EXPEDIENTE 12_H18 (3)

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Bienvenido mi amado y guapo doctorcito, te extrañé, ¿me extrañaste? sé que sí, lo veo en tus ojos detrás de esos lentes, ¿qué tanto escribes en esa carpeta sobre mí? ¿es una carta de amor? si pudiera te escribiera una, pero no me dejan usar lápices porque dicen que soy muy peligrosa, y no lo soy, soy mucho más que peligrosa, ojalá no sepa que nadie te está rondando porque la mato. ¡LA MATO!

¿Qué haces para relajarte? Yo las pocas veces que estoy en mis 5 sentidos me quedo mirando un punto fijo en la pared, me relaja y a su vez me recuerda la vez que estrellé el cráneo de una prostituta que quiso seducir a mi amigo, la golpee tan fuerte que su cara no fue reconocida por las autoridades, y recuerdo el arte en la pared chispeada con sangre, por eso veo en cada pared un lienzo en blanco, un cuadro que pide ser pintado por mí con sangre.

Recuerdo una noche que íbamos en la camioneta mi amigo y yo, paramos en un semáforo y justo al lado se paró una patrulla de policía, yo ya era famosa, tanto por la venta de droga como por asesinatos, el policía me reconoció inmediatamente y aceleramos aun cuando el semáforo seguía en rojo, la patrulla nos perseguía y en un par de minutos ya eran tres patrullas persiguiendo y disparándonos, yo no sé disparar armas de fuego, solo las de bengalas como la que usé en el incendio de la casa de mi padre, mi amigo iba conduciendo y no podía disparar y conducir al mismo tiempo, así que tomé la pistola de bengalas e intenté distraer a las patrullas, las primeras bengalas no sirvieron de nada, pero la última sirvió para que una de las patrullas perdiera el control y se estrellara contra un auto que estaba estacionado, mi amigo me pasó una granada que guardamos para un caso espacial y este lo ameritaba, quité el seguro la lancé y explotó una de las patrullas cayendo encima de la otra, la adrenalina corría por mis venas y era tal la excitación que no sentí cuando a unas 20 cuadras la camioneta fue bajando la velocidad, se salió de la carretera y se estrelló contra un poste de luz, habían herido a mi amigo, estaba muriendo y yo no podía hacer nada, solo me miró, sonrió y me dijo: cuídate pequeña, siempre fuiste como mi hija.

Al día siguiente despedí a todos mis vendedores de droga dejando que se llevaran toda la mercancía que pudieran tomar, con el dinero que tenía ahorrado compré a uno de los conductores que transporta gasolina hacia las estaciones de servicio, manejé el camión a toda velocidad por la ciudad, nunca frené, murieron 31 personas incluyendo niños atropelladas por el camión, la policía de tránsito me perseguía, quería que lo hicieran, cuando llegué a la estación de policía no me detuve y me estrellé contra la estructura, la explosión fue tan grande que se sintió en toda la ciudad, la estación de la policía se redujo a cenizas, murieron más de 200 policías ¿que cómo estoy yo aquí? no lo sé, solo recuerdo despertar con el cuerpo todo vendado y con un ardor horrible en todo mi cuerpo, los médicos dicen que es un milagro que este viva, yo pienso lo contrario, tener quemaduras de segundo y tercer grado en el ochenta y nueve por ciento del cuerpo no es ningún milagro.

Pero mi belleza está por dentro, ¿no es así amorcito? ¿verdad que me amas así esté desfigurada? soy tu milagro viviente, pero yo quería morir, no estar todo el día mirando hacia la pared y tomando pastillas de mierda.

¡YO QUIERO MORIR!

¡DÉJENME MORIR!

¡MORIRÁN CONMIGO!

¡TODOS ARDERÁN!

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