Internado McKellen [Zodiacal]

Capítulo III

CAPRICORNIO

Estábamos en la habitación, cambiándonos  para la fiesta de bienvenida que haría el dúo de idiotas.

-— Tessa no se compara con Leía— Insistía Ezra, tirado en su cama mientras lanzaba un balón al aire y lo atrapaba.

—¿Qué prefieres, una cerveza que nunca probaste o el jugo de manzanas  de todos los días?— Le contesto con tranquilidad, él solamente suelta una carcajada para seguir jugando con la pelota. Si bien era tonto compararlas,era algo que no podía evitar. La puerta se abrió de repente sacándome de mis pensamientos,observo ingresar uno de los  chicos nuevos.

—Entra, novato —Indicó el rubio de mi amigo.—El es Connor  y yo soy Ezra.

—Chace—Musita en voz baja, a la vez nos observa con una ceja levantada.

—Antes tenemos que dejar las cosas claras. En esta habitación solamente somos el idiota que está tirado en la cama y yo, ahora estas tú. Dime, novato ¿Estás de nuestro lado o del lado de la ley? — Me burlo de Ezra,este rueda los ojos sacándome el dedo del medio,hago una mueca ofendido,para luego soltar una carcajada.

—¿Qué gano si estoy de su lado?

—Me agrada —Asiento mientras el escorpiano sacaba unas pequeñas bolsas con polvo blanco de su valija y las guardaba en su bolsillo.

—Habrá una fiesta de bienvenida  - Explicó mi mejor amigo con arrogancia — Digamos que la directora no tiene ni puta idea de lo que ocurre, pero nosotros podríamos mostrarte cosas interesantes en este lugar…

—Trato —Aceptó Chace con una sonrisa landina — la directora ni ningún docente  se enterará de nada por mi parte.

—Sabía que eras listo —Afirmó divertido —Alístate rápido, mi pequeña Smith de seguro estará ebria para cuando lleguemos y no puedo coquetear con ella si lo está.

—¿Smith?

—Connor decidió tener una obsesión por la perfecta alumna. Algo inútil si me lo preguntas - Se burló Ezra.

—Cierra la boca, imbécil—Le grito divertido. — Yo sé que va a caer a mis pies.

—Si claro,eso solo sucederá si quitas del medio a Solange,te recuerdo lo que sucedió hoy.— Hago una mueca de molestia,el escorpiano tenía razón. No había manera que me acercara a Tessa si Solange estaba metida en el medio,menos si todavía recordaba como hice sufrir a Leía.

—¿Solange?—Pregunta el chico nuevo con el celo fruncido.

—Veo que tuviste el placer de conocerla.—Digo con sarcasmo.