Efímero.

6 1 0
                                    

Existen momentos en las que el mundo se detiene por completo, o eso es lo que logran apreciar mis ojos cansados de la realidad que se posan sobre leves atisbos de ojeras cansadas violáceas y frías que desarrollaban un origen desde las pesadillas, los miedos y dolor.

Otras veces puedo ver cómo todo transcurre en cámara lenta y se puede sentir la brisa mañanera escaparse por las palmas de nuestras manos, colándose por nuestros dedos y finalmente siendo libre luego de golpearnos con una pizca de realidad, dejándonos con un vuelco cruel e intermitente que martilla los pensamientos, que hace pesar los párpados...

También, a veces todo es más rápido, como si fuésemos a desaparecer de un momento a otro, como si nuestra existencia dependiera de la acción más simple y corta que pudiéramos profesar en un milisegundo de tiempo. Los pasos arrastrados se convierten en una mini carrera, la cual al parecer deberíamos de ganar.

En cambio, hay un tiempo en el cual los días son obscuros y grises. Con un cielo triste, vacío, carente de emociones, cubriéndose con tormentas de problemas y angustia.

Otros tiempos llegan a ser más felices, más alegres, únicos y maravillosos... Pero ¿Acaso sabemos lo que es la felicidad para cada individuo cuando todos, obviamente, somos hechos de modos diferentes?

Los escritos de un desalmado de la vida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora