Capítulo VIII: Decisión.

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Habían pasado unas semanas desde la llegada de Jimin. Yo estaba mucho más feliz. Por las noches nos escapábamos para estar un rato juntos y nos reíamos o simplemente nos abrazábamos y besábamos. Me encantaba. Me tenía completamente loco.
Esa noche nos encontrábamos hablando de cosas triviales. De repente se me ocurrió una idea. Nos habían anunciado que en tres días habría una fiesta de celebración. K's Company había logrado eliminar del mercado a otra empresa con la que rivalizaba y esa era, sin duda, razón suficiente para hacer una fiesta. Nunca había asistido a una así que no sabía de qué se trataba. También informaron de que habría un baile y debíamos buscar pareja, así que se lo pedí a Jimin, el cual aceptó gustoso. Bueno, el punto es mi idea. Podríamos lograr escabullirnos entre la gente y así escapar de allí para ser felices lejos. 

-¿Pero cómo lo haremos? ¿No crees que habrá gente vigilando?-preguntó Jimin tras mi explicación-.

-Dijeron que nos darían ropa para elegir... Llevaremos una puesta, luego nos cambiaremos y burlaremos a los guardias, si los hay-argumenté entusiasmado-.

-Y si nos descubren... ¿Qué pasará?

-¿No te arriesgarías? Podemos intentar ser felices... Sin importar qué.

Jimin dudó unos segundos, fijando su mirada en la nada. Suspiró y asintió lentamente.

-Lo haré. Por tí me arriesgaré, TaeTae. ¿Siempre juntos?

-Siempre juntos-sonreí y besé suavemente sus labios-.

        ~~❀❀~~

Ya había llegado el día de la fiesta y todos nos encontrabamos dándonos los últimos retoques antes de comenzar. Nos habían dado el día libre y a las 8p.m. comenzaba la fiesta. Primero habría una cena. Ya estaba vestido y mirándome al espejo para asegurarme de que estuviera guapo. Seguro que Jimin iría hermoso. Miré mis zapatos negros brillantes; mis pantalones negros, algo anchos de tela suave y fina; mi camisa blanca por debajo de la americana rosa desabrochada, que me llegaba por la cintura; mi pelo algo desordenado pero impecable; y además me había puesto algo de maquillaje. Sonreí al ver que todo estaba bien. Salí del cuarto y acudí al salón, donde tendría lugar el evento.
Cuando entré, visualicé a Jimin y me acerqué a él con una sonrisa. Como predije estaba hermoso. Llevaba unos pantalones ajustados negros, una camisa blanca y sobre ella una americana corta morada.

-Estás precioso hoy-me halagó con una sonrisa de oreja a oreja-.

-Tú también...-susurré sonriendo sonrojado-.

Me besó la cabeza en un gesto cariñoso y tomamos sitio en la mesa, uno al lado del otro. Mientras esperábamos por la cena, entrelazó nuestros dedos por debajo de la mesa, para que nadie lo viera. Suspiré como el adolescente enamorado que era y lo miré, mi sonrisa sin desaparecer en ningún momento.
Pero alguien más sí se había dado cuenta.
                    ~~❀❀~~

Todos habíamos llenado nuestras respectivas barrigas y dio comienzo el baile. Estuvimos bailando un rato hasta que ordenaron silencio. Los cuatro de siempre salieron al frente, vestidos como lo solían hacer.

-Bien, como todos sabéis, hoy se celebra algo importante. K's se ha hecho más fuerte que antes y eso significa un futuro más seguro-habló un sonriente Baekhyun-.

-A continuación, vamos a dar paso al baile magistral. Cada pareja hará un pasillo por el que pasará nuestro señor-anunció ahora Jin-.

Todos hicimos caso y formamos un pasillo. Nosotros nos encontrábamos en primera fila y la puerta se abrió, dando paso al señor K. Estaba distinto a la última vez que lo vi. Su cuerpo se notaba más tonificado por debajo del traje negro ajustado que llevaba a juego, donde resaltaba su corbata roja; el pelo más negro y largo; su piel blanca resplandecía por el contraste con sus ojos oscuros y sus labios rojos y carnosos, seguramente maquillados; y, lo peor, con una mirada más penetrante y adulta que la que recordaba. No sé por cuanto tiempo estuve admirándolo, pero volví a la realidad cuando Jimin tomó mi cintura y la música comenzó.
Bailábamos al son de la música, sin fallos y compenetrados. En una vuelta visualicé al señor K mirándome mientras paseaba entre nosotros. Nos quedamos observándonos fijamente por unos segundos. Su mirada era autoritaria y reclamante. Al terminar la vuelta dejé de verlo y solo me centré en Jimin.

El reloj marcó las 0:00. Era hora de nuestro plan. Sin dejar de bailar nos fuimos acercando hasta una puerta trasera que encontramos en el lugar. Aprovechamos el gentío y el ruido para salir con cuidado de no ser descubiertos. Cuando lo hicimos, rápidamente cambiamos nuestras ropas y cubrimos nuestras caras con gorras y cubrebocas.
Avanzamos por un pasillo oscuro y no oíamos ruido, así que supusimos que no había nadie. Más tranquilos caminamos fuera. Había una última puerta y giré el picaporte para abrirla.  Algo, más bien, alguien nos sorprendió. Estaba Nam mirando hacia nosotros con otros dos guardaespaldas. ¿Cómo sabían que estábamos allí?

-¿Tenéis prisa?-inquirió con una ceja arqueada-.

Nosotros nos miramos y tragamos saliva. Estábamos entre la espada y la pared. Y todo apuntaba a que el filo iba a doler. Los dos guardaespaldas agarraron a Jimin y se lo llevaron.  Nam cogió mi brazo y tiró de mí hasta llegar a un pasillo que todavía podía recordar. Abrió la puerta de madera y me empujó dentro del lugar haciendo que cayera de rodillas al suelo. La puerta se cerró y alcé la mirada. Ahí estaba él otra vez, mirándome con esos ojos oscuros, sentado en su silla.

El muñeco(KookV)~🌟Donde viven las historias. Descúbrelo ahora