor —mencionó Hinata con una sonrisa algo triste.