MÁSCARAS

EXPEDIENTE 10_J97 (2)

Otra vez estoy aquí, sentado en esta mugre silla, atado como un animal, yo no estoy loco, solo me encanta jugar con Alfred, hace mucho no lo veo.

¿Qué han hecho con él?

¡no lo he visto en días!

La última vez que lo vi fue aquella tarde cuando llegó una chica muy sexy a traerme mis dulces de colores, son mis favoritos, pero me caen mal si como muchos, esa tarde la abracé, sentí su olor a piña, esos ojos azules me miraban aterrados y a Alfred no le gustó que me mirara así, por eso la atacó y le sacó los ojos con sus grandes y afiladas garras.

Yo quise ponerlos en su lugar de nuevo, pero ella no quería que me acercara, fue cuando llegó un gorila muy fuerte, me puso una varita mágica que bota rayos y me electrocutó, hasta dejarme inconsciente.

Cuando desperté estaba en una celda de aislamiento, no me gusta esa celda, es muy pequeña y no cabe mi gato, es muy gordo, le he dicho que tiene que hacer ejercicio, pero no me hace caso.

Doc. ¿a usted le gustan los gatos?

Yo tengo uno muy grande, es muy juguetón y divertido, mi mamá nunca lo conoció, lo encontré en la puerta de mi casa el día que fui a su funeral. Es raro porque nadie lo ve, seguro se esconde muy bien, le gusta jugar con sangre y disfruta ver como saco las vísceras de los cuerpos aún tibios. Una vez incluso estaba viva la chica cuando le abrimos el vientre y jugamos con sus intestinos.

¿Sabe que el intestino delgado es muy largo? porque yo no lo sabía hasta que Alfred me enseñó con esa chica, gritaba mucho y a mí no me gustan los gritos, por eso tomé la navaja y le corté la lengua, pero seguía haciendo ruidos hasta que Alfred le cortó la garganta, haciendo que se ahogara con su propia sangre, luego...

¡Por fin!

Hola Alfred, te extrañé, saluda al doctor no seas maleducado...

No, no podemos hacerle eso, el doc. es mi amigo, a los amigos no se les saca el corazón.

Doc. ¿le gustan los gatos?