fuņf

234 38 0
                                    

Tus visitas se volvieron diarias, pero seguías sin estar interesado en mi y eso hacía que mi enfermedad permaneciera. 

Eras atento y amable, me traías comida y remedios,  pero eso seguía sin hacerme nada, mi única cura era tu amor, un amor correspondido que pudiera hacerme olvidar de estos dolores y problemas respiratorios. 

- ¿Qué tal has estado este finde?- elevé mis hombros con cuidado sin saber como responderte, nada había mejorado, todo iba a peor. 

"Como siempre" escribí en la pequeña agenda que tenía a mi lado, no podía hablar, mis cuerdas vocales dolían demasiado cada vez que intentaba hablar.

- ¿No hay mejoras?- negué con una sonrisa sarcástica, ¿qué mejora quería?- En verdad quiero ayudarte, pero... No puedo amarte.- asentí mientras sentía mis ojos cristalizarse.

"Puedes irte, ¿por favor? Quiero estar sola" asentiste y tras dejar un beso sobre mi mejilla te fuiste. 

En ese momento empecé a vomitar, vomite miles de pétalos, pétalos de distintos rojos,  fuertes y suaves, había un poco de todo, incluso pétalos negros y yo ya sabía su significado. 

Hanahaki Disease ( Mark Tuan )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora