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– Estás bromeando.

– No, la señal proviene de ésta dirección– sus manos apuntaron al ordenador que mostraba algunos códigos incomprensibles para los no conocedores y una imagen del dichoso lugar.

– Entonces me estás diciendo que la señal del teléfono que ha estado mandando amenazas a Craig por meses, viene de...

– La prisión estatal de South Park — le interrumpe David.

Kyle se deja caer en la cama de su amigo —¿Qué mierda hermano? ¿Te metiste con algún policía raro o algo así?— pregunta aún con incredulidad mientras voltea a ver a Craig.

— ¿O con algún preso? — añade el moreno.

Craig se mantiene de brazos cruzados y meditando la información que acaba de recibir. Ha estado por mucho tiempo pensando en la persona que podría estar detrás del infierno en el que su vida se ha convertido, pero no consideró la opción de que se tratara de alguien relacionado con la prisión. Por más que intenta hacer memoria, simplemente no puede pensar en alguien de ahí con el que tuviera algún problema, y sobre todo ¿Por qué querría arruinar su relación con Tweek?

— Tal vez no sea contigo — dice Kyle. — Puede que el verdadero objetivo sea Tweek.

Ambos se voltean a ver, Craig con el ceño fruncido de la preocupación.

— Él nunca mencionó tener contacto con alguien así, pero puede que haya evitado decírmelo. — imaginar que el chico que ama fuera el verdadero objetivo de una persona tan peligrosa como la que lo había estado acosando, lo llenaba de ansiedad. Siempre había estado al pendiente de que Tweek estuviera seguro, que nadie le hiciera daño, pero por culpa de ese alguien, él lo terminó lastimando.

— Ya que tú no puedes acercarte a él sin que alguien atente contra tu vida, tendré que investigar yo — Kyle se levanta de la cama y recibió una mirada cómplice de Craig.

— Entonces deberíamos irnos — los chicos de gorro caminaron hacia la salida después de agradecerle al castaño por su ayuda.

— Kyle — el pelirrojo se detiene y mira a David — Solo... ten cuidado. Este pueblo ya está lo suficientemente loco como para que te metas con los presos.— resaltó algo ansioso.

Él le sonrió.— No te preocupes demasiado, estaré bien — dijo antes de salir del cuarto y cerrar la puerta. Se sentía bien de que alguien se preocupara por él de esa forma.

Kyle y Craig acordaron encontrarse al día siguiente para ir a la prisión y poder investigar más sobre el origen de las amenazas. Aunque estaban muy centrados en pensar como desenmascarar al culpable, no los eximió de sufrir de las críticas y murmullos en la escuela debido a su reciente cercanía. Especialmente Kyle, quien no solo lidiaba con la escuela, sino también con la incomodidad y evitación de parte de sus amigos. 

_ Esto es incómodo - Kyle se encogía mientras caminaba con su charola de almuerzo hacia una mesa en la cafetería.

— Bienvenido a mi mundo - Craig caminó hacia un lugar vacío, con el pelirrojo siguiéndolo de cerca.

La gente ya sabía que ellos se hablaban, no venía al caso ignorarse. Antes de que  pudiera tomar asiento, Kyle tropezó, cayendo sobre su comida y todos burlándose a su alrededor. Un par de chicas miraban con desagrado a Kyle en el suelo, pero una sonrisa burlona en sus bocas, parecían ser las responsables de su caída.

— Qué mierda — Craig ayudó a su amigo a levantarse y miró enojado a los que los rodeaban, apaciguando sus risas.

Parecía que el azabache iba a decir algo para reclamarles, pero una mano se puso en su pecho.

— Vámonos — le dijo el chico de ushanka. Craig suspiró y salieron de la cafetería para que se limpiara en los vestidores. 

Mientras Kyle se limpiaba y cambiaba la ropa, Craig lo esperaba y miraba con desdén.

— Tanto tú como yo pudimos haberle dado su merecido a esa gente.

— Lo sé — se colocó una camisa prestada por Craig. — Pero no quiero llamar demás la atención cuando estamos en una investigación confidencial. 

El chico apretó los labios y asintió.

— Bueno, aún quedan algunas clases pero yo digo que nos la saltemos y vayamos a la prisión. Traje mi coche.

Por un momento sus palabras sonaron muy divertidas en la cabeza de Kyle. Si su madre se enterara de que se iba a saltar sus clases para ir con el ex de su amigo a la prisión, definitivamente haría un escándalo. Pero aun así accedió.

Durante el camino iban platicando sobre sus experiencias con el amor, que al final terminaban siendo una lista de las citas favoritas que había tenido con Tweek y un montón de recuerdos de como era Stan antes de su alcoholismo. 

Era agradable poder comentar sobre sus arrepentimientos y deseos sin alguien que los juzgara por sus decisiones. 

En el estéreo la música sonaba y los hacía olvidarse de sus preocupaciones presentes y sobre todo futuras.










Tardé mucho y es corto, lo siento. Tenía que estudiar para entrar a la uni y ahora me está consumiendo. Sé que la historia no es muy digna de alguien en mi grado académico ajaja, pero no es mi fuerte, empecé esto cuando iba en primaria 😫

¿Qué Te Sucede?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora