11

287 16 8
                                    

Narra Craig

Después de clases fuí camino a casa. Quedé en verme con Kyle en un parque que estaba a medio camino, no quería que los de la escuela nos vieran juntos. Estuve esperando unos minutos recargado en un árbol, hasta que apareció. Una expresión de irritación se formó en mi rostro cuando lo ví.

—Ay por favor, ¿era necesario todo eso?— Llevaba puesta una gorra, un cubre bocas y una sudadera, todo de color negro.

— No quiero que me relacionen contigo, ya hay demasiados rumores en este lugar.

Noté que había otro sujeto detrás de él, vestía de igual forma que Kyle, por lo que no pude distinguir de quién se trataba.

— Como sea. Vámonos antes de que alguien haga un reporte por personas sospechosas vestidas como criminales.— dije algo molesto por su exagerada precaución.

Una vez llegamos a mi casa y estuvimos seguros en la privacidad de mi cuarto, ambos se quitaron sus disfraces, dejando al descubierto la identidad del amigo de Kyle.

Era un chico moreno y de cabello oscuro, aparentemente de mi misma altura. Pocas veces había tenido interacciones con él.

— David. No creí que fueras tú el que pudiera ayudarme en esto.

— Bueno, Kyle no me dio muchos detalles. Dijo que era algo importante y que necesitaba la mayor discreción posible.— se rascó la cabeza y miró al suelo, evitando hacer contacto visual conmigo.

Le conté todo lo que había estado pasando; desde el primer mensaje que recibí, hasta los que me decían que siguiera besándome con otras personas frente Tweek. Al principio parecía un poco escéptico, pero cuando vió mi celular con todos y cada uno de los mensajes, su cara cambió.

— Esto es horrible, de verdad parece estar obsesionado con separarlos.— se quedó un momento pensando, parece que no estaba seguro de si debería involucrarse en esto.

— Por favor David, este sujeto ya demostró ser lo suficientemente peligroso como para dejarlo impune. Tengo el presentimiento de que podría llegar a hacerle algo a Tweek.— Kyle se pegó al moreno, sujetando su brazo de forma suplicante.

Suspiró antes de hablar de nuevo.

— De acuerdo. Creo que puedo rastrear la señal de la cual se mandaron los mensajes, pero necesito algunas cosas, ¿Te parece si me llevo tu teléfono para hacerlo? Te lo devolveré mañana en la tarde.

— Seguro.

David volvió a ponerse ese ridículo disfraz y se fue del lugar, dejándome a solas con Kyle.

—¿Qué planeas hacer cuando sepas quién mandó los mensajes?— preguntó mientras se dejaba caer en la silla de mi escritorio.

— Primero que nada, quisiera poder romperle la cara al desgraciado.— apreté mi puño con rabia. — Todas las mierdas que me hizo hacerle a Tweek... no se las voy a perdonar.

Kyle me miró sin expresión por unos segundos y después se cruzó de brazos —¿Y con él? ¿Qué harás con Tweek?

¿Qué iba a hacer? Después de todas las cosas que pasaron, no tengo derecho a siquiera pararme frente a él. No soy aquel que prometió que estaría para él en todo momento y que lo protegería y haría feliz. Desearía poder abrazarlo y contarle todo, disculparme por el daño que le causé, aun si fui obligado a ello, no quita el hecho de que lo herí. Ni tirándome al suelo y rogando de rodillas de su perdón, podré sanar lo que rompí. Tengo que ver por su felicidad.

— Yo... creo que lo mejor es que le deje en paz.

Kyle me miró con amargura.

— Bueno, no es que me corresponda tomar esa decisión, pero... Si realmente te importa tanto como dices, tal vez deberías hablar con él antes de tomar una decisión precipitada.

¿Qué Te Sucede? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora